Beatriz Luengo: "La RAE no reconoce 'muso' ni 'genia'... Me parece triste"
Actriz, compositora, cantante y escritora, está cosechando un gran éxito con su libro 'El despertar de las musas'.
Fue a la primera artista que entrevisté en mi carrera profesional y siempre es un gustazo volver a charlar con Beatriz. Aprovechando que está siendo una súper ventas con su libro El despertar de las musas, para entrevistar a esta actriz, compositora, cantante y escritora para hablar de machismo, reggaetón y sobre si existen los musos… ¡Sí, sí! En masculino.
Pregunta: Beatriz, en un día como hoy, con promoción en televisión, radio, prensa… ¿cómo haces para sobrevivir?
Respuesta: A base de vitamina C (risas). Esta es la profesión que elegí y cuando uno elige una profesión lo hace todo con muchas ganas. Te sale la energía de las ganas de ver a la gente en las firmas, abrazarlas, hacer las entrevistas… ¡En realidad estoy súper contenta!
En tu libro hablas de 12 mujeres y reivindicas su papel en la historia, ¿cuál te ha calado más?
Con la que más me identifico es con Dalí, porque es un hombre que más allá de su obra ha ido firmando sus cuadros como Gala Dalí en homenaje a todo lo que Gala le aportó en su obra. La inspiración, fue como su manager, lo introdujo en circulo de pensadores de Europa… Tanto fue lo que aportó a Dalí que terminó firmando sus cuadros como Gala Dalí. Me enamoré de esa historia porque tiene mucho que ver con mi vida. Vivo una relación donde somos un equipo, nos empoderamos el uno al otro… en realidad yo pensé este libro queriendo contar esta parte. Porque yo no vivo un matrimonio nada traumático y dije ”¡ostras! Déjame contar que se puede vivir como un equipo”. Pero me he descrito desde mí, desde mujeres del pasado que fueron impresionantes.
En el libro también hablas del reggaetón, ¿qué comentas de este género musical? ¿Hay machismo en sus letras?
Soy compositora para el mundo urbano. Creo que no es el reggaetón porque el reggaetón es un ritmo y dentro hay temáticas machistas y otras que no. Lo bueno ahora es que con las redes sociales, cuando hay canción y las personas sienten que hay una vejación lo señalan. Lo siento en los estudios cuando me pongo con los compositores y productores que empiezan a tener miedo porque sienten que las chicas en Twitter se les va a echar encima. El cambio viene de ahí porque las personas ahora tienen herramientas para dar su opinión si se sienten vejadas.
Cantas, actúas, escribes… ¿qué te inspira? ¿cuáles son tus musas?
Mi madre, la primera porque mis padres son los dos personas emprendedoras, trabajadores, nadie les ha regalado nada, les he visto trabajar fines de semana para sacarnos adelante a mi hermano y a mí. Y mi madre camina por el barrio y es la mujer de mi padre. Y, sin embargo, mi padre es mi padre, no es el marido de mi madre. Esto me sorprendió. Evidentemente, mi padre no tiene la culpa. Mi padre trabaja todos los días un montón como mi madre… es como una especie de estigma.
¿Hay musos?
¡Claro! Esa es una reivindicación que hago a partir de la historia doce que es un hombre porque la RAE no reconoce muso ni genia. Me parece triste que no haya la posibilidad de esa fotografía. Mi chico es mi muso. A mí me inspira. Mi padre, también. Y mi hijo. Y para mi hijo, yo soy su genia. Debería existir la posibilidad de usar la terminología para ambos casos.
¿Qué tiene que tener un proyecto para que digas que vas a por él?
Me guío por mi corazón y por mi estómago. Mi último disco me ha ido súper bien, me dieron la placa de cien millones de streaming. Hemos sido platino en España y oro en toda la región. Me nominaron a los Grammy. Y tenemos gira. Aprovechando que estoy en un buen momento en mi carrera, antes tenía que firmar las canciones que componía con mi chico solo con su nombre. Ahora que me veo en una buena posición, me apetecía contar esto y decir “chicos, vamos a abrirnos, los sentimientos son abiertos, la mujer no es más vulnerable ni menos…”. Sentí la necesidad. Para mí es algo que me late, que sienta que es el momento, sigo mi corazón y mis propias necesidades de evolución.
Así es cómo se acierta.
¿Tú crees? Bueno, estamos número uno con el libro (risas).