Encontrar una mejor manera de crecer y construir un planeta más próspero
La sostenibilidad tiene el potencial de desbloquear 4,5 billones de dólares de crecimiento económico, promueve la seguridad alimentaria y reduce las emisiones de carbono y la generación de residuos.
Con el avance hacia una sociedad cada vez más global, somos más conscientes que nunca de las disparidades en la riqueza, recursos, condiciones de vida y justicia social en diferentes comunidades de todo el mundo. En este entorno surge, cada vez más, una necesidad por parte de las organizaciones de alejarse de los modelos de negocios tradicionales, que simplemente operaban en favor de un pequeño número de beneficiarios y, en su lugar, adoptan modelos que crean valor para todas las cadenas de suministro, comunidades y el planeta.
Si analizamos cómo era hace 5 años, cómo percibíamos la vida, la sociedad, el planeta y la economía entonces y cómo lo hacemos ahora, hay muchas diferencias. Algunas de ellas enormemente importantes.
Las experiencias vividas en los últimos meses probablemente hayan acelerado ese cambio, pero era algo que ya había comenzado a fraguarse: somos más solidarios, queremos una sociedad más igualitaria e inclusiva y estamos mucho más preocupados por el medio ambiente.
Esa nueva forma de ver y entender el mundo tiene un reflejo en el ámbito de la empresa. Las compañías han tomado conciencia del impacto que sus acciones y sus negocios tienen en la sociedad, la economía y el medioambiente. Y se han dado cuenta de que deben ir más allá de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa y definir estrategias para trabajar con propósito. La sociedad así lo está exigiendo y lo está agradeciendo también.
Este último aspecto es importante para aquellas compañías que todavía se cuestionan la necesidad de ir más allá. Y es que una estrategia de propósito fuerte tiene enormes beneficios para sus negocios: empezando por un impacto positivo en el balance y siguiendo por la obtención de una ventaja sobre los competidores menos comprometidos, la posibilidad de atraer inversores institucionales; u obtener una financiación más barata debido a la reducción de riesgos.
Entre los grandes propósitos se encuentra la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad. Más de 100.000 millones de toneladas de materias primas entran en el sistema cada año y contribuyen a generar toneladas de residuos y de contaminación por un consumo excesivo. Es el momento de replantearnos si queremos seguir alimentando ese sistema o buscamos soluciones. Deben ser soluciones sostenibles y globales, dado que es un problema que trasciende fronteras y ninguna empresa o gobierno puede resolverlo solo. Es necesario unir redes de empresas, ciudadanos, gobiernos, organismos locales e internacionales para trabajar juntos en ese fin. Todos somos necesarios.
Parte de la solución se encuentra en la economía circular que permita abordar muchos de estos desequilibrios mediante la reutilización de los productos. Este enfoque revolucionario que integra la sostenibilidad desde el inicio del desarrollo del producto tiene un impacto indirecto en la salud, la educación y la propagación de enfermedades dentro de las comunidades.
La sostenibilidad tiene el potencial de desbloquear 4,5 billones de dólares de crecimiento económico, al tiempo que promueve la seguridad alimentaria y del agua, reduce en un 45% las emisiones de carbono y en un 90% la generación de residuos. Y todo ello contribuye, en última instancia, a abordar la mayor amenaza que existe en el mundo para nuestra salud, que no es otra que el cambio climático.
A lo largo de estos meses de pandemia, nos hemos dado cuenta de que nuestras necesidades son mucho menores de lo que creíamos y hemos optado por reutilizar, en vez de adquirir nuevos productos. Hemos tenido más tiempo para reflexionar y nos hemos dado cuenta de que el cambio climático es el gran desafío que tenemos por delante. Pero hace falta más, como decíamos antes, es necesaria la unión, que ese esfuerzo sea común y que las empresas se planteen seriamente este propósito.
En SAP apostamos por un programa más sostenible en los negocios, siguiendo un enfoque de tiple resultado (ambiental, social y económico), es decir, centrado en “las personas, el planeta y la rentabilidad” y, a medida que aprendemos y crecemos, somos más capaces de ayudar a nuestros clientes en sus propios viajes hacia la sostenibilidad.
En este momento definir estrategias más sostenibles es un imperativo y ninguna organización en el mundo debería dar la espalda a este hecho.