El referéndum vuelve a la vida política
La propuesta de ERC y las palabras de Illa reavivan el debate sobre una posible consulta, que el Gobierno y el PSOE enfrían.
Y de repente, el referéndum volvió a la vida.
Mientras en el Congreso PSOE y ERC negociaban qué enmienda presentar para reformar el delito de malversación, los republicanos hacían pública su propuesta para volver a celebrar un referéndum de independencia, con la idea de que sea legítimo si logra un apoyo mínimo del 55% con una participación del 50%.
Estaban a punto de aceptar la propuesta del PSOE para que la malversación quedara castigada con entre uno y cuatro años de prisión, lo que implica, de facto, asumir que en el referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017 se cometieron delitos.
Y el anuncio surtió efecto, ya que la posibilidad de una nueva convocatoria de referéndum ha sido la comidilla creciente en las últimas 24 horas en el Congreso de los Diputados.
Más aún después de que el líder del PSC, el exministro Salvador Illa, asegurase en una entrevista con El Confidencial que estaría dispuesto a aceptar la celebración de una consulta “sobre cómo organizar el autogobierno de Cataluña” —el Estatut—, aunque “en ningún caso una consulta para una ruptura, para la autodeterminación”. “No veo inmediata esta consulta, pero puede ser objeto de discusión”, ha expresado Illa.
A todo miembro del Ejecutivo que se asomaba por los pasillos del Congreso, la misma pregunta: ”¿va a negociar el Gobierno un referéndum?”. Todos, la misma respuesta: “No”.
“No va a suceder”, ha sentenciado Pilar Llop, de Justicia. “Son ilegales si no entran en la Constitución”, ha sumado Pilar Alegría, de Educación y portavoz del PSOE. “No va a haber referéndum”, agregaba Miquel Iceta, de Cultura y exlíder de los socialistas catalanes. “No va a haber referéndum en Cataluña con un Gobierno de Pedro Sánchez”, insistía María Jesús Montero, de Hacienda.
Desde ERC, su portavoz, Gabriel Rufián, aplaudía las palabras de Illa. “Es una buena noticia, así podemos confrontar propuestas. La nuestra es referéndum de autodeterminación, la suya parece ser que es esta”.
Lo cierto es que la propuesta de Illa no es nueva: los socialistas ya acordaron con ERC en la Mesa de Diálogo que los acuerdos salidos de estas reuniones entre el Gobierno español y el catalán fueran sometidos a consulta ciudadana.
Fuentes de ERC aseguraban este martes que el Gobierno es consciente de que tiene que negociar alguna solución sobre el futuro político de Cataluña. “Ellos saben que lo tienen que hacer”, expresaban.
Pero desde el PSOE enfrían las expectativas de los republicanos. “El puzzle ya está completo, no hay más, se acabó”, respondía un destacado dirigente socialista.
Ese puzzle comenzó con la sedición y se ha completado con la malversación. Temas a los que el Gobierno dio largas en muchas ocasiones, dando a entender que no saldrían adelante y que finalmente sí se han llevado a cabo.
Por eso ahora hay quien no se fía de que el Ejecutivo no vaya a pactar una suerte de referéndum, ya sea vía consulta o no. Así lo expresaba Cuca Gamarra, portavoz del PP: “Intentarán llamarlo de otra manera para engañar a los españoles”.
Pero los socialistas insisten: no habrá referéndum. Una cosa es estudiar una reforma del Estatut y llevarlo a consulta y otra distinta es aceptar una votación de la autodeterminación.
“Es todo una maniobra de distracción”, zanjan sobre este asunto. Una distracción que se ha colado de lleno en el debate político, como si estuviéramos en 2017.