El PSOE rechazó hace tres meses el impuesto a las grandes fortunas que ahora estudia
Podemos planteaba una tasa para quien tuviera más de 10 millones de euros. Los socialistas se alinearon con PP y Vox y votaron en contra
El PSOE ya no cierra la puerta a apoyar un impuesto a las grandes fortunas. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguraba este miércoles que el Gobierno “explora” una mayor aportación de las “grandes fortunas” y abogaba además por “armonizar” algunos impuestos autonómicos con el objetivo de evitar la “competencia fiscal a la baja”.
Este jueves, la ministra ha dado más detalles y asegura que dicho impuesto a los más ricos sería “temporal” - igual que los gravámenes a las energéticas y la banca, que estarán vigentes dos años- y que entraría en vigor a partir del 1 de enero de 2023.
El nuevo gravamen sería diferente del actual impuesto de patrimonio, que grava los patrimonios por encima de 700.000 euros -excluidos 300.000 euros de vivienda habitual-, cedido a las comunidades autónomas y que Madrid (y próximamente Andalucía y Murcia) bonifica en su totalidad.
Curiosamente, el Gobierno toma esta postura después de que hace sólo tres meses el PSOE tumbara una tasa similar propuesta por Unidas Podemos. Los morados planteaban entonces un impuesto para quien tuviera más de 10 millones de euros, con ocho tramos y tipos marginales de entre el 3,6 % y el 5%. En la votación, el PSOE se alineó con Vox y PP y votó en contra.
Un recargo adicional del IRPF o un nuevo tributo
El endurecimiento de la fiscalidad para las grandes fortunas es una reivindicación recurrente de Unidas Podemos, pero la parte socialista consideraba hasta la fecha que ya se ha avanzado suficiente en este sentido con la subida del impuesto de patrimonio para rentas altas. Ahora, tras el aumento de la competencia fiscal por parte de las comunidades del PP, la postura parece haber cambiado.
Según El País, el Ejecutivo podría imponer un recargo adicional del IRPF para las rentas más altas o crear un nuevo tributo. La primera opción tendría una implantación muy rápida porque se podría incluir en los Presupuestos de 2023, mientras que la nueva tasa tendría que tributarse como una nueva ley y su aprobación - bastante probable, por otro lado - podría demorarse.
El PP, en contra: “El gobierno exprime el bolsillo de los ciudadanos”
El presumible nuevo impuesto a las grandes fortunas contará con el voto en contra del PP. La oposición cree que no es necesaria porque el Gobierno “está batiendo récords de recaudación fiscal”. “Llevamos más de 22.000 millones de euros más hasta julio que en el mismo período del año pasado. En este contexto, debería esperarse algo más del Ejecutivo que inventarse nuevas maneras de exprimir los bolsillos de los ciudadanos”, dicen fuentes del PP.
Los populares consideran que lo “urgente” no es crear un impuesto a los más ricos “sino devolver el poder adquisitivo perdido a las rentas medias y bajas deflactándoles la tarifa del IRPF”.