Madrid vacunó con solo un día de antelación a las enfermeras jubiladas que trabajan en el Wizink
El Gobierno de Ayuso sostiene que este personal voluntario ya habría generado anticuerpos y los expertos lo rechazan.
Nueva medida polémica de la Consejería de Sanidad madrileña. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha vacunado con tan sólo un día de antelación a parte del personal sanitario que comienza a trabajar hoy en el Wizink Center de Madrid, el nuevo gran centro de vacunación. No obstante, las afectadas se corresponden con enfermeras jubiladas que se habían presentado voluntarias.
Las muestras de rechazo han sido múltiples entre las cerca de medio centenar de estas enfermeras de entre 65 y 70 años tras haber recibido la primera dosis 24 horas antes de tener que incorporarse a las tareas de vacunación. Varias de ellas han expresado su malestar por la falta de previsión de la Consejería, al no tener en cuenta los posibles efectos adversos de la inyección.
“Pero, ¿cómo me vacunan el jueves y el viernes empiezo a vacunar yo, teniendo en cuenta además los síntomas que pueda tener de la vacuna? Es una falta de previsión”, señaló una de las afectadas en la Cadena Ser, para sentenciar que “me parece totalmente ilógico”. En este sentido, algunas de las enfermeras jubiladas se han negado a acudir a su puesto, alegando que podría ser un riesgo para su salud.
“Estas enfermeras reciben la primera dosis antes de empezar a trabajar en el dispositivo, por lo que ya se generan anticuerpos”, han comunicado desde la Consejería de Sanidad de Madrid a la cadena de radio. Se trata de una afirmación que choca con las opiniones de expertos en virología, que afirman que se tardaría al menos una semana en lograr dicho grado de protección.
En esa misma línea, desde la Consejería argumentan que han recibido esta dosis inicial “porque sin estar dadas de alta no podrían haberlas vacunado”, puesto que “se saltarían la Estrategia Nacional de Vacunación, ya que tienen entre 65 y 70 años”.
Desde el organismo del Ejecutivo de la popular Díaz Ayuso puntualizaron que “el riesgo de exposición de estas profesionales es el mismo que la población general, no el riesgo de profesionales que trabajan con pacientes COVID”.