El principal sindicato desmiente a Ayuso sobre el Zendal: "Solo algún robo en taquillas"
Díaz Ayuso culpa a los "allegados de la izquierda" de sabotear el hospital madrileño, pero los profesionales sanitarios anulan su versión.
El enfrentamiento político por el Zendal, al extremo. Las sombras por el supuesto sabotaje en el hospital de pandemias madrileño han salpicado a la Asamblea con la acusación de Díaz Ayuso a los “allegados” de la oposición de izquierdas de perjudicar concienzudamente su funcionamiento. Robo de medicamentos, daños en las instalaciones... La última polémica que rodea al recién estrenado centro sanitario y que amenaza con cronificarse.
Del otro lado, nadie avala la denuncia presentada por el Gobierno regional que ya investiga la Policía Nacional. Los sindicatos de médicos y enfermeros descartan haber recibido ninguna información que revele ese supuesto sabotaje y únicamente reconocen que se han producido hurtos y manipulaciones en las taquillas del personal.
“Nadie nos ha señalado nada que induzca a pensar en un boicot. Solo quejas por algunos hurtos en los vestuarios y esto es algo que ocurre en muchos centros médicos, no solo en el Zendal, porque las medidas de seguridad son deficientes”, responden fuentes del sindicato de enfermería SATSE Madrid.
Su portavoz califica de “intolerable” la actitud de Díaz Ayuso culpabilizando a los “allegados de la izquierda”. ”¿Quiénes son esos allegados? Está señalando directamente a los profesionales sanitarios y eso no se puede permitir”, afirma visiblemente indignado.
En concreto, la presidenta regional les ha acusado, en mitad del pleno, de “robar y boicotear el hospital, de una manera mezquina, un día sí y otro también”. Su acusación venía en forma de inventario: “Fonendos desaparecidos, rotura de puertas, cajas de medicamentos desaparecidos que, por cierto, aparecen de inmediato publicados en sus medios afines (de izquierdas, se entiende), cables desconectados, falta de agua caliente, baños atascados...”.
Las fuentes de la Comunidad de Madrid consultadas han declinado dar su versión a El HuffPost tras ser consultados al respecto de la polémica.
Quienes sí han levantado la voz han sido las fuerzas opositoras a Ayuso por sus palabras. Una de las más expresivas ha sido Isa Serra, que ha calificado como “cortina de humo” el mensaje de la presidenta. La portavoz de Unidas Podemos-IU en la Asamblea ha sido contundente en su crítica: “No hay ningún tipo de sabotaje, sino una campaña inventada por el PP para desprestigiar la labor de los profesionales”.
Desde SATSE Madrid no llegan “a tanto”, comentan, pero sí piden medidas al Gobierno regional: “No me entra en la cabeza que se llame boicot a las carencias lógicas de una apertura rápida de hospital. Lo que tienen que hacer es tener humildad, analizar las posibles deficiencias... y si detectas que puede haber robos, toma medidas”. Especialmente, en el campo de la seguridad, apunta su portavoz.
“Instala cámaras, no sabemos siquiera si el acceso a vestuarios es con tarjeta magnética...”, reflexionan desde la organización sindical, pero lo hacen en hipotético, porque denuncian no haber podido ni pisar el Zendal. “Los delegados sindicales aún no hemos podido entrar al hospital, cuando llegamos a la puerta no se nos permite el paso”.
Dejar a los pacientes sin móvil por si los sabotajes
La polémica por el supuesto sabotaje ha vivido esta mañana un capítulo más con la publicación por parte de la Cadena SER de una conversación entre la directora del hospital de Alcalá de Henares con su equipo. En ella, sostiene que habría una “mano negra” en su propio centro maniobrando contra el Zendal, por lo que llega a plantear que los pacientes no puedan disponer de su propio teléfono en la habitación.
“Habrá que ver quién tenemos al teléfono, porque a lo mejor tenemos el boicoteador dentro. Si el paciente dice sí al traslado, y ya van unos cuantos, y a los cinco minutos entra el auxiliar y el paciente dice que no...”, dejando su frase sin concluir. De inmediato, un miembro del equipo le comenta que en esos cinco minutos lo que podría ocurrir es que el paciente hablase con su familia. “Pues a lo mejor el móvil lo tiene que dejar en la taquilla de entrada, donde deja sus pertenencias”, ha contestado la directora.
Su comentario, conocido dos semanas después de producirse, ha abierto otra brecha en el propio Gobierno madrileño. Hasta el vicepresidente Ignacio Aguado ha pedido su cese, algo que descarta Salud Pública por tratarse “de una conversación privada”.