El turismo de compras huye de Hong Kong
Las cuentas de resultados de las grandes multinacionales del lujo así lo reflejan.
Se empiezan a conocer las cifras sobre el impacto de la crisis política en Hong Kong. Si hace unas semanas se hacía público que, por primera vez en una década esta región entraba oficialmente en recesión, ahora comenzamos a ver el impacto real en los sectores más sensibles: el turismo y las compras.
Hasta ahora, este lugar era destino de recreo de las familias adineradas asiáticas: mujeres que acompañaban a sus maridos en viajes de negocio y ellas se dedicaban a las compras. Hacían muchas compras. De hecho, una parte muy importante de la facturación de las grandes compañías de lujo venía de Hong Kong, gracias a que era no solo el centro económico, sino también el centro financiero de Asia junto a Singapur. Y sus bonus en la banca de inversión son igual de atractivos que en Nueva York o Londres.
Pero las movilizaciones y revueltas sociales en pro de más libertades y democracia en la península están asustando a los turistas y a los negocios. Moncler, por ejemplo ha vendido un 40% menos durante el tercer trimestre del año debido a la inestabilidad “ y no ven señales de mejora en el corto plazo”, según dice la propia compañía. Hong Kong supone el 6% del negocio de Moncler en Asia.
LVMH tampoco se ha librado de la quema. El trasanlántico del lujo ha registrado una caída del 25 % en sus ventas en el tercer trimestre debido a las manifestaciones ”pro-democracia”, según afirmaba en un comunicado tras publicar sus resultados trimestrales de ventas. El grupo de Arnault generó un total de 13.300 millones de euros en ventas en el tercer trimestre, un aumento del 17 % en los datos publicados y del 11 % en los orgánicos, asegurando que el “contexto difícil estaba en Hong Kong”. Prada, tras presentar sus resultados ha suifrido la mayor caída de la empresa en la bolsa de Hong Kong desde 2017.