El Tribunal Supremo de EEUU deroga la protección del derecho al aborto
Ahora la decisión dependerá de cada Estado. Por el momento, tres ya han aprobado por una ley de activación automática la prohibición de interrumpir el embarazo mientras Biden pide al Congreso que restaure la sentencia Roe contra Wade.
EEUU vuelve a los años 70. El Tribunal Supremo del país ha anulado finalmente la sentencia del caso Roe contra Wade que garantizaba la protección del derecho al aborto a nivel federal vigente en el país desde hace casi medio siglo.
El peso conservador del alto tribunal ha sido decisivo para que los seis votos de esos magistrados, tres de ellos nombrados por Donald Trump, ganaran a los tres magistrados liberales.
El fallo redactado considera que Roe versus Wade fue “ofensivamente incorrecto” y “chocaba” con la propia Constitución. Y añade que el otro fallo que ratificaba el derecho al aborto, Planned Parenthood contra Casey, en 1992, “perpetuaba” esos errores.
Ahora, con esta decisión, se deroga la protección federal porque señala que la Constitución “no otorga” este derecho y por tanto devuelve la autoridad a cada estado para poder legislar sobre el aborto y decidir si mantiene o no este derecho reproductivo. Esto va a dividir el país en dos.
Precisamente fue el Tribunal Supremo el que garantizó la protección del derecho hace 50 años. Pero en 2021, el máximo tribunal admitió a trámite un recurso contra la anulación de un tribunal de la ley del aborto de Misisipi, que prohíbe cualquier interrupción a partir de la semana 15 de gestación. Ese paso fue clave para revisar el blindaje federal a través del fallo del caso Roe contra Wade.
De hecho, tal y como publicó a inicios de junio The New York Times, los legisladores de más de una veintena de estados republicanos tienen ya preparados los textos para prohibir o restringir el aborto a través de proyectos de ley.
A través de “leyes de activación automática”, los estados de Kentucky, Luisiana y Dakota han sido los primeros en prohibir el aborto en su territorio nada más conocer la anulación de la protección por una ley que ya habían aprobado con anterioridad. Otros 23 estados, podrían hacerlos en los próximos días según han advertido asociaciones de salud reproductiva y el Instituto Guttmacher.
Ambas instituciones también han calculado que la medida afectará a 36 millones de mujeres en edad reproductiva.
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¿Qué pasa con las mujeres que quieran abortar?
Tras conocer la noticia, el fiscal general de EEUU ha salido a aclarar qué viene ahora para las mujeres que quieran interrumpir la gestación. Teniendo en cuenta que los estados de corte conservadora van a restringir o prohibir el aborto en sus territorios, Merrick Garland ha recordado que este paso no supone una abolición total de ese derecho.
Por eso, aunque admitió que no será fácil tener que desplazarse a otro estado para abortar, Garland ha advertido de que los estados no pueden impedir a sus mujeres residentes que busquen este derecho reproductivo en otros territorios donde se mantendrá la medida.
“Y la Constitución sigue impidiendo a los estados que traten de imponer su autoridad o su prohibición más allá de sus propias fronteras”, ha añadido.
Además ha prometido que el departamento de Justicia seguirá trabajando para defender “sin descanso” los derechos reproductivos de las mujeres a pesar de esta decisión.
El caso Roe contra Wade
Se trata de un proceso judicial llevado a cabo en Texas a inicios de la década de los años 70 y que supuso un cambio histórico ya que en su resolución se reconoció por primera vez el derecho a abortar sin restricciones durante el primer trimestre de embarazo.
Los protagonistas fueron la mujer que quería interrumpir su estado de gestación, Norma McCrorvey, bajo el pseudónimo Jan Roe, y el fiscal del distrito del condado de Dallas, Henry Wade.
En un primer paso judicial, el Tribunal del distrito falló a favor de la denunciante pero no se pronunció sobre el derecho al aborto y, por tanto, ambas partes apelaron la decisión.
Finalmente, en 1973 y con la hija de McCorvey nacida y dada en adopción, el Tribunal Supremo consideró que la ley de Texas era inconstitucional y se basó en la 14 Enmienda (derecho constitucional a la privacidad) para incluir que sea la mujer la que decida si desea o no abortar.
Las primeras reacciones
La decisión se venía caldeando en las últimas semanas y a pesar de las críticas que estaban recibiendo los magistrados si daban este paso atrás, incluso desde la Casa Blanca, la decisión histórica ha supuesto una reacción mundial.
Primero, entre los cientos de manifestantes que se han concentrado a las puertas del Supremo, tanto a favor como en contra de la interrupción del embarazo.
Más allá de las calles de Washington, diferentes líderes políticos, ONGs y asociaciones de Derechos Humanos también han empezado a pronunciarse a través de las redes sociales.
Es el caso del expresidente Barack Obama que ha criticado el fallo porque “relega la decisión más intensamente personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos, atacando las libertades esenciales de millones de estadounidenses”.
“Esta decisión cruel es escandalosa y descorazonadora”, ha denunciado la líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi durante una rueda de prensa. Desde el Capitolio, la política ha insistido en que el fallo es “un insulto y una bofetada” para las mujeres.
También la candidata presidencual y exprimera dama, Hillary Clinton ha recordado que la decisión de tener un hijo “debe permanecer entre los pacientes y sus médicos” y ha remarcado que la decisión de la Corte “vivirá en la infamia como un paso atrás de los derechos de las mujeres”.
En el seno del Partido Republicano, el líder del bloque en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy ha sido uno de los primeros en aplaudir la decisión de la Corte porque “salvará innumerables vidas inocentes”.
“La Corte Suprema tiene razón a la hora de devolver a los estados y a sus representantes electos el poder de proteger a los no nacidos. Vamos a trabajar para seguir rechazando estas políticas extremas que permiten el aborto tardío con el dinero del contribuyente”, ha añadido en una declaración recogida por la cadena NBC.
Por su parte, ONGs y asociaciones como Human Right Watch han criticado el fallo y recordado que “el acceso al aborto es fundamental para garantizar muchos Derechos Humanos funadamentales”. “Todos estos derechos están reconocidos en el derecho Internacional a través de tratados ratificados por Estados Unidos”, ha añadido.
Biden: “Esto no acaba aquí”
Con dureza, el presidente de EEUU, Joe Biden ha salido para enviar un mensaje a la población en el que ha garantizado que “hará todo lo que esté en su mano” para proteger a las mujeres estadounidenses para que un fallo no se interponga entre la paciente y un médico.
“Es la realización de una ideología muy extrema que existe en la Corte Suprema de Justicia”, ha definido.
Respecto a los miembros de la Corte que han votado a favor, Biden ha señalado que quieren “volver al siglo XIX” y que supone que el país se quede atrás en comparación a otras potencias desarrolladas después de eliminar “un derecho constitucional y un aspecto fundamental de muchísimos americanos”.
Además, Biden ha remarcado que la suspensión del derecho “pone en riesgo” la salud y la vida de las mujeres. Por ello, el presidente ha pedido al Congreso que restaure de nuevo la sentencia Roe contra Wade y se ha referido a las elecciones legislativas de otoño que serán cruciales para obtener la mayoría y poder llevar a cabo ese proceso. “Los votantes tienen que hacer que se escuchen sus voces. Este otoño Roe está en juego en las elecciones, así como los derechos y la libertad”, ha expresado.
El papel de Trump
En su discurso, Biden también ha señalado a su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, como artífice de que el Supremo haya dividido al país. “Han sido tres jueces nombrados por el expresidente Donald Trump quienes han sido el núcleo de la decisión de hoy de cambiar la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país”, ha aseverado.
En concreto, Trump nombró a Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett, todos ellos conservadores. Sin embargo, en una entrevista en Fox News, el expresidente ha negado influir en la decisión. “Es decisión de Dios”, ha respondido.
Además, Trump ha aplaudido el fallo y se ha mostrado convencido de que la decisión “al final funcionará para todo el mundo”.
La Iglesia habla
La medida ha llegado hasta el Vaticano desde donde en palabras del arzobispo Vincenzo Paglia ha asegurado que la decisión “interpela al mundo entero”.
“Frente a la sociedad occidental que está perdiendo su pasión por la vida, este acto es una poderosa invitación a reflexionar juntos sobre el grave y urgente problema de la generatividad humana y las condiciones que la hacen posible; al elegir la vida, está en juego nuestra responsabilidad por el futuro de la humanidad”, señala.
En la iglesia española también ha habido aplausos para “un paso en la buena dirección”. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha expresado que “es un aliento para seguir luchando”.