Medidas que sí y medidas que no: el turismo después del coronavirus
Así será la nueva era tras la pandemia.
La pandemia del coronavirus ha paralizado el mundo y, con ello, ha arrasado el turismo, uno de los principales sectores en España. Con las reducciones por las restricciones en la movilidad, los hoteles, las aerolíneas y la hostelería han visto reducida su actividad económica. Sin embargo, el sector confía en el efecto rebote, en una vuelta a esos “felices años 20” del pasado siglo y en que la gente se lance a la aventura una vez se generalice la vacunación. Pero, ¿qué permanecerá y qué cambiará para siempre en el turismo que conocimos?
Gel hidroalcohólico, mascarilla, distancia de seguridad, espacios abiertos, nuevos filtros de aire, desinfección de los espacios, certificados de vacunación, PCR, test de antígenos… Tras cumplirse un año desde que comenzó el estado de alarma hay nuevas medidas que hay que tener en cuenta la hora de hacer las maletas, y algunas podrían quedarse para siempre.
Las certificaciones de salud y la seguridad en los destinos es el factor principal al decidir las vacaciones. Así como el precio y el acceso a sistemas sanitarios de calidad, dos consideraciones que se tienen cada vez más en cuenta, según un estudio de Travel Consul e Interface Tourism presentado este mes.
En un mundo post covid los viajeros europeos cambiarán algunos de sus criterios. Optarán por más viajes con posibilidad de cancelación y seguros, destinos a los que puedan llegar conduciendo, alojamientos que dispongan de cocina —lo que podría suponer un auge en el alquiler vacacional— y destinos con posibilidad de vuelos directos, según datos de la consultora Interface Tourism a través de la plataforma europea European Traveller Intelligence Monitor. Los campings, los hoteles de todo incluido y los paquetes vacacionales también cobrarán protagonismo entre las prioridades de los viajeros en los próximos años.
Qué cambiará y qué no en los hoteles
El sector turístico se tuvo que adaptar rápidamente al inicio de la pandemia. “Y lo hizo”, destaca Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y de la Asociación Hotelera Ashotel. Pero matiza que el cambio en los hoteles no ha sido, ni será, tan brusco como en otras actividades, puesto que son un “sector bastante regulado en el que la trazabilidad y las normas sanitarias están implementadas desde hace mucho tiempo”.
Los turistas, además, suelen viajar en burbujas, señala. “Suelen venir con sus parejas o con su familia más cercanas y no suelen tener mucha interrelación con otras burbujas familiares”, resalta. Como en la mayoría de los sectores, sus clientes y empleados deben hacer uso de gel hidroalcohólico, mascarillas y respetar la distancia de seguridad.
Estas “medidas han llegado para quedarse”, resalta Marichal, “porque se ha demostrado que no solamente perseveran la salud de nuestros clientes, sino la salud en general. Hay algo que tenemos que tener en claro respecto a este tipo de medidas, y es la gran bajada que se ha producido en la transmisibilidad de algunas otras enfermedades que no son el covid-19”.
Sin embargo, esto son solo previsiones, el hecho de que se mantengan, añade, dependerá de la implicación y la preocupación de los clientes y de la sociedad en general. Considera que la gente está más cansada de las mascarillas, aunque cree que en momento puntuales podrían volver, como ya lo hacían en algunos países asiáticos, y sí muestra más esperanza en la permanencia de los geles de manos. “Son muchas cosas que sin duda afianzan aún más el bienestar y la salud de los clientes y por supuesto eso se tendrá que quedar”.
Entre ellas, destaca la renovación del aire y la aceleración de la digitalización de la red hotelera. Este último es el principal camino al que se está adaptando el resto del sector turístico por el efecto del coronavirus, que limita el contacto con el personal para promover la distancia de seguridad. Esto también se está teniendo en cuenta en los nuevos proyectos e infraestructuras hoteleras, que promueven productos más aireados, con ventanas, terrazas y salidas al exterior.
Sin previsión de cambios en las aerolíneas
En las aerolíneas se llegó pronto a un consenso en la Unión Europea a través de la implantación de un protocolo de salud y seguridad elaborado por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), resalta Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas.
Guardar una distancia de seguridad en los aeropuertos de 1,5 metros entre los viajeros, el uso de la mascarilla (obligatorio para mayores de 6 años), aumentar la limpieza y desinfección en las instalaciones y fomentar las medidas de higiene entre los pasajeros y el personal. Además, durante el embarque y el desembarque se han establecido procedimientos para mantener la distancia de seguridad y, cuando no sea posible, mitigar con las demás medidas como los geles, las mascarillas y los filtros de aire.
La recirculación del aire a través de los filtros HEPA, señala Gándara, ya estaba implementado en la mayoría de los aviones, pero el coronavirus lo ha acelerado hasta hacerlo obligatorio. En cuanto al resto de protocolos, “todavía es pronto para saber cuánto van a durar”, remarca.
Experiencias previas, como tras el 11 de septiembre, cuando se establecieron protocolos nuevos de seguridad, como no llevar líquidos en cabina superiores a 100 ml, apuntan que establecer nuevas medidas podría ser posible. “La gente pensaba que era un engorro y ahora está completamente aceptado”, resalta. “Yo creo que pasará lo mismo. Las que se queden, aunque aún no está claro cuáles van a ser, se interiorizarán”, incide.
Una hostelería más digitalizada
“Nos ha afectado gravemente”, remarca José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, sobre la pandemia. En torno al 30% de la hostelería depende del turismo, señala, por lo que los establecimientos en entornos clave como Benidorm, Cataluña, Baleares y Canarias, han sido muy castigados. El descenso mayor de ventas, precisa, lo ha tenido Mallorca, cercano al 70%.
En este sector las medidas han sido similares al resto, con una diferencia clave, los cambios constantes que se han establecido en cuanto al toque de queda, los cierres y las restricciones en el uso de barras y el espacio interior. ¿Cómo serán los bares y restaurantes en el futuro? Con un mayor uso de las herramientas digitales, más sostenibles, una mayor valoración de las terrazas y limpieza constante de los espacios. “Prácticamente todo se va a quedar”, insiste Yzuel. Pero “con unas ganas inmensas de volver a la normalidad y una explosión de gente con ganas de salir y hacer uso de la hostelería”, afirma positivo, “a nivel nacional y europeo”.