El primer ganador del bote de 'Pasapalabra' explica por qué no volvería ahora al programa
Juan Campoy se llevó 10 millones de pesetas en el año 2000.
Puede que su cara no te suene pero Juan Campoy es historia de la televisión. Hace 20 años, este ovetense se llevó el primer rosco de la historia de Pasapalabra en septiembre del año 2000, de 10 millones de pesetas, unos 60.000 euros.
Ahora, Campoy ha concedido una entrevista a El Confidencial en la que ha hablado de cómo vivió aquella época y de la nueva etapa del concurso en Antena 3 de la mano de Roberto Leal.
Campoy ganó el bote cuando era un estudiante de 24 años y un apasionado de la biotecnología, materia que estudió en un máster gracias a una beca. Asiduo a participar en concursos, reconoce haber ganado 350.000 euros en premios y hasta tres coches que terminó vendiendo.
“Ganar los 10 millones de pesetas que había en el bote fue toda una sorpresa. No lo esperaba para nada. Mi idea era ganar programa tras programa porque con cada victoria te embolsabas 200.000 pesetas (1.200 euros). Sin embargo, es cierto que aquella mañana me levanté con una sensación especial, incluso me despedí de mi madre diciéndole que ese día igual me llevaba el bote. Y así sucedió”, ha reconocido a El Confidencial.
El dinero del premio le permitió respirar un poco y pudo tomarse con relativa calma el paso de ser estudiante a buscar su primer empleo. Sobre esta nueva etapa de Pasapalabra con Roberto Leal al frente, el mítico concursante se ha mostrado claro y explica que sí suele ver el concurso, sobre todo por los roscos “lo que más me atrae”.
Ahora lo que le “alucina” es “la dificultad y la profesionalización de los concursantes”: “Nosotros por aquella época nos conocíamos cinco o seis concursantes habituales. Éramos chicos que teníamos algo de cultura general, agilidad y estábamos acostumbrados a los juegos de mesa. Ahora, en cambio, hay verdaderos profesionales, gente que se lo toma su preparación casi como una oposición. Ese ha sido el gran cambio, pero el formato lo requiere. Hoy día, el rosco me parece tremendamente difícil”.
Sobre la evolución del formato, el concursante ha relatado que “ha evolucionado muy bien” y la muestra es que “sigue estando de moda y en auge total”: “Ahí están sus audiencias. Ha hecho muchos cambios y se ha ido poco a poco adaptando a lo que quiere el espectador. Sin embargo, antes con roscos eran más asequibles, lo que facilitaba que los espectadores fuesen muy partícipes y jugasen mucho al rosco. Se me antoja que ahora eso es muy difícil”.
Pero, ¿se ve concursando ahora? La respuesta parece clara: “No me veo capacitado para concursar con la gente que está ahora. Hay un gran nivel. Javier Dávila es un monstruo porque lo conozco. Para lucharles el rosco no estoy preparado, pero para completar un buen rosco y hacer un buen papel sí”.