”Parecía un hombre de 60 años, terriblemente enfermo y triste. Tenía grandes bolsas bajo los ojos, y un peso excesivo. Emocionalmente estaba muerto, como un cadáver. Vi a Elvis Presley en Washington antes de que muriera. Le miré a los ojos y allí no había nada. Y al final no había nada tampoco en mí”. Así hablaba de sí mismo Elton John cuando tenía 46, sobre su adicción al alcohol y a las drogas y su enfermedad de bulimia que había superado un año antes. Ahora, tres décadas después, el artista ha celebrado llevar tanto tiempo sobrio.
El artista lo ha conmemorado y ha recibido tarjetas de felicitación por haberse mantenido alejado de ese mundo: “Un reflejo del día más mágico con la celebración de mi 30º cumpleaños de sobriedad. He recibido muchas tarjetas cariñosas, flores y regalitos de mis hijos, de David, de mis amigos del programa y de mis empleados tanto de la oficina como de nuestras casas”.
El británico ha confesado también en su mensaje que “si finalmente no hubiera dado el gran paso de pedir ayuda hace 30 años, estaría muerto”.
Los problemas de Elton John nunca han sido un secreto. De hecho, la película Rocketman (2019), basada en su vida, narra sus adicciones, sus problemas familiares y las enfermedades que padeció. Además, en sus memorias tituladas Yo: Elton John, donde cuenta su problemática relación con su madre y el proceso por el que pasó cuando sufrió cáncer de próstata. Aunque las drogas ya no tienen presencia en su cuerpo, el artista aseguraba que siguen estando presentes en su mente.
“Todavía sueño un par de veces a la semana que estoy esnifando cocaína (...) Soy muy afortunado por no tener sida. Desperdicié una gran parte de mi vida. Era un drogadicto y solo pensaba en consumir. La gente, mis amigos, no paraban de morirse a mi alrededor y, sin embargo, yo no hice nada por parar y cambiar mi vida”, confesó en una entrevista en la NBC.
El artista sufrió drogodependencia y alcoholismo desde mediados de los setenta hasta 1990, cuando logró desintoxicarse. Las utilizó, como él mismo confesó, para luchar contra su timidez y el peso de la fama, sin saber en qué mundo se estaba adentrando y que se convertiría en una persona con la que era “imposible convivir”.