El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viaja este lunes a Bruselas donde se entrevistará a partir de las 17.00 GMT con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen para abordar la cuestión migratoria, después de que anunciara la apertura de sus fronteras.
La oleada de migración empezó el 28 de febrero tras las incitaciones del Gobierno turco, lo que en las redes sociales se convirtió en el bulo de que Grecia también lo hacía, permitiendo el paso legal a territorio de la Unión Europea.
Fue la propia policía turca quien acercó a miles de migrantes hacia otros puntos del río Evros, que hace frontera entre Grecia y Turquía, al sur de la ciudad de Edirne, para animarles a cruzar de forma clandestina.
“Grecia, esta gente no se quedará en vuestro país, solo lo atravesará para quedarse en otro país europeo. ¿Por que os ponen nerviosos?”, interpelaba el mandatario directamente a Atenas este domingo durante un discurso transmitido en NTV la pasada semana.
“Grecia, te hablo a ti: abre tú también las fronteras, libérate de la carga. Que se vayan a otros países europeos”, insistía.
El viceministro de Defensa griego, Alkibiadis Stephanis, por su parte, se ha reafirmado subrayando que Grecia “está preparada para afrontar la presión de Turquía”.
Mansoor (centro) tiene 21 años y es de Afganistán. En los últimos meses, su hogar ha sido esta carpa, que comparte junto a sus dos amigos, en Vathy en Samos.
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Un grupo de demandantes de asilo del campo de Vial, en contenedores abarrotados.
MSF/Anna Pantelia
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Esta joven madre y su hija llegaron a la isla de Chios hace unos meses. Ahora, comparten un contenedor con otros 11 miembros de su familia, así como con dos familias palestinas.
MSF/Anna Pantelia
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Tarjeta de identificación de un joven de Afganistán que llegó a Grecia a finales de 2018 y que no tiene su entrevista final de asilo hasta 2021.
MSF/Caitlin Ryan
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Afueras del centro de Vathy, llamado "la jungla", donde es imposible mantener las mínimas condiciones de higiene.
MSF/Anna Pantelia
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La familia de Iman (que no aparece en la foto) huyó de Irak con tres generaciones de su familia, 13 miembros en total. Ahora viven en campo de Vial, en Chios.
MSF/Anna Pantelia
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Si no tienen acceso al campamento formal, deben buscarse la vida con tiendas de campaña y carpas de plástico. No hay acceso a baños, duchas o agua corriente. Las mantas son escasas. La zona está cubierta de basura y excremento humano. En Vathy.
MSF/Anna Pantelia
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Mantenerse limpio es una batalla constante entre los matorrales, al borde del campamento de Vathy. La sarna abunda y los hombres, mujeres y niños que viven allí a menudo no tienen más que el agua sucia de un pozo viejo para lavar sus ropas y ...
MSF/Anna Pantelia
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Farida llegó de Afganistán con su esposo y cuatro hijos a principios de marzo. Ella ha estado viviendo en la jungla junto al campamento de Vial desde entonces. "Tenemos una vida muy mala aquí, no estamos seguros. Los baños están muy lejos y...
MSF/Anna Pantelia
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Refugiados en la isla de Samos.
MSF/Anna Pantelia
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Mansoor (centro) tiene 21 años y es de Afganistán. En los últimos meses, su hogar ha sido esta carpa, que comparte junto a sus dos amigos, en Vathy en Samos.
MSF/Anna Pantelia