El 'rogito' de Benedicto XVI recuerda que "luchó firmemente" contra los abusos en la Iglesia
El acta que recuerda la vida y la obra del papa emérito "luchó firmemente contra los crímenes cometidos por los representantes del clero contra menores o personas vulnerables".
El rogito, el acta que recuerda la vida y la obra del papa emérito Benedicto XVI, y que fue introducido en el féretro junto a sus restos mortales, recuerda que “luchó firmemente contra los crímenes cometidos por los representantes del clero contra menores o personas vulnerables, llamando constantemente a la Iglesia a la conversión, la oración, la penitencia y la purificación”.
En este acta, escrita en latín y que se introduce en un cilindro metálico en el féretro de los pontífices difuntos, también se recordó que “como teólogo de reconocida autoridad, dejó un rico legado de estudios e investigaciones sobre las verdades fundamentales de la fe”.
Se destacó que durante los ocho años que duró su pontificado, hasta su renuncia en 2013, “promovió con éxito el diálogo con anglicanos, judíos y representantes de otras religiones y también reanudó los contactos con los sacerdotes de la Comunidad San Pío X”, los conocidos como “lefebvrianos” que no reconocen algunos de los cambios introducidos en el Concilio Vaticano II.
El documento recuerda la mañana del 11 de febrero de 2013 cuando durante un consistorio, reunión de cardenales, anunció en latín su decisión de renunciar al pontificado por “la falta de fuerzas para ejercer de manera adecuada” su ministerio.
En la última audiencia general del pontificado, el 27 de febrero de 2013, recuerda ese documento “al dar las gracias a todos y cada uno por el respeto y la comprensión con que se había recibido su decisión, aseguró: ’Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con la dedicación al Señor y a su Esposa que he intentado vivir cada día hasta ahora y que me gustaría vivir siempre”.
El “magisterio doctrinal de Benedicto XVI se resume en las tres encíclicas “Deus caritas est” (25 de diciembre de 2005), “Spe salvi” (30 de noviembre de 2007) y “Caritas in veritate” (29 de junio de 2009), y también escribió cuatro exhortaciones apostólicas, numerosas Constituciones Apostólicas, Cartas Apostólicas, así como las catequesis ofrecidas en las Audiencias Generales y las alocuciones, incluidas aquellas pronunciadas durante sus veinticuatro viajes apostólicos alrededor del mundo.
“Frente al relativismo cada vez más rampante y el ateísmo práctico, en 2010, con el motu proprio “Ubicumque et semper”, instituyó el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nuevo Evangelización”, se recuerda.
Joseph Aloisius Ratzinger, elegido Papa el 19 de abril de 2005, nació en Marktl am Inn, en el territorio de la diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927. Su padre era comisario de gendarmería y procedía de una familia de agricultores de la Baja Baviera, cuyas condiciones económicas eran más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y había sido cocinera en varios hoteles antes de casarse”, se lee en la breve biografía que incluye el rogito.
“La época de su juventud no fue fácil. La fe y la educación de su familia le prepararon para la dura experiencia de los problemas asociados al régimen nazi, conociendo el clima de fuerte hostilidad hacia la Iglesia católica”, añaden.
Benedicto XVI, agrega el acta, “situó el tema de Dios y la fe en el centro de su pontificado, en la continua búsqueda del rostro del Señor Jesucristo y ayudar a todos a conocerlo, en particular a través de la publicación de la obra en tres volúmenes Jesús de Nazaret”.
“Dotado de vastos y profundos conocimientos bíblicos y teológicos, tenía la extraordinaria capacidad de elaborar síntesis esclarecedoras sobre los principales temas doctrinales y espirituales, así como sobre cuestiones cruciales de la vida de la Iglesia y de la cultura contemporánea”, se lee.