En defensa del aborto libre, seguro y en la pública
Poco a poco se van mermando cosas, gestos, que lejos de ser pequeños son grandes y simbólicos, y van dejando el derecho tirado en la cuneta.
El retroceso de derechos nunca sucede de la noche a la mañana, normalmente no hay un acontecimiento único que borre de un plumazo los derechos conquistados. Lo que va pasando es que poco a poco se van mermando cosas, gestos, que lejos de ser pequeños son grandes y simbólicos, y van dejando el derecho tirado en la cuneta.
Uno de los ejemplos que mejor ha mostrado este deterioro de progresivo es la Sanidad, lo hemos podido ver todo de golpe porque de pronto estalla una pandemia y deja ver todos los recortes que se habían hecho en uno de los mejores sistemas de salud del mundo. También deja ver sus consecuencias y entre ellas, deja ver que el derecho a la sanidad pública, universal, gratuita y de calidad está quedando fuera de juego.
El derecho al aborto en la Comunidad de Madrid está en peligro, sí, en peligro. Es evidente que no va a desaparecer la posibilidad de abortar pero cada año que pasa hay un bache más grande para poder hacerlo. Por poner algunos ejemplos, en la Comunidad de Madrid el Plan Integral de abordaje de los embarazos no deseados 2017-2020 nunca llegó a aprobarse, es decir, en la capital de España no tenemos un plan público para abordar los abortos desde 2016. Esto en concreto implica que no hay un plan para mejorar la información acerca de la salud sexual y reproductiva, no se mejora la educación sexual en los y las jóvenes, no se da formación a las matronas ni al personal sanitario y seguimos, por supuesto, sin tener ningún método anticonceptivo no hormonal gratuito en, repitamos una vez más, la capital de España.
Tan poco les importan nuestros derechos sexuales que, hace unos años, caducaron más de 1 millón de preservativos en la Consejería de Sanidad porque “no fueron capaces” de hacer el reparto a tiempo entre las entidades que los demandaban para evitar embarazos no deseados y también infecciones de transmisión sexual.
Las mujeres que van a abortar a las clínicas acreditadas para practicar Interrupciones Voluntarias del Embarazo llevan años sufriendo en sus puertas campañas de hostigamiento y acoso, les enseñan fotos de bebés, manitas y piececitos, las llaman asesinas y por si fuera poco, la Comunidad de Madrid obliga a ir a recoger a los fetos abortados en coches funerarios porque no se les considera residuos sino muertos. Algo que denota bastante cuál es la verdadera ideología del Partido Popular.
Tampoco existen en esta región políticas públicas de planificación familiar, los centros los han ido cerrando y los pocos que quedan tienen largas listas de espera.
En los hospitales si todos los médicos se declaran objetores de conciencia el peso de los siguientes pasos para buscar otro hospital recae sobre la mujer, sin que nadie esté obligado a ayudarle a satisfacer su derecho.
En los últimos 4 años, la Comunidad de Madrid ha realizado tan solo 17 interrupciones voluntarias del embarazo en la sanidad pública. 17 de un total de 64088. Un 0.026% del total. En estos años, la media de interrupciones voluntarias del embarazo realizadas en la sanidad pública en el conjunto de España ha ido creciendo, hasta llegar al 15% en 2020. Madrid es un lastre en el desarrollo del derecho al aborto en España.
Y podríamos seguir con una larga y larga lista de gestos, que poco a poco van mermando el derecho de todas las mujeres a elegir si quieren o no quieren ser madres, pero nombraré solamente uno más, la nueva Consejera de Políticas Sociales, Familia e Igualdad se declara antiabortista. Por cierto, si buscáis esta consejería así, tal y como yo la he escrito, ya no existe, porque el PP en un acuerdo con VOX ha decidido eliminar la palabra igualdad de la consejería y poner la palabra Familia en singular como si solo existiese un modelo de familia, así que ahora la consejería se llama Familia, Políticas sociales y Juventud. La igualdad ha desaparecido del nombre de la Consejería, de este Gobierno, otro gesto.
Y es por este tipo de cosas, por lo que las mujeres tenemos que unirnos porque si no lo hiciésemos podríamos pensar que cuando nos desmoronamos en casa por tener que reflexionar durante 3 días por una decisión ya tomada sería porque somos unas flojas en lugar de porque es una tortura paternalista. Juntarnos y compartir lo que nos pasa, buscar caminos comunes, seguir con la lucha, en definitiva unirnos en lugar de actuar como sujetos individuales en el mundo es lo que nos permite conquistar derechos y libertades, y entender también que lo que sucede en la Comunidad de Madrid con el aborto tiene que ver con una práctica conservadora, que les impide soportar que las mujeres decidamos sobre nuestros propios cuerpos.
Desde Más Madrid vamos a mantener la firmeza de la defensa de un aborto libre y que sea posible en la sanidad pública, vamos a pelear para que se eliminen los 3 días de reflexión y vamos a exigir un protocolo para la transferencia rápida de la paciente al siguiente centro público más cercano que pueda practicarle la interrupción del embarazo, en el caso excepcional de que en su centro de referencia todos los médicos sean objetores.
El aborto no puede sufrir una doble privatización. La primera privatización es confinarlo a lo íntimo, a lo secreto, a aquello de lo que no se habla o que no se saca a la luz. La segunda privatización es la de lo público desentendiendose de este proceso y derivándolo a centros privados como si se tratara de una prestación en la que lo público no tuviera lugar y no pudiera realizar con calidad, equidad y seguridad.
Somos el partido de las cosas cotidianas y por ello, sin miedos y sin complejos vamos a poner las necesidades, los derechos y la libertad de las mujeres en el centro de la política madrileña.