Ángel Gabilondo: "El cordón sanitario a Vox es una exigencia moral"

“Todo va a depender de unos cuantos miles de votos”. Esto advierte Ángel Gabilondo a pocas horas de que acabe esta campaña del 4-M. La situación, dibuja, es de empate técnico y llama a todos los progresistas a salir a la calle para buscar un Gobierno “justo y decente”.

El catedrático de Metafísica tiene como máxima desterrar el clima del odio que se ha instalado y sostiene que el “cordón sanitario a Vox es una exigencia moral”. Ayuso, en opinión del candidato socialista, ya ha interiorizado algunos de los postulados más extremos de la ultraderecha. ¿Sería capaz de abstenerse para que no entre Vox? “Ni Vox ni Ayuso pueden contar con nuestro respaldo activo o pasivo”, responde.

Una izquierda en la que Más Madrid le pisa los talones en las últimas encuestas. Él no se plantea la posibilidad de un ‘sorpasso’ de Mónica García y llama a un Gobierno “progresista y alejado de los extremos”. Y dice, a pesar del primer “con Iglesias, no”, que “desde el primer día” ha invitado a “sumarse a este proyecto a todas las fuerzas de izquierdas que quieran protagonizar el cambio”.

Cartas con balas y proyectiles, amenazas... ¿Qué ha pasado en esta campaña? ¿Ha calado un discurso del odio entre la sociedad?

La crispación y los extremismos solo producen resentimiento. Mi empeño es acabar con ese clima. Quiero ser el presidente de la Comunidad de todos los madrileños y madrileñas, sin exclusiones. Quiero ser el presidente que vuelva a unir a Madrid. En todo caso no podemos dejar de denunciar estos hechos lamentables. Y denunciarlos sin ambages. En campaña deberíamos haber podido confrontar programas, medidas e ideas, pero la candidata Ayuso no ha querido ir a debates, solo aceptó ir a uno. En democracia, la rendición de cuentas, la confrontación de propuestas y los debates han de ser el centro de las campañas. Y sin caer en el insulto y sin descalificar al que no piensa como tú.

¿Es Vox responsable de este clima de crispación y tensión?

La actitud de este partido tiene mucho que ver con lo que está sucediendo. Ya le dije a la señora Monasterio, durante el fallido debate en la Cadena Ser, que probase a ser educada, a ver qué ocurría. Desgraciadamente no me atendió, no me escuchó, ni entonces ni en los días sucesivos. Quiero resaltar que, a mi juicio, tan responsable es el que emite el insulto como el que, ante hechos así, centra sus esfuerzos en restar importancia a estos comportamientos antidemocráticos.

¿Tiene posibilidades de sumar la izquierda el próximo martes?

Indiscutiblemente. Todo va a depender de unos cuantos de miles de votos, por eso es tan importante una alta participación y la movilización del votante progresista. Tenemos que superar la dificultad añadida de que se haya convocado elecciones un día laborable, pero confío y espero que los ciudadanos y ciudadanas progresistas de Madrid entiendan la magnitud del reto al que nos enfrentamos y vayan a votar. La derecha, desde luego, sí irá.

Estamos en una situación de empate, con miles de indecisos que van a decantar la balanza hacia una repetición del Gobierno fallido de Ayuso o a un Gobierno de transformación y regeneración de la Comunidad. Cada voto cuenta. Yo llamo a una movilización del voto progresista, pido el voto para el PSOE, partido con vocación de gobierno y con capacidad real para aglutinar un proyecto transformador y regenerador. Un proyecto que coloque los problemas de la ciudadanía en el centro de la vida política y de la acción de gobierno.

Ha propuesto un cordón sanitario a Vox. Tanto el PP como Cs lo han rechazado. ¿Qué le parece esta actitud?

Sería bueno conocer las razones por las que PP y Ciudadanos han rechazado esa posibilidad. Puede que sea porque en el PP ya residen doctrina extrema y no pueden establecer un cordón sanitario a sus propios postulados. La actitud de Ciudadanos tiene más difícil explicación. No se entendería que se abrazasen a la extrema derecha, en lugar de apartarla de los centros de poder, como hacen las fuerzas conservadoras en toda Europa.

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho que gobernar con el apoyo de Vox no sería el fin del mundo. ¿Cree que está dispuesta a incorporar a la ultraderecha al Gobierno si le dan los números?

No es un asunto de creencias, la candidata Ayuso ya lo ha dicho explícitamente en esta campaña. Es más, ni siquiera hace falta que incorpore a políticos de Vox a su hipotético Gobierno, lo cierto es que la señora Ayuso ya ha interiorizado muchos de los postulados más extremos de Vox, y los asume sin sonrojarse.

¿Estaría dispuesto el PSOE a abstenerse en una investidura de Ayuso para que no dependa de los votos de Vox?

Ni Vox ni Ayuso pueden contar con nuestro respaldo activo o pasivo. No podemos apoyar unas políticas que consideramos lesivas para los madrileños y madrileñas. El cordón sanitario a Vox es una exigencia moral, no una coyuntura táctica. Lo dicho sobre los menores no acompañados y sobre las colas del hambre dejan en evidencia el espacio político en el que se están moviendo, y nosotros no podemos asumir esas políticas.

¿Cree que puede haber sorpasso de Más Madrid al PSOE? ¿Estaría dispuesto a ser vicepresidente si empatase a escaños con Más Madrid y diera la suma?

No me planteo esa posibilidad. El 4 de mayo los ciudadanos nos darán un mensaje claro con sus votos y entonces, y solo entonces, será el momento de analizar qué fuerzas tienen capacidad para liderar un gobierno alternativo al Gobierno de Colón. Nosotros somos la izquierda con capacidad de gestión, con capacidad de transformar y de regenerar.

Yo me presento para presidir la Comunidad de Madrid y quiero formar un Gobierno serio que gobierne con seriedad. Es una urgencia

Al principio de la campaña dijo “con este Pablo Iglesias, no”. Ahora está dispuesto a pactar con UP. ¿Por qué? ¿Prefiere un gobierno con Iglesias dentro o que le apoye desde fuera?

Quiero para Madrid un gobierno con capacidad de gestión y de transformación. Un Gobierno progresista y alejado de los extremos. Desde el primer día he invitado a sumarse a este proyecto a todas las fuerzas de izquierda que quieran protagonizar el cambio de Gobierno en la región: un  Gobierno justo, decente y volcado en resolver los problemas reales de los ciudadanos. Hemos planteado un programa de gobierno con 350 medidas concretas, meditadas, imprescindibles para sacar a la región de la crisis sanitaria, social, económica y política en que se encuentra. Invité a Unidas Podemos a apoyar esta opción para evitar el gobierno de la Colón.

Si es presidente de la Comunidad de Madrid, ¿cuál sería la primera medida que aprobaría?

Reorganizar y potenciar el plan de vacunación para dotarle de más eficacia. Vacunaría todos los días de la semana en, preferentemente, los centros de salud -que son centros de proximidad- y los hospitales. En paralelo, la lucha contra la pandemia, con un plan que refuerce el sistema público de salud, potenciando la capacidad de rastreo y de testeo, y la contratación del personal sanitario. Y, desde luego, la reactivación económica, con un plan de 1.300 millones para ayudar a empresas, familias y autónomos a remontar la crisis, y la reconstrucción social, sin dejar a nadie atrás.

El próximo 9 de mayo decae el estado de alarma. Si gobierna, ¿qué plan tiene para frenar la pandemia? ¿Intentaría cerrar perimetralmente de nuevo la Comunidad? ¿Pondría toque de queda, hasta qué hora? ¿Habría más limitaciones a la hostelería?

Creo que lo que ha de hacerse es atender la opinión de los expertos sanitarios. Las medidas deben descansar en la evidencia científica, en lo que nos aconsejen los expertos. En cualquier caso, las autonomía cuentan con herramientas y soporte legal para hacer frente a la pandemia aunque no exista Estado de Alarma. Por cierto, Madrid es la única comunidad que no ha dado ni un solo euro de ayudas directas, por ejemplo, a la hostelería. Si soy presidente de la Comunidad, esa situación va a cambiar