En el amor nunca hay errores

Escrito por Marisa Donnelly, autora de 'Somewhere on a Highway'.

Puede que hayas estado con la persona equivocada, en la relación equivocada o en el momento equivocado. Puede que lo hayas dado todo por un vínculo que pensabas que sería eterno y te haya abandonado. Puede que hayas confiado tu vida y prometido que estarías ahí pasara lo que pasase y que te hayan fallado. Puede que en el transcurso de la relación te hayas dado cuenta de que no era tu momento para estar con nadie o para ser la persona que la otra persona necesitaba a su lado. Puede que hayas visto, impotente, cómo te han roto el corazón en mil pedazos. O puede que, simplemente, te hayas cansado de todo eso. Sea como sea, quiero que sepas algo: en el amor nunca hay errores.

La persona de la que te enamoraste, la que te decepcionó, la que te fue infiel, la que te mintió, la que te dejó... Esas personas no llegaron a tu vida por error, sino que fueron una bendición y una lección para el futuro. Si no hubieras conocido a esas personas, si no las hubieras querido, si no hubieras confiado en ellas, no habrías conocido el dolor de la ruptura y de la pérdida del ser querido. No serías tan fuerte como ahora.

Sin el vínculo y la complicidad que acabó desapareciendo, no serías capaz de reconocer el amor real cuando llegara el momento y no serías capaz de distinguir entre el simple cariño y el compromiso. No sabrías quién eres ni qué es lo que te mereces.

¿Que alguien rompió su promesa? Así aprendiste a tener cuidado y a compartir tu corazón solo con aquella persona especial que está contigo en las buenas y en las malas.

¿Que dejaste a alguien porque no era tu momento? Eso te enseñó lo que de verdad necesitabas, la persona que podías llegar a ser cuando llegara tu momento y la capacidad que tienes de hacer daño a los seres queridos, motivo por el que siempre has de actuar con cuidado.

¿Tuviste que cicatrizar las heridas del corazón? El dolor te mostró tu resiliencia, tu fortaleza y tu capacidad para perdonar y volver a abrirte a los demás. Sin ese corazón roto, serías una persona inocente e insensata. Sin ese corazón roto, no podrías percibir lo hermoso que es el amor verdadero cuando se cruzara en tu camino.

En el amor nunca hay errores, solo momentos en los que aprendes, maduras y te recompones.

Cada pausa en el camino te enseña algo, te muestra cómo puede ser el amor, te muestra lo que te mereces y te muestra que no debes ser conformista con tu corazón. Es muy fácil pensar que nuestras relaciones fallidas han sido una pérdida de tiempo. Creemos que por haber estado con la persona equivocada, hemos cometido un enorme error.

Pero en el amor no hay errores.

Dejaste que alguien entrara en tu vida, amaste, diste tu corazón y fuiste feliz durante un tiempo. Eso no puede ser un error, independientemente de cómo acabó.

No puedes vivir arrepintiéndote, deseando darle al botón de rebobinar para volver atrás, empezar de cero y "desamar" a esa persona. Cada beso, cada cita y cada relación en la que has estado ha tenido un propósito, aunque al final acabara en nada.

Maduraste junto a una persona diferente, fortaleciste tu corazón y te preocupaste por alguien más aparte de ti, y eso es algo precioso, pasara lo que pasase al final.

En el amor no hay errores. Solo vínculos que fallaron, personas que no eran las adecuadas para ti y relaciones que no funcionaron. Pero no por ello debemos sentirnos derrotados.

Te abriste, dejaste que alguien entrara en tu vida y te hiciste vulnerable. Eso es de lo más valiente e increíble que puedes hacer. No te arrepientas de haber amado así.

No mires atrás deseando cambiar trozos de tu pasado o borrar fases de tu vida, porque el tiempo nunca se pierde cuando lo dedicas al amor.

Cada vez que te abriste a los demás y cada vez que decidiste ser una persona auténtica, frágil y sentimental con otra persona es una victoria. Ganaste conocimiento, bondad, pasión y sentido de identidad.

Y eso nunca es un error.

Este post apareció en Thought Catalog y Quote Catalog, fue publicado posteriormente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.