La Fiscalía responde a los alegatos políticos de la defensa: "este es un juicio en defensa de la democracia"
El Ministerio Público entra al barro y rebate las acusaciones de falta de imparcialidad de la justicia española
"Este es un juicio en defensa de la democracia, en defensa del orden constitucional que consagró la Constitución española de 1978". Con este alegato con fuerte carga política ha iniciado este miércoles la Fiscalía su respuesta a las cuestiones previas formuladas por los defensores, encaminadas a cuestionar la imparcialidad de los tribunales españoles.
[Lee aquí cómo fue la primera sesión del juicio]
Ante este ataque, la Fiscalía ha entrado al barro y ha rebatido las afirmaciones de los letrados de los independentistas."Algunos escritos de las defensas parecen libelos acusatorios que pretenden crear una visión distorsionada de la realidad con el exclusivo fin de desprestigiar la justicia española y cuestionar la calidad democrática Estado de derecho", ha afirmado el fiscal Javier Zaragoza, contundente en su exposición.
Los fiscales Zaragoza y Fidel Cadena han dedicado buena parte de sus intervenciones a desmontar el mantra de que a los políticos catalanes se les ha sentado al banquillo por su ideología. "No es el independentismo lo que se enjuicia, sino los gravísimos hechos que acaecieron en septiembre y octubre de 2017", ha espetado uno de ellos. "No se persigue una ideología sino que se juzga el intento de imponer esa ideología al resto de ciudadanos".
El resto de la intervención de la Fiscalía pretendía apuntalar la existencia de violencia y el delito de rebelión. El Ministerio Público ha hablado de un "plan criminal de gran alcance y complejidad" para llegar a la independencia en el que también participaron los Mossos d'Esquadra. "No fue un grupo de ciudadanos que pretendiera acceder al poder, sino una comunidad que ha decidido separarse del Derecho para lograr sus fines", ha señalado Zaragoza. "Y junto a ello, el poder de los Mossos, que se pusieron del lado de la rebelión", ha remachado. Según el Fiscal jefe del Tribunal Supremo, Fidel Cadena, se utilizaron "murallas humanas" que se "lanzaron" contra la Policía y la Guardia Civil.
La Fiscalía también se ha acordado del Tribunal alemán de Schleswig-Holstein, que decidió denegar la entrega del expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, por rebelión. Durante su exposición, ha criticado que el tribunal entrara a juzgar "incumpliendo palmariamente el marco jurídico europeo" cuestiones de fondo de la euroorden. "El tribunal convirtió la orden en una orden de enjuiciamiento. Creyó que podría enjuiciar los hechos".
Después de la Fiscalía ha llegado el turno para la Abogacía del Estado (representada por Rosa María Seoane) y la acusación particular (Vox). Seoane también ha dedicado una buena parte de su intervención a desmontar la lista de supuestas vulneraciones de derechos fundamentales denunciadas por la defensa durante la primera sesión del juicio.
En su primera intervención, Vox ha querido marcar perfil político. Lo primero que ha hecho Pedro Fernández, abogado del partido de extrema derecha, ha sido pedir a la Sala que impidiera a Jordi Sànchez lucir un lazo amarillo en su solapa por su "indudable carga política". El presidente de la Sala, Manuel Marchena, ha rechazado la petición al considerar que la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo lo permite.
Con la intervención de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y Vox han acabado las cuestiones previas. Los magistrados de la sala deliberarán durante la tarde del miércoles sobre estas cuestiones y trasladarán su decisión a las partes el jueves. A continuación, empezará el interrogatorio de los acusados. El primero será el exvicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras.