El vestido de Bella Hadid deja al descubierto lo que nadie debería haber visto
La modelo suele destacar en Cannes por sus vestidos, y el de la inauguración de 2017 le ha jugado una mala pasada.
Cannes es un escenario de cine, pero también de glamour. Las marcas de moda, belleza y joyería luchan duramente porque sus piezas sean las más vistas en la alfombra roja a través de vestidos hechos especialmente para la ocasión, cuidadísimos looks y joyas nunca vistas.
Por eso, además de actrices, son muchas las modelos —imágenes de esas marcas, a menudo— que se apuntan a pisar la alfombra roja de La Croisette. Una de ellas ha sido Bella Hadid, que en 2016 ya epató en esta pasarela cinematográfica con este ligero vestido rojo y ahora ha vuelto a triunfar gracias a un estilo sencillo y clásico a la par que tremendamente sensual.
La hermana de Gigi Hadid (a la que este año no se ha visto aún en el Festival) triunfó en la primera noche del festival este 2017, cuando acudió junto a su padre al pase de la película Los fantasmas de Ismael. Hadid dejó a todos con la boca abierta con un vestido rosa palo de seda y escote palabra de honor en forma de corazón firmado por Alexandre Vauthier, con una larguísima apertura lateral, que acompañó con un impresionante collar de diamantes, con un inmenso zafiro de 180 kilates de Bvlgari.
Sin embargo, la modelo, de 20 años, se enfrentó a algunos problemillas en la alfombra roja. La apertura de su vestido le jugó una mala pasada —lo que los anglosajones suelen llamar un wardrobe malfunction, un fallo de vestuario— y los fotógrafos captaron su ropa interior (eso sí, de color beige, similar al tono de su piel).
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