El Senado aprueba definitivamente la reforma que acaba con la sedición y rebaja las penas por malversación
Tras rechazarse los vetos del PP, Vox, Ciudadanos, Junts y UPN, 140 senadores han votado a favor.
Con una tramitación exprés y tras acatar el recorte impuesto por el Tribunal Constitucional a la proposición de ley remitida por el Congreso, el Senado ha aprobado este jueves de forma definitiva la reforma del Código Penal que deroga la sedición y rebaja las penas para la malversación.
Tras rechazarse los vetos del PP, Vox, Ciudadanos, Junts y UPN, 140 senadores han votado a favor, 118 en contra y tres se han abstenido ante una reforma que convierte la sedición en un delito de desórdenes públicos agravados con una pena máxima de 5 años, frente a los 15 actuales, y que reduce a 4 años el castigo máximo para la malversación sin ánimo de lucro.
La oposición ha centrado sus discursos en una reforma tramitada en la Cámara Alta en solo una semana, que afecta a los dos delitos por los que fueron condenados los dirigentes del 1-O y que, ha asegurado, pone en riesgo la integridad de España y beneficiará a los corruptos.
Pero la mayoría parlamentaria se ha unido para criticar al PP, al que ha acusado de cercenar los derechos de los parlamentarios al acudir al Constitucional para frenar la tramitación de las enmiendas que fueron introducidas en el Congreso para renovar el tribunal de garantías.
“Bloquear las instituciones es incumplir la Constitución, es romper el espíritu de la Transición, es acabar con el entendimiento y el diálogo”, ha espetado a los populares el portavoz socialista, José María Oleaga.
Ha admitido que hay dudas en la sociedad ante la reforma, pero ha garantizado que se disiparán cuando se pueda analizar con perspectiva. “Cuando miremos hacia atrás, nadie revindicará el inmovilismo de Mariano Rajoy, todos apreciarán que la convivencia en Cataluña ha mejorado”, ha manifestado.
“Sánchez paga el precio al independentismo por permanecer en Moncloa”, ha denunciado a través de Twitter el líder el PP, Alberto Núñez Feijóo, tras votar en el pleno.
Ha sido el portavoz parlamentario, Javier Maroto, quien ha apelado sin éxito a los socialistas a romper la disciplina de voto y ha asegurado que el PP denunciará todos los días hasta el final de la legislatura “la traición de Sánchez a sus promesas, a sus votantes y a España”.
Maroto, que ha tildado al presidente del Gobierno de “mentiroso cobarde”, se ha mostrado convencido de que finalmente habrá consulta en Cataluña y que por ello el Ejecutivo quiere colocar al frente del Constitucional al magistrado Cándido Conde-Pumpido, para que ese tribunal “no sea obstáculo”.
Entre los apoyos a la proposición de ley se han contado los votos de ERC, que ha celebrado los “frutos” de la mesa de diálogo para desjudicializar el conflicto, y del PNV, que ha advertido de que el único beneficiario del choque entre los dos principales partidos es la extrema derecha.
Junts, sin embargo, ha mantenido su oposición a una reforma que sigue considerando “el procés y el 1-O como delitos punibles” y que “amplía la criminalización de conductas democráticas”.