Ayuso arrasa en Madrid y logra más escaños que toda la izquierda
Más Madrid 'sorpassa' al PSOE, Pablo Iglesias deja la política y Vox facilitará la investidura de la presidenta.
Los madrileños ya han hablado en este terremoto político. Isabel Díaz Ayuso ha arrasado en estas elecciones anticipadas del 4-M, aunque no ha logrado por un puñado de parlamentarios su anhelada mayoría absoluta, pero Vox le facilitará la investidura. Las urnas han dejado tocada a la izquierda: con un PSOE hundido, un Más Madrid logrando un excelente resultado sorpassando a los socialistas y un Unidas Podemos que entra en la Asamblea pero sin notarse el revulsivo que se esperaba con Pablo Iglesias, que deja desde este martes la política. ¿Escuchan el silencio? Es Cs, que desaparece del Parlamento regional.
Con el 99,9% escrutado, el resultado ha sido el siguiente en escaños: PP (65), Más Madrid (24), PSOE (24), Vox (13) y Unidas Podemos (10). Esto supone un auténtico efecto Ayuso, que logra más del doble de escaños que en 2019 (tuvo entonces 30) y superar ella sola a todas las fuerzas progresistas. El PSOE es el gran derrotado, con trece escaños menos, en tanto que Más Madrid sube 4 y logra ser segunda fuerza con más votos -Mónica García se convierte en la líder de la oposición-. Vox sube uno y UP, tres. Todo ello con una participación récord del 76,19%.
Con la excusa de la moción en Murcia, Ayuso adelantaba estos comicios y ha conseguido buena parte de sus objetivos, logrando más del 44% de votos y deshaciéndose de Cs -lo que abre a nivel nacional su fagocitación por parte de los populares-. La presidenta madrileña, una desconocida candidata hace dos años puesta a dedo por Pablo Casado, se convierte desde esta noche en la gran referencia de un PP que espera coger aire. El ‘popular’ ya tiene recambio si falla otra vez en las generales. Desde el balcón de Génova (en venta) se ha lanzado un mensaje: “una moción de censura democrática al sanchismo” y “un punto de inflexión” en la política nacional.
Las urnas se han abierto después de una durísima campaña electoral, marcada en su recta final por el clima de tensión, odio y crispación, cristalizado en las amenazas enviadas en sobres (con balas, proyectiles y navajas) a dirigentes como Pablo Iglesias, Isabel Díaz Ayuso, Reyes Maroto, José Luis Rodríguez Zapatero, María Gámez y Fernando Grande-Marlaska. Han sido casi dos meses agotadores, en los que apenas se ha debatido sobre la pandemia y las propuestas y que han estado dominados por el marco de “libertad” que ha impuesto Isabel Díaz Ayuso. Un tiempo en el que se ha visto cómo Vox colocaba carteles racistas contras los menores no acompañados en Sol y dudaba hasta de las amenazas recibidas por otros políticos.
Ayuso conservó por la mínima la Puerta del Sol hace dos años con el peor resultado de la historia del Partido Popular, pero ha logrado convertirse en un torpedo electoral en este tiempo, especialmente por haberse colocado como la gran antagonista de Pedro Sánchez y haber presentado Madrid como un bastión frente al sanchismo, siempre atenta a los golpes de efecto elaborados junto a su gran estratega, Miguel Ángel Rodríguez.
Ahora comienza el capítulo de alianzas después de las elecciones. Isabel Díaz Ayuso se ha abierto a pactar con Vox y ha llegado a decir que gobernar con su apoyo no sería el fin del mundo. La duda es si entrarían en consejerías los miembros de la ultraderecha (como ha pasado en Murcia), pero no tienen fuerza para exigirlo. El PP ha rechazado la propuesta del PSOE durante la campaña de realizar un cordón sanitario contra los de Abascal, y Ayuso no pone vetos a este espectro de extrema derecha como sí hacen Angela Merkel en Alemania o Emmanuel Macron en Francia. Vox ya ha celebrado como casi suya la victoria del PP y ha dicho que facilitará la investidura.
Ayuso ha conseguido esta amplia victoria después de aplicar además las medidas más laxas contra la pandemia y de mayor flexibilidad de apertura de horarios, especialmente en la hostelería. A pesar de tener los peores datos durante la pandemia, los ciudadanos han respaldado el discurso de la presidenta de intentar mantener la economía activa durante este tiempo. Todo ello salpicado con aires trumpistas y frases que daban que hablar más allá de su programa, como que no te puedes encontrar a un ex en Madrid. Las banderas y la alegría han dominado la calle Génova después de unos años de continuos fracasos en elecciones frente al PSOE a nivel nacional.
El gran descalabro de la noche lo ha sufrido el PSOE, cuya candidatura encabezaba Ángel Gabilondo. Los socialistas pierden trece escaños, se han visto ‘sorpassados’ por los de Errejón y no han tirado del bloque, después de una campaña dirigida desde La Moncloa y que ha desconcertado a muchos votantes desde este inicial “con este Iglesias, no” hasta sus propuestas sobre impuestos o la hostelería (en dirección contraria a lo defendido por el PSOE a nivel nacional). Ya desde hace días dirigentes socialistas en privado mostraban su malestar por el rumbo marcado desde el palacio presidencial.
Son unas elecciones autonómicas pero todos las analizan en clave electoral y el PSOE se lleva un gran varapalo, especialmente porque Ayuso han confrontado con Sánchez (que en un primer momento decidió bajar al abarro y luego ha espaciado más su presencia). Pedro Sánchez sabe que ha sido un señal muy clara y que necesita también relanzar el proyecto socialista porque esto es un antes y después en el relato.
Más Madrid, la formación de Íñigo Errejón, ha logrado un excelente resultado dentro de la izquierda, siendo la líder en el bloque progresistas y superando en votos al PSOE. Mónica García ha tenido una de las mejores campañas y ha ido de menos a más, logrando también rentabilizar la oposición hecha por esta médica durante los últimos meses frente a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea.
Unidas Podemos ha conseguido mantenerse en la Asamblea, evitando ese fantasma de hace unos meses de no poder superar el 5%. Pablo Iglesias abandonaba el Gobierno central en este audaz movimiento, pero su figura no ha sido tan fuerte y se queda como quinta fuerza en la Asamblea de Vallecas. Sin posibilidades de gobernar, Iglesias ha puesto punto y final a su carrera política esta noche diciendo que deja a partir de ahora todos sus cargos en la política.
Vox ha logrado subir un escaño, pero se queda como cuarta fuerza y sin lograr el subidón que esperaba hace meses. Su principal problema: Isabel Díaz Ayuso, que tenía mejor valoración incluso que Rocío Monasterio entre los votantes de la ultraderecha.
Madrid, en dos años tendrá que votar otra vez.