Enric Juliana triunfa en Twitter al explicar las causas por las que ahora sube el gas
El periodista acumula miles de 'me gustas' por su larga explicación.
Enric Juliana, periodista de La Vanguardia, ha analizado en su cuenta personal de Twitter uno de los temas que más preocupan en la actualidad a muchas personas: el precio del gas.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado una serie de efectos en muchos ámbitos, uno de ellos el económico. Los precios han subido de forma exponencial y uno de los que más se ven afectados por este conflicto es el gas, debido a la importancia que tiene Rusia en el panorama internacional, uno de los países con más exportación de gas.
Así, Juliana ha querido explicar en Twitter una serie de causas por las que el precio de gas ha subido. No solo viene por la invasión en Ucrania, sino que también hay antecedentes básicos para entender esta escalada del precio del gas. Y para explicar todo esto lo ha hecho a través de un largo hilo de hasta 17 tuits que ha sido muy bien recibido en la red social, ya que en pocas horas supera los 1.500 RT y más de 3.000 ‘me gusta’.
En primer lugar, Enric Juliana ha querido especificar que “hace un año, en un mundo en cuarentena, el precio del gas en el mercado libre giraba en torno a los 20 euros megawatio/hora. Esta semana ha superado los 235 euros. Se ha multiplicado por once. Es la guerra, claro está, pero hay algo más”.
Su explicación ha continuado diciendo que “el precio del gas empezó a escalar en 2021 a medida que las economías se recuperaban. En un momento dado, Rusia se limitó a cumplir con sus contratos a largo plazo y dejó de bombear a Europa para contratos a corto, para dar prioridad a China. Putin estaba lanzando un aviso”.
Posteriormente ha seguido explicando “el pasado verano empezaron a sonar las alarmas. En septiembre del 2021 el precio del gas en el mercado de fuguros (índice TTF holandés, principal referencia) alcanzó los 64 euros megavatio hora. Ya se había multiplicado por tres. Algo serio estaba pasando”.
“En agosto pasó algo que merece la pena recordar: Argelia rompió relaciones con Marruecos y anunció que en noviembre cerraba el gasoducto Magreb Europa por extinción del contrato. Los argelinos tenían cierta noción de lo que se avecinaba y también enviaron un aviso a España”, ha seguido Juliana.
El periodista de La Vanguardia ha continuado: “Putin mientras tanto declaraba, hierático, que Rusia cumplía sus contratos. Sus contratos a largo plazo. Las reservas de Europa estaban bajas y los barcos metaneros iban muy buscados. Fuerte demanda en Asia. La flota de metaneros es de unos 400 buques en todo el mundo”.
El hilo ha continuado con los siguientes mensajes: “Subía el gas y subía la electricidad, puesto que así lo determina el mecanismo de formación de la tarifa eléctrica, el denominado sistema marginalista en el que se paga el precio de la última forma de producción que entra en el mercado que suelen ser las centrales de gas”. Y “subía el gas, subía la electricidad y subía la inflación, claro está. Intervenían otros factores (encarecimiento de otros suministros por cuellos de botella en el mercado internacional), pero el vector principal era la electricidad ‘marginalista’. Empezó la discusión”.
El periodista catalán también ha escrito que “el Gobierno tomó medidas, retirando carga fiscal a la tarifa eléctrica, pero quedaba el núcleo de la cuestión: la validez y oportunidad del sistema marginalista. Quien hace unos meses cuestionaba ese sistema era tildado fácilmente de ‘comunista’”.
“Con el precio del gas disparado, los saltos de agua se han convertido en minas de oro. El agua es un bien público movido por la madre naturaleza. El agua cae por el salto y hace girar unas turbinas (ya amortizadas) que producen electricidad barata a precio de obús ruso”, ha añadido.
En décimo lugar ha señalado que “para entender las resistencias durante estos meses a revisar el sistema de formación de la energía eléctrica hay que examinar la propiedad de los saltos de agua en España. Evidentemente, cuando la tarifa eléctrica apunta ya por encima de los 500 euros, todo ha estallado”.
Juliana se ha centrado ya en esta parte del hilo en los momentos actuales: “ahora todo el mundo ya cuestiona el mecanismo de formación de la tarifa eléctrica. Ahora ya todos somos ‘comunistas’. Es literalmente insostenible. En el Consejo Europeo que se reúne mañana y el viernes en Versalles se adoptarán medida. Todo indica que el Consejo Europeo se decantará por fijar un tope al precio del gas en el mecanismo de formación de la tarifa eléctrica para contener una espiral que puede arruinar muchas economías europeas. Habrá que ver cuál es ese tope. La discusión girará”.
Sobre la figura de Putin, el periodista ha escrito que “tenía perfectamente dibujada su estrategia. La ‘guerra’ empezó meses antes que los tanques rusos atravesasen la frontera de Ucrania. La guerra se libra en el campo de batalla, donde muere la gente; en internet y en los mercados de futuros de la energía”. Ha añadido en este punto que “la novedad interesante de estos días es la ineludible intervención de la Unión Europea en el mercado energético para evitar su colapso como unión política. Se están empezando a tomar medidas de política energética común, política hasta ahora inexistente”.
“Que la Comisión Europea obligue a que las reservas de gas de todos los países estén al 90% de cara al próximo invierno, puede parecer banal pero no lo es. Es una medida de gobierno que obliga a las empresas a dejar a un lado el mercado a corto y gastar en cobertura colectiva”, ha seguido escribiendo Juliana, que también ha indicado que “el nexo guerra-energía-inflación es complejo pero ineludible para intentar captar lo que está pasando. Todo esfuerzo pedagógico será poco. Por ello cobra mucha importancia dónde se colocan los acentos del debate político estos días. Estrategias de precisión, sí”.
Por último, se ha referido a Vox en el sentido de que “partido asociado al Círculo Amigos de Putin, ya convoca manifestaciones contra el encarecimiento del gas y la luz. Intentan colocarse al frente de la ira del pueblo. Así son las guerras.
Por ello es determinante donde se fijan los ejes de debate. Hace falta precisión”.