El presidente kazajo afirma tener "controlada" la situación pero señala que aún hay "terroristas" armados
Las fuerzas kazajas matan a 26 personas en la operación para acabar con las protestas.
El presidente de Kazajistán, Kasim Jomart Tokayev, ha anunciado que las autoridades locales tienen controlada la situación provocada por las revueltas contra el Gobierno, aunque ha alertado de que aún hay “terroristas” armados, en alusión a los manifestantes.
“Ha comenzado la operación antiterrorista. Las fuerzas del orden están trabajando duro. Básicamente, se ha restablecido el orden constitucional en todas las regiones del país (...) Pero los terroristas continúan usando armas y dañando la propiedad privada. Por lo tanto, las acciones antiterroristas deben continuar hasta la completa destrucción de los militantes”, ha aseverado Tokayev.
El presidente kazajo ha convocado este viernes una reunión, que ha contado con la participación de la dirección de la Administración Presidencial, el Consejo de Seguridad y las fuerzas del orden, tal y como ha detallado la oficina presidencial en un comunicado.
Además, a primera hora de este viernes (hora local) se ha notificado el restablecimiento del acceso a Internet por cable, restringido desde el día anterior, si bien las líneas móviles aún no están disponibles.
Tras la escalada de violencia registrada en las protestas sociales que se han dado desde comienzos de año, motivadas por el precio del gas licuado, el presidente Tokayev decretó el estado de emergencia en la capital, Nursultán, hasta el día 19 de enero.
Con motivo de esta medida, las autoridades han instalado un total de seis puestos de control en las carreteras próximas a la ciudad, pues la normativa también recoge la restricción de acceso a Nursultán desde las 23.00 a las 7.00 horas (hora local).
Desde la Alcaldía capitalina, el primer edil, Altai Kulginov, ha instado a la ciudadanía a evitar los espacios altamente concurridos, así como no acudir a manifestaciones ilegales, en las que por el momento se han notificado la muerte de “decenas” de manifestantes y de cerca de 20 trabajadores de la seguridad del país, así como casi 2.300 personas heridas, según recoge la cadena Jabar 24.
Contingente ruso
La Presidencia kazaja ha confirmado la llegada del contingente ruso de las fuerzas de paz de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), desplazadas a Kazajistán para “ayudar a restablecer el orden”.
“Este contingente llegó por un tiempo limitado para realizar principalmente las funciones de cubrir y asegurar la protección de los objetos estratégicos”, ha señalado la oficina presidencial, si bien esta información ya había sido difundida previamente por el Ministerio de Defensa.
Este movimiento de Moscú ha provocado una respuesta en Washington, pues la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha expresado sus dudas sobre la legalidad del despliegue de tropas, e incluso la Misión Permanente de Kazajistán ante Naciones Unidas ha informado al Consejo de Seguridad de la ONU sobre las medidas de estabilización que están siendo adoptadas.
“En este momento no sabemos si actúan a invitación de Kazajistán o no”, ha manifestado Psaki en alusión al envío de fuerzas militares por parte de Rusia.
Naciones Unidas ha manifestado este jueves a través de su portavoz, Stephane Dujarric, que es incapaz por el momento de contrastar el número de víctimas, si bien ha hecho un llamamiento a que las manifestaciones se desarrollen de forma pacífica.
Además, Dujarric ha confirmado que el conjunto del personal de Naciones Unidas en el país ―285 personas y otros 25 empleados de la misión de la ONU en Afganistán― están a salvo y localizados.
Finalmente, ha informado de que la Representante Especial del Secretario General para Asia Central, Natalia Gherman, ha mantenido contactos con el Ministerio de Exteriores kazajo, al que ha reiterado los llamamientos “a la moderación, a abstenerse de la violencia y a promover el diálogo para abordar la situación”.