El Tomavistas, un jubilado "influencer" que retrata la vida de Santander
Miguel Ángel Miguélez, de 71 años, lleva diez retratando el día a día de la capital de Cantabria.
A sus 71 años, Miguel Ángel Miguélez lleva diez siendo El Tomavistas de Santander, un “influencer” jubilado que acumula miles de seguidores en redes sociales por sus fotografías de amaneceres y su retrato del día a día de la capital cántabra.
“Yo cuento todas esas cosas que le pasan a una persona que con tiempo va recorriendo la ciudad”, explica en una entrevista con EFE frente a la Bahía de Santander, uno de los escenarios habituales de sus fotografías y vídeos dando los buenos días.
Con este contenido y “sin haber fallado ni un solo día”, ha formado una comunidad de 132.000 seguidores en Facebook, 75.000 en Instagram y más de 20.000 en Twitter, con un impacto, según explica, que llega “al millón de visualizaciones” semanales en estas redes.
El Tomavistas nació por la idea de su hija periodista, quien hizo un blog para que colgara las imágenes que tomaba de Santander en sus paseos.
Año a año, la cuenta comenzó a lograr más impacto y seguidores y hoy El Tomavistas ya no es solo un portal de fotografías de Santander sino un espacio en el que Miguel Ángel conversa con la ciudad y retrata a sus protagonistas del día a día.
También un espacio para promocionar acciones solidarias, exposiciones o proyectos de amigos que le piden que hable de sus iniciativas o de sus establecimientos, una acción que le ha valido ganar el premio Amigo de la Hostelería de Cantabria de 2022.
Además, las imágenes de la cuenta aparecen, “a pesar de no tener ni puñetera idea de fotografía”, en espacios televisivos como el tiempo de Roberto Brasero de Antena 3, “ya un amigo”, o el programa de Televisión Española Aquí la Tierra. “Raro es el día que no aparecen nuestras imágenes en la televisión”, señala.
“Sácame una foto”
A pesar de la repercusión en redes sociales que tienen sus publicaciones, que pueden llegar, asegura, al millón de impactos, El Tomavistas rechaza ser “un influencer” y afirma que “no cambia su vida cinco minutos por sacar una foto”.
“No rompo mi hábito de vida porque me inviten a nosequé”, asegura. Esta vida, a partir de la jubilación de Miguel Ángel, quien ha trabajado como ingeniero técnico de minas en la construcción, es levantarse todos los días a las seis de la mañana para salir a pasear. “El día que me levanto a las 7 y no a las 6:15 me parece que he estropeado el día”, bromea.
“Cuando me levanto, miro al cielo y decido si doy los buenos días desde El Sardinero, o me quedo por la bahía. Voy sin un rumbo fijo, depende de cómo esté el día”, relata.
Por ello, el contenido del Tomavistas es “fruto de la improvisación total” y un “retrato” de lo que ve cada mañana en sus paseos por la capital cántabra gracias al iPad, el “chisme” que “siempre” va con él. “Yo no sé lo que va a salir en diez minutos”, dice.
“Sale un señor que está pescando un pulpo o una dorada o ese señor que dice, hazme una foto, que quiero salir en el Tomavistas”, señala.
Nostálgicos de la tierruca
El objetivo de Miguel Ángel, asegura, es “poner en valor Cantabria” y achaca su éxito a un contenido “blanco”, sin polémicas y a que el paisaje que retrata “es un enclave maravilloso”.
Por ello, dice “no percibir” el odio presente habitualmente en redes sociales como Twitter, y asegura que trata de “traer felicidad a la gente” publicando contenido “positivo” de la región. “No entramos en polémicas, simplemente ponemos en valor Cantabria”, reitera el Tomavistas.
La mayoría de sus seguidores, apunta, “son de fuera” y relacionados con Cantabria, bien porque venga de vacaciones a la región o porque sea natural de Santander. “Todo ese cántabro que añora la tierruca es el que está con nosotros”, dice.