LASTESIS: “Protestar contra la Ley Trans no es feminismo”

Se escuchó en Argentina, Brasil, México, España, Alemania, Estados Unidos, Chipre, Israel, Kenia, Líbano, India o Turquía, pero su origen está en Valparaíso (Chile), donde un grupo de cuatro amigas y artistas feministas la concibió. Ellas son Sibila Sotomayor y Daffne Valdés –encargadas de artes escénicas–, Paula Cometas –diseño– y Lea Cáceres –vestuario–, componentes del colectivo LASTESIS. Y hablamos, por supuesto, de la canción y performance Un violador en tu camino, que a finales de 2019 dio (literalmente) la vuelta al mundo para denunciar la violencia contra las mujeres. 

Puede que LASTESIS sean siempre recordadas por este himno, pero ellas llevan años sin parar. Acaban de publicar Antología feminista (Debate), donde recopilan una serie de textos y obras que las inspiraron, a modo de “manual que nos arma de argumentos contra el machismo”. La promoción les pilla “muy emocionadas, pero muy cansadas también”, porque el colectivo forma parte de la Asamblea Permanente por la Legalización del Aborto en Chile, que defiende la inclusión del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en la próxima Constitución chilena. Eso las ha tenido últimamente “muy presentes”, con “hartas horas de trabajo y hartas asambleas” para explicar a la población “la importancia de que queden escritos en la Constitución nuestros derechos sexuales y reproductivos y, sobre todo, nuestro derecho a decidir por el aborto”.

Elegida en plebiscito en octubre de 2020, la Convención Constitucional chilena es la primera asamblea constituyente paritaria del mundo. El objetivo ahora –explican LASTESIS en una videoconferencia con El HuffPost– es “eliminar de raíz” el vínculo que todavía ata a Chile con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), época en la que fue redactada su actual Carta Magna.

Con un flamante presidente progresista –Gabriel Boric– y el honor de abanderar unas protestas sociales históricas en 2019, Chile parece estar ‘de moda’, con los ojos del mundo progresista puestos sobre el país andino. LASTESIS reconocen que “está muy movilizado todo acá”, pero también dan un baño de realidad: “Ante todo eso [las luchas sociales y feministas] hay una reacción”. “El otro día la ministra de Interior sufrió un ataque, una balacera contra la caravana en la que se estaban desplazando”, cuenta Sibila. “Tiempos tranquilos no van a ser, eso lo sabemos, pero también tenemos la convicción de que el movimiento feminista tiene la responsabilidad de tomar un rol activo en esta defensa”, zanja. “Si no, lo que ayer ganamos lo vamos a perder”.

“Somos un continente mestizo, nuestras ideas también”

Cuando se les pregunta qué ha supuesto el feminismo en sus vidas, tanto Sibila como Daffne –las dos presentes en la videollamada– toman aire y se lo piensan. “Es un lugar en el cual nos inscribimos, del cual nos sentimos parte”, comienza Sibila. “Es un espacio que habitamos, que nos convoca y desde el cual nosotras también convocamos, que tiene la característica de ser un movimiento de base. Es político, pero no desde la política institucional, no se mueve en la esfera del partidismo, sino desde las bases, en el espacio público, en la calle, en las organizaciones, en las artes”, prosigue. 

Lo que las mueve a ellas principalmente es un “diálogo entre teoría, denuncias y demandas feministas a partir de un trabajo creativo, pero también a partir de activismo”, explica Sibila, que apela también a un vínculo “transcultural”, a un movimiento “interconectado”. 

“Somos un continente mestizo, y nuestras ideas también son así”, comenta Daffne. Por ejemplo, “hay muchas prácticas comunitarias de los territorios indígenas que son feministas aunque no se les llame así”, ilustra.  

“Nosotras vivimos en territorios que fueron colonizados, en los cuales el extractivismo y las lógicas y estructuras coloniales siguen activas, lejos de haber terminado”, añade Sibila. “El norte sigue explotando al sur, así que eso influye en cómo los feminismos nos estamos pensando”, incide. “Los feminismos se están situando desde esa realidad, desde esa crítica colonial, incluso entendiendo cómo el género binario responde también a un modelo colonial y después a un sistema capitalista hoy neoliberal”, señala Sibila. 

Ella destaca también la identidad de Latinoamérica como “territorio mestizo”, y afirma que LASTESIS, como colectivo, tratan de “generar puentes”, de “articular diálogos” entre “ideas que surgen en el norte y cómo tienen sentido o no en el sur, o cómo se tensionan en el sur o, al revés, teorías surgidas desde el sur, desde giros interseccionales y decoloniales”, explica Sibila.

Estar contra los derechos trans “sólo fomenta el odio”

Lamentablemente, no todo son ‘puentes y diálogo’ dentro del movimiento feminista. El pasado 8 de marzo, en una veintena de ciudades españolas se escenificó la división del movimiento con la convocatoria de dos manifestaciones distintas por el Día Internacional de la Mujer. Por un lado, la marcha ‘oficial’ –convocada por la Comisión 8M– y, por otro lado, una marcha por la abolición de la prostitución y, sobre todo, en contra de la Ley Trans, la norma aprobada en junio por el Gobierno –aún en trámites– que permite la autodeterminación de género. 

Cuando se les plantea a LASTESIS esta problemática que empaña las luchas feministas en España, no dan crédito. “Uauh, no lo sabíamos [lo de la doble manifestación]. Nos parece preocupante y peligroso lo que comentas”, reconoce Sibila. “Eso sólo fomenta el odio”, incide Daffne. “Genera un clima de odio, violencia, invisibilización y desunión, que es justamente lo que el patriarcado siempre ha buscado”, critica Sibila. “Así que gran favor el que le están haciendo al patriarcado”, comenta con ironía.

“Francamente, protestar contra la Ley Trans es ser antiderechos, es muy violento y discriminatorio, están anulando e ignorando las identidades y las subjetividades de otras personas”, prosigue Sibila. “Eso feminismo no es. Pero, además, no tener una perspectiva interseccional en la lucha feminista nos parece anacrónico, no tiene ningún sentido con la realidad de hoy”, razona. 

“Muy lamentable lo que está pasando en España”, continúa Sibila. “Pudimos verlo un poquito cuando estuvimos por allá, pero no nos imaginamos que a este nivel, es muy grave”, advierte la chilena. “Les invitamos a dejar atrás su cosmovisión colonial, y quizás mirar al sur. Acá en el sur, esa pregunta está, pero no de esa manera”, dice.