En 2020 murieron en España 492.930 personas, un 17,7% más que en 2019
El mayor exceso de mortalidad se produce en Madrid, con un aumento del 41,2% con respecto al año anterior.
El año pasado fallecieron en España 492.930 personas, 75.305 más (un 17,7% más) que el año anterior, según ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la mayor cifra de muertes en el país desde 1941.
La mortalidad varía por meses y por comunidades, siendo Madrid la región más afectada, con un aumento del 41,2% con respecto al año anterior. En Castilla-La Mancha el incremento fue del 32,3%, y en Castilla y León del 26%. Al otro lado de la tabla, Murcia, Galicia y Canarias son las regiones con menos exceso de mortalidad (en torno a un 5%).
El INE no especifica a qué motivos se debe el exceso de fallecimientos detectado en 2020, pero los aumentos de mortalidad coinciden prácticamente con las olas de la pandemia, al registrarse los mayores crecimientos de defunciones en marzo y abril (56,8% y 78,2%, respectivamente, con respecto a los mismos meses del año anterior), y en octubre y noviembre, cuando el número de defunciones se incrementó un 21,0% y un 21,6%, respectivamente, en comparación con los mismos meses de 2019. Según los datos del Ministerio de Sanidad, hasta el 31 de diciembre de 2020 habían muerto 51.078 españoles por covid-19.
La esperanza de vida se reduce más de un año
Con datos del INE, y en función de la edad y el sexo, el mayor incremento de mortalidad con respecto a 2019 se observa en el grupo de 75 a 79 años, tanto en hombres (con un incremento del 25%) como en mujeres (22,4%).
Este aumento de la mortalidad en España ha hecho también que la esperanza de vida disminuya 1,24 años, al situarse en los 82,34 años, y que el crecimiento vegetativo, esto es, la diferencia entre nacimientos y defunciones, sea negativo en 153.167 personas, frente a la diferencia de 57.146 que hubo en 2019.
El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
