El vertedero de Pinto lleva cinco años sin el sistema continuo de medición de gases
La planta de biometanización emana 73.800 kg/h de compuestos “potencialmente tóxicos”, según Ecologistas en Acción
Un chorro constante -73.800 kilos cada hora- de “gases potencialmente contaminantes y tóxicos” se escapan del vertedero de la localidad madrileña de Pinto (51.500 habitantes) sin control continuo desde hace cinco años.
Ecologistas en Acción ha denunciado este lunes que la caldera que usa el biogás procedente de la descomposición de la basura para producir electricidad y el sistema constante de medición de gases se encuentran desmantelados. “Una de las chimeneas se encuentra ahora tirada en el suelo”, denuncian los ecologistas, quienes hablan de “graves irregularidades”.
La organización advierte de que el vertedero expulsa monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno -principalmente amoniaco-, así como “los temidos” óxidos de azufre presentes en el biogás que se genera en la planta.
Estos elementos, comentan los ecologistas, rodean diariamente los hogares del Sur de Madrid y son los responsables del “enfermizo olor a excrementos y a huevos podridos” que sufren en las localidades cercanas (Pinto, Getafe, San Martín de la Vega, Parla y Valdemoro), en las que viven alrededor de 250.000 personas.
Esta situación, según Ecologistas, se produce desde 2014. La chimenea que ahora se encuentra en el suelo forma parte del sistema instalado en 2007 que optimiza el biogás que se quema en la planta para producir energía. Y el medidor continuo de emisiones de gases contaminantes, instalado dos años después, ofrecía información en directo constantemente sobre la concentración de los tóxicos.
“Se está vulnerando gravemente la legislación”, denuncia la asociación ecologista, ya que el Gobierno regional condicionó la construcción de esta planta a que tuviera estos sistemas que la Mancomunidad Sur, entidad responsable de la gestión del vertedero ha eliminado.
Este organismo justifica el desmantelamiento, porque no puede asumir el “personal con formación específica” para manejarlo, y el consiguiente aumento del coste. “No se prevé su puesta en marcha”, reconoce en una comunicación a la que ha tenido acceso El HuffPost.
La propia Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid explica que, puesto que “no están instaladas ni la caldera ni el sistema de medición continuo, las estimaciones de emisiones a la atmósfera se realizan con periodicidad mensual”.
Algo que para el portavoz en Pinto de Ecologistas, Miguel Ángel García, entraña un riesgo: “Si hay una fuga peligrosa se tardaría un mes en detectar, en el mejor de los casos”.
Más de 2,5 millones de euros “tirados a la basura”
La planta de biometanización y compostaje es una de las tres infraestructuras de tratamiento de residuos que alberga Pinto, junto con el depósito y la planta de separación de envases. Fue puesta en funcionamiento en 2004 y tiene capacidad para tratar 140.000 toneladas de basura al año que se aprovechan para generar electricidad utilizando los gases que se obtienen cuando se descompone la basura.
La energía eléctrica resultante se deriva y se vende a la red. De esta manera se saca partido a gases que, de otra manera, acabarían en la atmósfera aumentando el efecto invernadero.
El coste de las mejoras que ya no están operativas fue de más de 2,5 millones de euros. Es más en 2012, el entonces consejero de medioambiente Borja Sarasola, sacó pecho por la instalación pinteña: “Conseguimos evitar contaminación, y en una cantidad muy importante: 480.000 toneladas de dióxido de carbono”, dijo entonces.
El portavoz de Ecologistas asegura que ya ha presentado la denuncia ante el Área de Disciplina Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente. “Esperamos y confiamos en que una multa millonaria caiga sobre los responsables”, cuenta.
Las instalaciones desmanteladas fueron financiadas en gran medida con dinero procedente de la Unión Europea (subvenciones por inversiones sostenibles). Por ello, Ecologistas notificará a la Comisión Europea el fin que han tenido los más de 2 millones de euros (el 80% del total) con los que contribuyó. “Eran proyectos sostenibles que ahora están tirados en la basura”, se queja García.
Un vertedero polémico
La situación de esta planta se suma a la ampliación de uno de los vasos del vertedero, el correspondiente a la tercera fase. La Consejería de Medioambiente autorizó este año elevar la altura mínima de basura por encima de los 600 metros.
Más de un centenar de organizaciones alegaron en agosto contra el plan de la Comunidad, que es una solución temporal ante la demora de la construcción de la nueva ampliación. El Ayuntamiento también quiere tumbar los planes de la Consejería.
Esta no estará operativa, según Ecologistas en Acción, hasta agosto de 2021. Además, la organización denuncia que la propia Mancomunidad encontró en el proyecto de ampliación “riesgos inasumibles para la salud”, que obligaron a sacarlo de nuevo a concurso.
La colmatación del vertedero de Alcalá de Henares y el retraso en la construcción de la planta de Loeches que lo sustituya son los responsables de que Pinto, según denuncia el acalde, pueda empezar a recibir la basura del Este de Madrid a partir de octubre: 300.000 toneladas anuales más que se sumarían a las 700.000 que ya recibe.
Un plan que está en la mesa de Comunidad de Madrid y que ya ha pedido permiso para ejecutar la Mancomunidad Sur.