La clave para limpiar los cristales con el mínimo esfuerzo y sin rayarlos
Se acabó sudar para dejar las ventanas brillantes.
No hay duda. Los cristales son la parte de la casa más odiosa de limpiar. O al menos, la más difícil y la que más empeño necesita.
Sin embargo, hay ciertos trucos que pueden ayudar a que acabe esa pesadilla y que, aun así, los cristales queden relucientes, también por fuera (la eterna guerra).
Aquí no se necesitan ninguno de los productos de limpieza habituales, que suele dejar marcas o pelusas que se hacen evidentes cuando los rayos de sol atraviesan las ventanas. Hay un truco: usar medias. Su textura fina atrapa más la suciedad y no raya los cristales.
Lo primero que hay que hacer es humedecer los cristales, especialmente si estén muy sucios, y a continuación frotarlos con una media. El tercer paso sería repasar con otra media limpia para dejarlo completamente seco. En el caso de que la ventana no esté muy sucia, no sería necesaria mojarla.
A diferencia del papel de periódico, las medias evitan el riesgo de dejar restos de tinta en las ventanas.