El verdadero manual de resistencia de Sánchez
El presidente, al borde de las elecciones y del precipicio político
"Si pudiera elegir, si tuviera otra oportunidad, de empezar de cero otra vez, de vivir una nueva vida más. Yo volvería a repetir y volvería a nacer en la misma tierra que hoy me ve diciéndome adiós".
Pedro Sánchez recorre kilómetros por toda España. El derrocado secretario general del PSOE se pone sus cascos. Junto a su mujer ha creado una lista en Spotify con sus canciones favoritas. Se las pone a todo volumen para animarse. Y uno de los temas que le obsesiona esLa segunda oportunidad, de La Habitación Roja.
Era justo hace dos años, en febrero de 2017. Un político hundido, desterrado, acorralado por el establishment. Nadie (sólo él) se podía imaginar lo que luego sucedería: vencería en las primarias a las fuerzas vivas del PSOE capitaneadas por Susana Díaz. Y, luego, le arrebataría a Mariano Rajoy el título de superviviente de la política española destronándolo en una moción de censura. El renacido. El primer habitante de La Moncloa que no había ganado las elecciones, el primero que no era diputado y el primero que gobernaba sin tener el grupo más numeroso en el Congreso.
Todo ello estará relatado en el libro de memorias que publica este martes: Manual de resistencia. Pero la vida es la vida, y hoy empieza otro nuevo capítulo. Sánchez va a anunciar la "decisión" sobre las elecciones anticipadas a las 10 horas tras un Consejo de Ministros extraordinario. Falta su confirmación, aunque todos los miembros de su Gobierno lo dan por hecho después del varapalo parlamentario de los presupuestos y la ruptura de las negociaciones con los independentistas.
¿Es una locura ir a las urnas con una derecha crecida en las encuestas y envalentonada tras el pacto andaluz? ¿Arriesgarse a perder La Moncloa y ser el presidente más breve? ¿Quedar como el único jefe del Ejecutivo que no logró aprobar unos presupuestos? ¿Habrán sido todo filtraciones interesadas?
Los ministros han ido adelantando que el presidente avanzará en el Consejo de Ministros que se va a elecciones y concretará la fecha. La titular de Hacienda, María Jesús Montero, aseguraba este jueves que Sánchez lo confirmará tras el Consejo de Ministros: "La duda es cuándo". "A lo largo del año 2019 seguro. (...) La fecha concreta solo la conoce él", explicaba.
El ministro de Fomento y 'número tres' del PSOE, José Luis Ábalos, descartaba la opción sorpresa de que Sánchez anuncie una moción de confianza y apuntaba a un adelanto electoral. Las opciones, según el político valenciano, es ir ya a elecciones o aguantar hasta otoño. "Siempre dijimos que iba a haber elecciones y por supuesto habrá elecciones", confesaba.
En la historia política de Sánchez siempre sus movimientos han parecido casi un suicidio, actos sinsentido. Desde su irrupción como candidato en 2014 a las primarias siendo un diputado raso, que había entrado de rebote en la Cámara Baja. Pero luego ha demostrado que su intuición no le fallaba. La presa fácil para muchos posteriormente se convertía en un político con colmillo capaz de desangrar a su rival, de Tomás Gómez a Susana Díaz pasando por Mariano Rajoy.
Y en este camino de ave fénix tiene ahora a su lado como principal asesor a Iván Redondo, una figura que despierta mucho recelo entre sus cercanos y sus rivales. Es la persona en la que más confía en estos momentos, ejerciendo como jefe de gabinete en el Palacio de La Moncloa. Sánchez se ha tomado 48 horas para meditar mucho su decisión final sin cámaras delante.
En un primer momento se filtró el 14 de abril, Domingo de Ramos y proclamación de la II República, como fecha electoral. Y luego ha ido ganando peso el 28 de abril. Algunos de los barones del partido quieren evitar el superdomingo del 26 de mayo -elecciones europeas, municipales y autonómicas- porque creen que la política nacional y la cuestión catalana pueden contaminar sus regiones. Aunque no todos los líderes territoriales, los que no gobiernan también sostienen que podría ayudar el efecto Sánchez.
Lo que está claro es que ya se está desplegando ese argumentario de resistencia. El de un hombre que ha intentado el diálogo y que ha ofrecido al país el presupuesto con mayor gasto social de la historia. En cambio, sus cuentas han sido tumbadas por el Congreso en esa extraña unión, como suele decir, entre independentistas y la derecha. Un Gobierno europeísta y feminista frente a la radicalización de las derechas por la irrupción del partido ultra de Vox.
Sánchez se ha curtido ya en muchas batallas internas y externas. Pudo con los cañones susanistas, con su salida del mapa al dejar el escaño, con las presiones por su tesis electoral... Y esto también ha influido en su carácter. Este Sánchez no es el de 2014 cuando llegó a la Secretaría General. Como dice un líder territorial que lo conoce desde hace años: "Es muy hermético. Lo que piensa Pedro sólo lo sabe Pedro".
En las encuestas que se publican y las internas el PSOE aparece en primera posición, aunque el problema vendría el día después, si la suma con Unidos Podemos no logra superar a las tres derechas. La otra opción sería de un pacto con Ciudadanos, pero Albert Rivera ha descartado un acuerdo con Sánchez (no con el PSOE). Y hay un factor con el que nadie contaba hace meses: el fuerte ascenso de Vox. Algo que puede movilizar al electorado de izquierdas, esperan en Ferraz.
La XII legislatura agoniza. Aquella que nació después del fracaso de la anterior cuando por primera vez no se logró una investidura, aquella en la que Rajoy fue investido tras la guerra cainita del PSOE y la abstención, aquella en la que se vivió por primera vez una moción de censura, aquella tan fragmentada que solo podía salir adelante con pactos entre partidos. Aquella, además, que ha visto cómo salían de la política Mariano Rajoy. Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal.
¿Un fracaso político? ¿El inicio de la nueva política española de pactos? Por ahora, Sánchez, el que todos creían muerto, sigue vivo. ¿Hasta hoy? Bienvenidos al verdadero manual de resistencia del presidente.
"Y volvería a fracasar, a no estudiar lo que quise estudiar, a dejar el deporte atrás, probar todo lo que pude probar, a despedirme del amor, la rosa, el libro y el adiós para volver a renacer cuando todo lo iba a perder". Lo canta La Habitación Roja.