Desde este sábado Suiza puede presumir de tener el puente peatonal en suspensión más alto del mundo. Está, obviamente, en los Alpes y conecta Grächen y Zermatt. Sus dimensiones son sólo aptas para valientes: mide 494 metros de longitud, 65 centímetros de ancho y, en su punto más alto, cuelga a 85 metros de altura.
Bautizado como Charles Kuonen —uno de los patrocinadores de la construcción—, el puente cuenta con un sistema que evita el balanceo. Al unir Grächen con Zermatt completa el Europaweg, un camino que permite recorrer las principales cumbres de los Alpes, como el Cervino.
Como señalan desde Turismo de Zermatt, es "para excursionistas sin miedo a las alturas", no sólo por la altura a la que hay que enfrentarse, sino porque el material del suelo permite ver el precipicio por debajo de los pies.
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