El rasgo que hace especial a este coronavirus: la alta frecuencia de infectados con síntomas leves
"Estas personas continúan infectando a otras propagando el virus".
Los virólogos recuerdan a menudo el potencial de los patógenos infecciosos para propagarse velozmente y poner en peligro la salud humana y el bienestar global, pero ¿qué tiene de especial el SARS-CoV-2, como se denomina al virus causante de la pandemia de COVID-19, en comparación con otros coronavirus?
“Lo que hace que este nuevo virus sea especial es quizás la alta frecuencia de personas infectadas -alrededor del 80%- que solo tienen síntomas leves”, ha explicado Juana Díez, jefa del grupo de Virología Molecular, y Andreas Meyerhans, jefe del Laboratorio de Biología de las Infecciones en el Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
“Estas personas -agregan- continúan infectando a otras propagando el virus, a menos que los contactos interhumanos estén masivamente restringidos”, han matizado los especialistas, quienes creen que “los gobiernos parecen haber entendido este mensaje y están implementando medidas que, con suerte, retrasarán la propagación del virus y permitirán que los sistemas sanitarios puedan hacerle frente”.
Según Díez y Meyerhans, los gobiernos “están tratando de gestionar las crecientes amenazas que estos esfuerzos de contención del virus tendrán para nuestras economías”.
“Esto supone una tarea difícil y un enorme desafío”, según los dos científicos, que sugieren como medidas para mejorar la situación “primero inhibir la propagación del virus con la restricción masiva de los contactos interhumanos, quedarse en casa, evitar los besos, los apretones de manos, mantener la distancia entre personas de unos dos metros y lavar o desinfectar las manos”.
“Tenemos que seguir estas reglas de manera estricta”, subrayan.
La vacuna... no antes del próximo año
Sobre la posible vacuna contra este nuevo coronavirus, los dos especialistas recuerdan que la vacunación contra MERS, un coronavirus relacionado con el SARS-CoV-2, “funciona y, por tanto, parece probable que también podamos tener una vacuna potente contra el SARS-CoV-2”.
“Los estudios clínicos ya han comenzado, pero esta vacuna probablemente no estará disponible antes del próximo año”, admiten.
Aunque no hay un fármaco específico anti-SARS-CoV-2 disponible en la actualidad, Díez y Meyerhans recuerdan que hay numerosos ensayos en curso.
“Para nosotros, los candidatos farmacológicos actuales más prometedores son la hidroxilcloroquina administrada en combinación con el antibiótico azitromicina y Remdesivir”, especifican.
“Si bien los datos son preliminares y requieren estudios con más pacientes, los resultados son muy alentadores y subrayan los enormes esfuerzos que los médicos e investigadores han estado haciendo en los últimos meses”, agregan los profesores de la UPF.
Los dos investigadores enfatizan que “un sistema de investigación funcional y las instituciones de investigación son esenciales para responder rápidamente a las nuevas amenazas que inevitablemente surgirán también en el momento en que el SARS-CoV-2 esté bajo control”.
“Esperamos sinceramente que el gobierno español tenga esto en cuenta al definir su presupuesto”, concluyen.