El Tribunal Superior de Justicia de Londres autoriza la extradición de Assange a EEUU
Está acusado de espionaje y piratería informática tras la publicación de documentos militares y diplomáticos secretos, lo que podría acarrearle 175 años de prisión.
El Tribunal Superior de Justicia de Londres ha aprobado este viernes extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange. El 27 y 28 de octubre se celebró en la capital del Reino Unido el juicio ante el que se interpuso el recurso presentado por EEUU, después de que en enero la Justicia británica se negara a extraditar al programador, activista y periodista australiano.
La jueza Vanessa Baraitser explicó que el rechazo a la petición de Washington respondía a los temores de que el activista pudiera suicidarse, argumentando que la extradición sería “opresiva” debido a la salud mental de Assange. Por su parte, EEUU aseguró al Reino Unido que si extraditaba a Assange, podría cumplir su condena en Australia, el país donde nació.
Después de la audiencia, el tribunal aplazó la decisión, sin dar una fecha concreta. Ahora se conoce su decisión, que ha caído como un jarro de agua fría entre los cientos de seguidores que han apoyado a Assange a las puertas de los juzgados día tras día desde que comenzó el proceso. Su equipo legal aún puede recurrir el fallo, pero a todo.
Los jueces del tribunal han concluido que el Gobierno estadounidense ha ofrecido suficientes garantías de que Assange recibirá el trato adecuado para proteger su salud mental y dictaron que puede ser extraditado.
La acusación
En EEUU, Assange está acusado de cargos por espionaje y piratería informática tras la publicación desde 2010 de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades del país norteamericano en las guerras en Irak y Afganistán, que fueron difundidos por su portal de filtraciones WikiLeaks. Los cargos conllevan una sentencia máxima de 175 años de prisión.
En abril de 2019, el ciberactivista fue detenido en la Embajada de Ecuador en Londres, donde durante siete años obtuvo refugio e incluso la nacionalidad ecuatoriana. Actualmente se encuentra encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido).
La defensa de Assange argumenta que tiene derecho a la protección de la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU por su condición de periodista, lo que también se extiende a la publicación de los documentos filtrados.
“La publicación de información de interés público es una piedra angular de la libertad de los medios de comunicación y del derecho del público a recibir información sobre las irregularidades del gobierno. También está protegido por el derecho internacional de los derechos humanos y no debe tipificarse como delito”, como ha recordado en numerosas ocasiones Amnistía Internacional. Julian Assange es el primer editor en enfrentar cargos bajo la Ley de Espionaje norteamericana.
El secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, ha valorado en Twitter la noticia. “Condenamos la decisión de hoy del Tribunal Superior del Reino Unido de permitir la extradición de Julian Assange a los EEUU, lo que resultará histórico por todas las razones equivocadas. Creemos plenamente que Julian Assange ha sido blanco de ataques por sus contribuciones al periodismo”, escribe.
“Defendemos este caso por sus peligrosas implicaciones para el futuro de la libertad de prensa en todo el mundo. Es hora de poner fin a esta persecución de más de una década de una vez por todas. Es hora de liberar a Assange”, añade.
Y recuerda que el fallo se conoce “el día en que se otorga el Premio Nobel de la Paz a dos periodistas y cuando 111 gobiernos son invitados a la Cumbre por la Democracia liderada por Estados Unidos. No podría haber un símbolo más grande de contradicción”, concluye.
Por su parte, el director para Europa de Amnistía Internacional, Nils Muižnieks, ha afirmado a través de un comunicado que “esto es una parodia de la justicia”. “Al permitir esta apelación, el Tribunal Superior ha optado por aceptar las garantías diplomáticas profundamente defectuosas dadas por los EEUU de que Assange no sería recluido en régimen de aislamiento en una prisión de máxima seguridad. El hecho de que EEUU se haya reservado el derecho de cambiar de opinión en cualquier momento significa que estas garantías no valen ni el papel en el que están escritas”, denuncia.
“Si es extraditado a EEUU, Julian Assange no sólo podría enfrentar un juicio por cargos bajo la Ley de Espionaje, sino que también existe un riesgo real de violaciones graves de derechos humanos, debido a las condiciones de detención que podrían equivaler a tortura u otros malos tratos”.
“La acusación del Gobierno de Estados Unidos representa una grave amenaza para la libertad de prensa tanto en Estados Unidos como en el extranjero -coincide con RSF-. Si se mantiene, socavaría el papel clave de los periodistas y editores en el escrutinio de los ejecutivos y exponiendo sus fechorías, y dejaría a los periodistas en todas partes mirando por encima del hombro”, concluye.
Desde Wikileaks se habla de “grave error judicial” por “publicar información veraz que revela crímenes cometidos por el Gobierno de Estados Unidos en el campo de detención de Guantánamo, Irak y Afganistán, y detalles de la tortura y rendición de la CIA”.
“El enjuiciamiento contra Julian Assange es una amenaza existencial para la libertad de prensa en todo el mundo. Los principales grupos de derechos civiles, incluidos Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras, ACLU y Human Rights Watch, han calificado los cargos contra Julian Assange como una “amenaza a la libertad de prensa en todo el mundo”. Los sindicatos de periodistas, incluido el Sindicato Nacional de Periodistas y la Federación Internacional de Periodistas, han dicho que “la libertad de los medios de comunicación está sufriendo un daño duradero por el enjuiciamiento continuo de Julian Assange”, afirma en un comunicado difundido por sus redes sociales.
El editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, añade: “La vida de Julian está una vez más bajo una grave amenaza, al igual que el derecho de los periodistas a publicar material que los gobiernos y las corporaciones consideren inconvenientes. Se trata del derecho de una prensa libre a publicar sin ser amenazada por una superpotencia intimidatoria”.
Stella Moris, la prometida de Assange y madre de sus dos hijos, ha afirmado esta misma mañana que se apelará la decisión de Londres “lo antes posible”. Moris describió el fallo del Tribunal Superior como “peligroso y equivocado” y un “grave error judicial”. ”¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo puede ser posible, extraditar a Julian al mismo país que conspiró para matarlo?”, dijo a WikiLeaks.
La página fundada por Assange recuerda este viernes, además, que “el 26 de septiembre, los planes de la CIA para asesinar a Julian Assange fueron descubiertos en un informe explosivo”. “La investigación detallada reveló que las discusiones sobre el asesinato de Julian Assange en Londres se habían producido “en los niveles más altos” de la CIA y la Casa Blanca de Trump, y que los “bocetos” y las “opciones” de matar se habían elaborado por orden de Mike Pompeo, entonces director de la CIA. La investigación reveló que los planes para secuestrar y entregar a Assange estaban muy avanzados y las operaciones de la CIA provocaron una decisión política para presentar cargos en su contra”, denuncia.