Mario Picazo: "España es uno de los países más vulnerables al cambio climático"
Entrevista con el meteorólogo en la previa de la Cumbre del Clima. Advierte de que o cuidamos el planeta o "los fenómenos meteorológicos serán más extremos y habituales".
Hacer algo para cambiarlo todo. Es la filosofía a la que parece agarrarse Mario Picazo ante la inminente Cumbre del Clima —conocida como COP26— en Glasgow, que arranca este domingo 31. Llega en pleno camino a la normalidad prepandemia y eso significa hacerlo en un momento en el que vuelve a hablarse de todo lo anterior al covid, como la emergencia climática, esa cuestión que centralizó los focos en el ahora lejanísimo diciembre de 2019 en Madrid.
El meteorólogo de Eltiempo.es, célebre por haber sido presentador durante años en Telecinco y en otros canales como Antena 3 o Telemadrid, atiende a El HuffPost desde Estados Unidos, país donde nació y vive. Tiene un deseo, que esta cumbre sirva para lo que no han servido las anteriores, y un miedo, que volvamos a perder la oportunidad de tomar medidas porque “luego cada país haga lo que quiera”. Que es lo que ha venido ocurriendo, lamenta.
Asume con realismo que la crisis climática no está detrás de cada tormenta ni cada día de calor, pero sí es la culpable de muchos de los fenómenos meteorológicos que han colapsado medio mundo. Y advierte que o reducimos la explotación de combustibles fósiles o sufriremos “episodios cada vez más extremos y con mayor frecuencia”. Especialmente a España, uno de los países “más vulnerables” en este asunto
En un contraste entre optimismo y pesimismo, acepta que los confinamientos y el parón mundial por el covid han servido, al menos, como un respiro medioambiental. “La gente ha visto que si modificamos nuestro día a día somos capaces de crear un entorno mucho más saludable”, pero relata como con la vuelta a cierta normalidad hemos regresado a lo peor del pasado.
Hace dos años Madrid fue la capital del mundo en cuanto a cuestiones climáticas. De la COP25 a la COP26 ha pasado una pandemia que lo ha cambiado todo. ¿Qué efectos ha tenido en el clima?
La pandemia inicialmente ayudó a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero. Muchas zonas con elevados niveles de contaminación atmosférica respiraron aire más limpio. También supuso la recuperación de numerosos ecosistemas castigados hasta la fecha por actividades humanas. Aún así, el cambio climático no se ha parado y más ahora después de la pandemia, cuando la concentración de contaminantes ha vuelto a los niveles anteriores.
En 2019 el mundo parecía concienciarse sobre la emergencia climática. ¿Se nos ha olvidado con todo lo ocurrido desde enero de 2020?
Yo creo que no, que la gente ha visto que si modificamos nuestro día a día somos capaces de crear un entorno mucho más saludable para todos, humanos y otros seres vivos, y eso nos gusta. También hemos vivido situaciones meteorológicas muy extremas durante la pandemia porque la energía que aportamos los humanos mediante la quema de combustibles fósiles a nuestra atmósfera y océanos antes ha seguido presente. Eso nos hace reflexionar doblemente sobre la necesidad imperiosa de hacer las cosas de otra manera lo antes posible.
Estamos viviendo DANAs y otros fenómenos extremos en lo meteorológico, incluida Filomena. ¿Qué relación tienen con la crisis climática? ¿Nos tocará asumirlos como ‘normales’ si no comenzamos a cuidar el planeta?
No todos los fenómenos son atribuibles al cambio climático, pero sí un buen número de ellos. Estamos cargando el planeta de energía y aunque él intenta gestionarla de la mejor manera posible, sobre todo con la ayuda de nuestros océanos, por algún sitio tiene que salir. Es inevitable que con el paso de los años, si no reducimos de forma contundente el uso de combustibles fósiles, vamos a acumular más energía y viviremos situaciones meteorológicas cada vez más extremas y con mayor frecuencia.
¿Qué significa a nivel medioambiental que la temperatura media suba entre 1,5 y 2 grados este siglo si no se reducen las emisiones?
La verdad es que la lista es larga, pero para sintetizar quiere decir que habrá más energía en atmósfera y océanos para generar una meteorología mucho más extrema. Ese aumento térmico también tendrá un impacto directo sobre la masa de hielo continental. Hay que dar por hecho que perderemos un importante volumen de agua helada que pasará a aumentar el nivel de mares y océanos con el impacto que eso tendrá en nuestras costas. Tendremos menos recursos de agua en general y habrá un impacto directo sobre la biodiversidad en muchas zonas del planeta.
Estos cambios de alguna forma afectarán a la producción de alimentos de los que dependemos muchos seres vivos en la Tierra. Por eso se escucha y se lee tanto esa cifra de 1.5 grados que ya de por sí es elevada. La de 2 grados, que la verdad es más realista, amplificaría el escenario aún más.
Se vuelve a hablar de eslóganes, de “última oportunidad” para el planeta. ¿Cómo aprovechar esa oportunidad de la COP26 en algo concreto?
Como deberíamos haber hecho hace ya varias COP, con acción y no palabras. Las reuniones, conferencias y protocolos varios necesitan culminar en acción y eso no está pasando prácticamente. Hemos dejado pasar varias oportunidades de reunir a todos en el patio y exponer las reglas del juego, pero luego cada uno hace lo que quiere en la mayor parte de los casos.
En Glasgow, tenemos a casi todos los países del mundo reunidos y aunque esto puede sonar repetitivo, la COP26 tiene que ser la que realmente marque la diferencia en acción o no vamos a tener muchas más treguas. Sé que no vamos a conseguir la acción contundente que haría falta después de la reunión de noviembre, y eso que soy positivo, pero espero que por lo menos sirva para arrancar acciones importantes con más ímpetu que en anteriores COP.
¿Cuánto daño le pueden hacer al planeta figuras como Bolsonaro o Trump, negacionistas de casi todo y también de la emergencia climática?
Mucho, y más si son países de gran población como Brasil con Bolsonaro a la cabeza o hasta hace menos de un año EEUU con Trump. Primero, porque sus políticas anti cambio climático les permite seguir emitiendo millones de toneladas de gases que calientan el planeta.
Básicamente, no apoyan las acciones planteadas en las COP. Tampoco apoyan mucho que digamos la preservación del medio e incluso favorecen la deforestación a gran escala, caso de Brasil, o el uso del carbón, caso de EEUU o también países como Australia. También, porque como potencias mundiales no dan precisamente el mejor ejemplo ni a sus habitantes ni a los de otros países.
Hablando a corto plazo, ¿España se va a ver obligada a un cambio de estrategia en sus cultivos y explotación natural?
España es uno de los países más vulnerables al cambio climático y por desgracia, como muchos otros países, tiene en su guion de ese futuro clima la sequía y la tendencia a la desertización en algunas zonas. Ya se están planteando cambios en la agricultura, adaptando nuevos cultivos y cambiando otros que no producen como antes.
La palabra clave es esa “adaptación” a la vez que intentamos mitigar algunos de los efectos del cambio climático que ya tenemos tocando a nuestra puerta. Con el paso de los años, seguramente llegarán cambios más contundentes y habrá cosechas habituales que desaparezcan para dar paso a otras nuevas adaptables al nuevo clima, al nuevo entorno, si este realmente lo permite.