El primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, regresa a su domicilio de Jartum tras el golpe
EEUU se moviliza en la zona para enviar "un mensaje claro a los militares de Sudán de que deben retomar el camino democrático”.
El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, ha regresado a su domicilio, después de haber permanecido en las últimas horas como “invitado” en la casa de Abdelfatá al Burhan, el líder del Golpe de Estado perpetrado este lunes.
Hamdok ha vuelto a su casa del barrio de Kafouri, en Jartum, la capital, bajo “un fuerte despliegue militar”, según ha informado el periódico sudanés Al Sudani y ha confirmado más tarde EEUU.
Horas antes, Al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Sudán, aseguró que Hamdok se encontraba en su domicilio y que solo volvería al suyo cuando las cosas se hubieran calmado. “Está en mi casa para protegerle de las restricciones que se han impuesto sobre él por las fuerzas políticas”, contó.
El primer ministro fue detenido el lunes después de negarse a apoyar la asonada y después de que su vivienda fuera rodeada por militares, tras lo que el Gobierno denunció su “secuestro” y desveló que Hamdok había pedido a la población “ocupar las calles” para “defender la revolución”.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha mantenido ya una conversación telefónica con el primer ministro de Sudán, convirtiéndose así en el primer representante internacional en conversar con el mandatario tras su liberación. “Me alegro de haber hablado con Hamdok tras su liberación sobre la lucha del pueblo sudanés por la democracia y la necesidad de volver al liderazgo civil”, ha señalado Blinken en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Por su parte, el Departamento de Estado ha emitido un comunicado en el que ha trasladado la “satisfacción” con la que el secretario ha recibido la noticia del regreso de Hamdok a su domicilio y ha reiterado su llamamiento a las fuerzas militares del país para que liberen al resto de líderes civiles detenidos.
Blinken ha expresado su “profunda preocupación” por el golpe de Estado de este lunes en Sudán, a la par que ha pedido a los militares que hagan uso de la “moderación y eviten la violencia al responder a los manifestantes”.
Finalmente, el secretario de Estado ha remarcado el “apoyo de Estados Unidos a la transición democrática liderada por civiles” en el país africano, así como la vuelta a los principios del marco de transición de Sudán, como se establece en la Documento Constitucional de 2019 y con el Acuerdo de Paz de Yuba de 2020.
Junto a Hamdok fueron apresados otros tantos ministros y dirigentes del panorama político sudanés. Respecto a estos, la Oficina del primer ministro ha denunciado que “siguen detenidos en lugares desconocidos”.
Al Burhan, que ha dado una rueda de prensa para abordar la situación política en el país africano, ha defendido su decisión de disolver el Consejo Soberano de Transición y el Ejecutivo y ha denunciado que las fuerzas políticas “querían monopolizar” la transición, tras varias semanas de tensiones y acusaciones entre civiles y militares.
“Preocupados”
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha seguido por la línea de Blinken y ha apuntado que las acciones “antidemocráticas” del Ejército de Sudán “subvierten” lo establecido en los acuerdos alcanzados, pero también van en contra de las “aspiraciones democráticas del pueblo sudanés”.
“Vimos al pueblo sudanés tomar las calles pacíficamente para dejar en claro el hecho de que buscan la restauración del liderazgo democrático liderado por civiles”, ha explicado Price, quien ha trasladado su preocupación y ha condenado los hechos, incluido el uso de munición real por parte de los militares.
Asimismo, ha exigido la liberación de otros líderes políticos y ha recordado a las fuerzas militares que es su “responsabilidad” asegurarse de que las personas que están bajo su custodia tengan garantizadas la seguridad y la salud.
Por otro lado, ha defendido que “ningún país ha hecho más, ningún país ha dicho más, ningún país ha brindado más a la gente en términos de asistencia y ayuda humanitaria que Estados Unidos”.
“Continuaremos trabajando para galvanizar a nuestros aliados y socios en todo el mundo para dejar muy claro dónde está Estados Unidos y aquellos con quienes compartimos intereses y valores”, ha aseverado.
Finalmente, ha defendido que el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, -quien había estado presente en Sudán los días previos al golpe- había estado en contacto con miembros de diferentes partes de la región porque había constatado “indicios de que la transición democrática en Sudán estaba potencialmente teniendo problemas”.
Contactos internacionales
Por otro lado, el Departamento de Estado y el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, han trasladado que la Administración del presidente Joe Biden se ha puesto en contacto con países vecinos de Sudán, líderes regionales africanos, -como el presidente de República Democrática del Congo y líder de la Unión Africana, Félix Tshisekedi- territorios del Golfo y aliados de Estados Unidos.
Es por esto que Price ha defendido que, desde el golpe de Estado de este lunes, los funcionarios del Departamento de Estado, incluido el propio Blinken, han estado “trabajando con el teléfono sin parar”.
“En los días, semanas y meses previos a esto (al golpe de Estado), nos habíamos comprometido con toda la gama de la sociedad política en Sudán, incluidos los líderes civiles y militares. Desde entonces, nos hemos centrado en discutir, comparar notas y lograr una posición unificada con nuestros socios y aliados”, ha indicado.
Por su parte, Sullivan ha defendido que estos contactos, especialmente con las naciones del Golfo, se han llevado a cabo para asegurarse de que se está “enviando un mensaje claro a los militares de Sudán de que deben (...) retomar el camino democrático”.
“Examinaremos toda la gama de herramientas económicas disponibles para nosotros, en coordinación y consulta con los actores regionales y otros países clave, para asegurarnos de que estamos tratando de hacer retroceder todo el proceso político sudanés en una dirección positiva”, ha añadido Sullivan, en alusión a la suspensión de fondos de ayuda estadounidenses a Jartum.
También a este respecto, Price ha aclarado la diferencia entre “asistencia bilateral” y “asistencia humanitaria”. Por tanto, ha defendido que la Administración Biden sigue, y seguirá, destinando ayuda humanitaria a Sudán -más de 400 millones de dólares, unos 350 millones de euros, en el último año fiscal-.
“La pausa de asistencia en este momento, mientras evaluamos los próximos pasos para la programación de Sudán, implica los 700 millones de dólares -más de 600 millones de euros- en fondos de apoyo económico de emergencia”, ha explicado.