Un PSOE en shock busca centralizar la derrota sólo en Madrid
Dentro del partido critican la campaña y defienden que Madrid no es igual que el resto de España,sin pensar en elecciones anticipadas.
El peor escenario se materializaba para los socialistas casi a media noche del martes con el final de los resultados: Isabel Díaz Ayuso arrasaba, con casi mayoría absoluta y dependiendo no del todo de Vox, y Más Madrid daba el sorpasso final ante un PSOE con los peores resultados de su historia en unas autonómicas.
El PSOE, en shock. La mayoría de cuadros guarda un silencio pesado cuando se les pregunta 24 horas después. Las expectativas no eran muy halagüeñas, pero hasta el último momento se había trasladado la impresión de que había partido, de que la victoria de la izquierda era posible por pocos escaños. Una noche para olvidar en Ferraz. Y con una advertencia desde la calle Génova: un punto de inflexión en la política nacional, un cambio de tendencia de aquí a las próximas generales, una nueva situación con el PP absorbiendo a Cs y con un Vox sin la fuerza suficiente para superar a Pablo Casado. Estas horas la digestión es muy difícil entre los socialistas, conscientes de que necesitan dar un impulso a su proyecto.
Todo ello después de una durísima campaña electoral, en la que la propia estrategia de la candidatura de Ángel Gabilondo, pilotada desde La Moncloa, había despertado críticas en voz baja de muchos socialistas, por bandazos como el “con este Iglesias, no” y mensajes como no cerrar la hostelería o no bajar los impuestos. De hecho, hasta la propia presencia de Pedro Sánchez cambió: de bajar al barro contra Ayuso hasta dosificar su presencia conforme pasaban los días.
Unas elecciones autonómicas, pero con repercusiones a nivel nacional, con el PP cogiendo aire. Y eso es lo que ahora quiere aislar precisamente el PSOE con su relato: se trata sólo de Madrid y esta comunidad no representa a toda España. Es la idea que tienen los socialistas, que recuerdan, por ejemplo, la casi inexistencia de los populares en otras zonas como Cataluña y el País Vasco.
Por lo tanto, el mensaje es que se trata de un problema del PSOE de Madrid (la noche electoral no se celebró ni en Ferraz, sino en un hotel cercano). La sensación es que se acabó el tiempo de Ángel Gabilondo (que estaba de salida con su posible nombramiento como Defensor del Pueblo), aunque por el momento desde su entorno se traslada que recogerá el acta, permanecerá trabajando en la Asamblea y no se plantea dimitir. Eso no significa que vuelva a ser portavoz. No obstante, muchas voces socialistas deslizan que se espera una fuerte “renovación” de la federación en los próximos meses, según fuentes consultadas. La lista ya daba algunas pistas de ese posible recambio, con dirigentes en casillas de salida como Hana Jalloul, Mónica Carazo y Juan Lobato.
La Ejecutiva del PSOE-M se ha reunido de urgencia este miércoles por la tarde de manera telemática, pero no ha tomado ninguna decisión drástica.Según un comunicado, ha decidido “comenzar a trabajar para lograr una transición ordenada en el próximo Congreso Regional” y “escuchar en las próximas semanas tanto a los órganos del partido como a la militancia para analizar y tomar las medidas necesarias que permitan volver a conseguir la confianza de la ciudadanía madrileña”.
La razón de esta derrota en público para los socialista tiene que ver con el marco impuesto por Isabel Díaz Ayuso. Según decía la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, es muy complicado para un socialista competir en un escenario en el que se habla de los ex, cañas o de abrelatas de berberechos. Una competición en que también ha jugado una mala pasada, reconocen algunos dirigentes, el modelo de oposición, ante el de Mónica García (Más Madrid), que ha sido mucho más dura durante estos años contra la presidenta del PP y ha logrado ese sorpasso en votos a los socialistas.
A pesar de este descalabro, en el PSOE no quieren oír hablar de elecciones anticipadas en España. “Queda legislatura por delante”, resumía Calvo, que ha dicho que el horizonte de la coalición con UP es de “estabilidad”. Tras estos duros meses, los socialistas y La Moncloa confían en el proceso de vacunación y en la llegada de los fondos europeos para que la economía se revitalice y el proyecto tire electoralmente.
Lo que también diseccionan es que Madrid no es igual al resto de España ni el PP de Madrid es el mismo que en las otras autonomías. En este caso entienden que Ayuso ha hecho un discurso más próximo a Vox, de ultraderecha, que no tiene por qué calar igual en el resto de territorios. Pedro Sánchez ha decidido convocar este jueves a la dirección del partido para analizar qué ha pasado.
“No esperábamos una derrota de esta intensidad”, resume un miembro de la Ejecutiva socialista, que incide en que no era una campaña fácil precisamente para el PSOE, reconociendo además que el PP ha sabido leer mejor el estado de ánimo tras estos meses de pandemia en Madrid. Los populares, radiografía, han tirado de “optimismo” frente a un bloque de izquierdas que ha sido indentificado con “límites”. Muchos socialistas, como este miembro de la dirección, entienden que Pablo Iglesias ha conseguido salvar a UP pero también ha movilizado mucho a la derecha. Al hilo, dice que “cada elección es un mundo” y que puede ser “contraproducente” incluso para el PP tanta euforia.
Además, el PSOE se preparará de manera profunda en los próximos meses para un cambio en la dirección del partido. Los socialistas han convocado para octubre su congreso federal, en el que Sánchez ya planea modificaciones en su Ejecutiva, un órgano que será muy diferente al que nació hace cuatro años tras las primarias. Entonces, el líder socialsita se rodeó de sus máximos apoyos durante batalla contra Susana Díaz, siente que ya no debe esos puestos y que hay que mirar hacia el futuro. Un trabajo a largo plazo en el que están participando intensamente Félix Bolaños y el núcleo duro de Ferraz, y que tendrá como principales ponentes a Jalloul y Lina Gálvez.
En el PSOE saben que a partir de ahora arranca realmente una nueva etapa en el Gobierno con la marcha de Pablo Iglesias de la política. Por un lado, puede rebajar muchos de los ataques de la derecha, pero, por otro lado, también puede hacer que disparen más duro contra el presidente. Yolanda Díaz es la figura emergente, pero no es de UP y el partido debe abrir un nuevo proceso congresual, en el que no se descarta alguna sorpresa orgánica.
Los socialistas aguardan las palabras de Sánchez… toca tirar de manual de resistencia.