El Supremo estima que Jiménez Losantos no vulneró el honor del pueblo catalán
Por lo que soltó sobre el soberanismo en 2013.
El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Barcelona que consideró que el periodista Federico Jiménez Losantos no vulneró el derecho al honor del pueblo de Cataluña con sus críticas al soberanismo en 2013 en el programa La mañana de Federico, que entonces emitía Intereconomía.
En una sentencia, el Alto Tribunal desestima el recurso de la Generalitat de Cataluña contra la dictada por la Audiencia que no apreció vulneración de dicho derecho en las manifestaciones de Federico Jiménez Losantos entre el 10 y el 17 de septiembre de 2013 con ocasión de la cadena humana denominada “Vía catalana cap à independència” organizada en la Diada de aquel año.
La Sala de lo Civil del Supremo considera que no se ha producido vulneración del honor del pueblo catalán en contra del criterio de la Generalitat, cuya demanda ya fue desestimada por un Juzgado de Primera Instancia de Barcelona y posteriormente por la Audiencia Provincial.
A juicio del tribunal, “la Generalitat equipara incorrectamente la parte con el todo pues las expresiones proferidas por el periodista no fueron referidas al conjunto de la ciudadanía catalana sino a un determinado sector político y social, el identificado con las tesis soberanistas, y a algunas personas e instituciones que el demandado situaba en ese sector”.
Añade que el periodista también criticó al Gobierno de España y al ministro de Asuntos Exteriores por su conducta con relación a los acontecimientos que en esas fechas sucedieron en Cataluña.
Asimismo, agrega que “la demanda excluye del concepto de ‘pueblo catalán’ al discrepante que no participa de ese proyecto político, lo que es difícilmente compatible con los valores de democracia, pluralidad y respeto a la discrepancia que se invocan en el recurso interpuesto por la Generalitat”.
La sentencia reproduce algunas manifestaciones de Jiménez Losantos objeto de la demanda como: “El nacionalismo se basa en dos cosas, en el odio a alguien y en la hipertrofia del culto a sí mismo. O sea, los nazis se toman como el arquetipo máximo del nacionalismo, nacionalsocialismo, porque eran tan nacionalistas como socialistas y ambos los llevó a la máxima expresión”.
“No solo pensaban que los otros eran una raza inferior, algunas razas tan inferiores como la de los judíos que había que exterminarlos. Total exterminaron a seis millones. No está mal ¿eh? No es que encima lo hacían porque se creían una raza superior, la raza aria. De todo lo que le pasaba a Alemania la culpa siempre la tenían los judíos y si no los anglosajones y si no Francia. Nunca los alemanes. Este es exactamente el modelo catalán”, añadió.
Y agregó: “Es que al final el nacionalismo a lo que se parece mucho es al nacionalismo y está reproduciendo de una manera gigantesca lo que sucedía hace pocos años en el País Vasco o lo que sucede en El Goyerri, municipios tomados por los etarras”.
“Aquí el gran problema es que los etarras son la Generalidad. Aquí la violencia simbólica sobre los ciudadanos es ejercida desde una idea política, la hace el poder y la hace la connivencia del poder de Madrid que debería combatirlo, derrotarlo y anularlo”, apostilló.
Otra frase reflejada en la sentencia es: “Los españoles están poniendo dinero para esta gentuza, porque es gentuza, que tiene en la esclavitud a la media Cataluña que no piensa como ellos”.