El Supremo avala exhumar los restos de Franco y enterrarlos en El Pardo
Por unanimidad, en contra del deseo de la familia del dictador.
El Tribunal Supremo ha avalado por unanimidad, en plena precampaña para el 10-N, el plan del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar los restos de Francisco Franco para reinhumarlos en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio en contra del deseo de la familia del dictador de hacerlo en la cripta de la Catedral de la Almudena.
Fuentes jurídicas han avanzado la decisión de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo que ha desestimado en su totalidad el recurso de los nietos del dictador contra el acuerdo del Consejo de Ministros del 15 de marzo que fijaba para el 10 de junio la exhumación. El contenido de la sentencia se dará a conocer en los próximos días.
Al rechazar el recurso de los nietos del dictador que solo aceptaban reinhumar los restos de Franco en la cripta de la catedral de la Almudena, el Supremo respalda así al Ejecutivo, que acordó volver a enterrar los restos en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio al aducir cuestiones de seguridad.
Por su parte, los Franco nunca dieron otra alternativa a la cripta de la catedral madrileña, donde su hija, Carmen Franco, compró en 1987 una sepultura a perpetuidad con espacio para varios cuerpos.
El fallo coincide el mismo día con la disolución de las Cortes y el decreto de convocatoria de elecciones, es decir, que en plena precampaña para las elecciones generales del 10 de noviembre, el Supremo da luz verde a uno de los proyectos estrella de Sánchez.
“Justicia, memoria...”
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha felicitado por la decisión del Tribunal Supremo de avalar la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos y su posterior reinhumación en el cementerio de El Pardo: “Hoy vivimos una gran victoria de la democracia española”.
En un mensaje en redes sociales, Sánchez ha destacado que la “determinación” del Ejecutivo para “reparar el sufrimiento de las víctimas del franquismo” ha guiado siempre su acción de Gobierno.
“Justicia, memoria y dignidad”, concluye su mensaje.
“Cuanto antes”
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha avanzado este martes que la exhumación de los restos de Franco se hará “cuanto antes” porque así lo avala la sentencia del Supremo y para alejarlo de la próxima campaña electoral.
En declaraciones a los medios a su llegada a un acto de la Agencia de Protección de Datos, Calvo se ha mostrado “muy satisfecha” de que sea este Gobierno el que saque a Franco “de un lugar de enaltecimiento público” y ha valorado que se haya hecho de manera “pulcra y garantista” pero, además, “absoluta” ya que “la sentencia dice dónde deben ser reinhumados los restos. Pasamos una página durísima”.
Calvo ha recordado que España era la única democracia que tenía a un dictador en “un mausoleo de Estado” y ha insistido en que la sentencia se ejecutará “lo más próximo que podamos” con un acuerdo de Consejo de Ministros que fijará una fecha.
“Profanar tumbas”
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha acusado este martes al PSOE de iniciar la campaña electoral a base de “profanar tumbas, desenterrar odios y cuestionar la legitimidad de la monarquía” y ha asegurado que su partido defenderá “la libertad y el sentido común frente al totalitarismo y los trucos de propaganda electoral”.
“Empieza la campaña socialista”, ha afirmado Abascal, quien ha asegurado que Vox “se opondrá frontalmente” a la decisión del Supremo ” porque solo Vox tiene el valor para defender la libertad y el sentido común frente al totalitarismo y los trucos de propaganda electora”.
En un segundo mensaje sobre este asunto, el líder de Vox ha asegurado que le “da igual que sea legal o no la intención del gobierno de profanar tumbas contra el deseo de las familias” y ha subrayado que su partido estará “siempre en contra de desenterrar muertos y odios del pasado”.
“La batalla” hasta el final
Por su parte, el abogado de la familia de Franco, Luis Felipe Utrera-Molina, ha adelantado que los nietos del dictador darán “la batalla” hasta el final por “dignidad” y “honor” para evitar la exhumación de su abuelo y su reinhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
En declaraciones a TVE, Utrera-Molina ha criticado que a la familia de Franco se le niegue el “derecho básico” de enterrar a sus muertos “donde estima conveniente” y de que el Gobierno pueda “excepcionar” ese derecho porque el apellido sea Franco.
La familia del dictador ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal Constitucional por el veto a enterrar los restos del dictador en La Almudena, si bien esto no implica retrasar la ejecución de la sentencia del Supremo.
Si el tribunal de garantías avala al Supremo, su última vía será acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Último escollo
Ahora bien, la exhumación de Franco enfrenta un último escollo judicial a corto plazo en la figura del titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Madrid, José Yusty Basterreche, que suspendió provisionalmente la licencia de obras del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para levantar la losa de de la tumba de Francisco Franco en el basílica de Cuelgamuros.
Yusty, a quien la Abogacía del Estado trató de recusar sin éxito hace meses por publicar en 2007 un articulo contra la Ley de Memoria Histórica, atendió en febrero la medida cautelarísima que solicitaba un particular en una demanda contra el informe municipal del Ayuntamiento por considerar que levantar la losa de 2.000 kilos de peso puede poner en peligro a los operarios.
Fuentes jurídicas consultadas por Efe informan que la posición del Supremo no condiciona el devenir del caso del juez Yusty y que, incluso, la ejecución del fallo del alto tribunal está supeditado al procedimiento que se tramita en este juzgado. Por el momento, Yusty aun no ha fijado vista de la medidas cautelares, cuyo fallo sí que es recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Al no haberse facilitado la sentencia del Supremo, se desconoce si los magistrados harán alguna referencia en su contenido al procedimiento de El Escorial, el último freno para ejecutar la exhumación.
Todo ello sin contar con que el abogado de la familia ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal Constitucional por el veto a enterrar a Franco en La Almudena, si bien esto no implica retrasar la ejecución de la sentencia del Supremo.
Y si el tribunal de garantías avala al Supremo, su última vía será acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Lo que también queda pendiente por resolver son los recursos planteados por la comunidad benedictina del Valle, la Fundación Francisco Franco y la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos.
La Sala los dejó para más adelante ya que el presentado por los nietos del dictador era el más complejo y el único que abordaba la reinhumación, porque estos tres solo se centran en no desenterrar los restos de Franco. No obstante, su desenlace estará marcado por la decisión de hoy y previsiblemente serán rechazados.
Lustros vacía
La cripta del cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), construida para panteón de la familia del dictador, donde hay una sepultura con su nombre que lleva lustros vacía.
Su sepulcro está en el sótano de la cripta, con capacidad para una decena de sepulturas, una de las cuales tiene inscrito desde hace muchos años el nombre de Francisco Franco, según explicó en una entrevista con Efe Gabino Abánades, director de los servicios funerarios de Madrid durante dieciocho años y el hombre que dirigió el enterramiento de Franco en el valle de Cuelgamuros.
En Mingorrubio sólo descansan los restos de la esposa de Franco, Carmen Polo Martínez-Valdés, desde 1988.
Según Abánades, una de las pocas personas ajenas a la familia Franco que ha podido pisar la cripta, cuenta que su interior es “austero”, sin rastro de símbolos franquistas (“no hay águilas ni yugos ni flechas”); solo hay en el techo la expresión ‘Yo soy el Alfa y la Omega’ que aparece en la Biblia.
El camposanto, situado sobre terrenos de Patrimonio Nacional cedidos a la empresa municipal de servicios funerarios, fue un regalo del alcalde Carlos Arias Navarro a Francisco Franco y su familia en los años 60 del siglo XX.
Al cementerio, que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, se llega por una carretera angosta que tras dejar a una lado un complejo deportivo, La Zarzuela -residencia de los reyes- y la colonia militar de Mingorrubio, construida para alojar a los miembros de la escolta de Franco, acaba en un una rotonda con un pino de grandes dimensiones.
Nada más entrar al camposanto, a mano izquierda, se erige una edificación de granito con apariencia de chalé y techo de pizarra. Solo dos campanas coronadas por sendas cruces y unas vidrieras protegidas por una reja de hierro forjado delatan que no se trata de un caserón.
En el exterior de la cripta nada indica que allí esté enterrada Carmen Polo, ni que haya una tumba “gemela”, según Abánades, del dictador.
La cripta fue construida en 1969 debido a “circunstancias imprevisibles y de urgencia”, de acuerdo con el expediente del pequeño mausoleo que guarda el Archivo de la Villa, y decorada por Santiago Padrós.
La cristalera de la puerta deja entrever una capilla con una docena de bancos y unas escaleras con “unos quince peldaños” que bajan hasta la cripta, “de unos treinta metros cuadrados con dos sepulturas (la de Polo y la de Franco), otra capilla y unos servicios”.
La lápida de Carmen Polo (1900-1988) menciona a su marido y su título de señora de Meirás.
En el cementerio de Mingorrubio hay enterrados estrechos colaboradores del dictador como el propio Carlos Arias Navarro o Luis Carrero Blanco, aunque también las hay de ideología muy distinta como Francisco Tomás y Valiente o algún ministro del Felipe González.
La familia de Franco ha expresado su rechazo al traslado de los restos de Franco a Mingorrubio, la opción que prefiere el Gobierno de Pedro Sánchez, quien a su vez ha descartado la idea de la familia de que sea la catedral de La Almudena su últimas morada.
El cementerio de Mingorrubio, a unos 15 kilómetros de la Puerta del Sol, está salpicado de encinas centenarias, tiene unas 500 sepulturas, 2.200 nichos, 1.050 columbarios y medio centenar de panteones, según datos de Abánades.