El presidente de Nicaragua reconoce que los encapuchados de las protestas son "policías voluntarios"
Daniel Ortega ha descartado convocar elecciones y luego ha dicho que consultará al pueblo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha declarado que los encapuchados con armas que actúan en las protestas contra su Gobierno "son policías voluntarios". Hace unos días decía que no tenían nada que ver con el Ejecutivo.
"Aquí tenemos lo que se llama policía voluntaria", ha apuntado Ortega en una entrevista con Euronews en la que ha repetido hasta en tres ocasiones que los enmascarados son "policías voluntarios", apenas una semana después de negar que esos grupos paramilitares pertenecieran a su Gobierno.
"El policía voluntario en operaciones especiales va enmascarado en tiempo normal. Incluso hay países en América Latina en que los jueces van enmascarados para que no los maten", ha sostenido el presidente.
Los encapuchados armados son señalados como los principales ejecutores de entre 295 y 448 muertos dejados hasta ahora, según diversos organismos nacionales e internacionales, en protestas contra Ortega. El mandatario ha reducido la cifra de muertos durante la crisis que estalló en abril a 195.
Ortega asegura que los datos de organismos de derechos humanos "no han sido depurados, no han sido verificados, simplemente son denuncias que ellos han recibido y van sumando, van sumando, van sumando", y señaló que las cifras oficiales, "que no son poca cosa tampoco, son 195 fallecidos".
Esa cifra incluye la muerte de "policías, de sandinistas, estamos hablando de paramilitares y estamos hablando de población civil que fue afectada en los tranques (barricadas)".
"Claro, si a esto le añadimos el promedio de fallecidos que tenía Nicaragua antes del 18 de abril, uno de los índices más bajos en la región, de dos fallecidos diarios, tendríamos 180 más. Lo que hacen estos organismos de derechos humanos: juntan todos", ha acusado el líder nicaragüense.
En Euronews dice una cosa... y en la CNN otra
El mandatario ha descartado ante Euronews convocar elecciones antes de 2021, fecha para la que están programadas, tal y como se lo han recomendado sectores de la población y la comunidad internacional.
Ortega ha recordado que la Constitución establece elecciones cada cinco años, y asegura que se mantendrá en el poder "para el bien del país". Adelantar los comicios sería sentar "un precedente, sería un país metido en la anarquía", e incluso asegura que "la región quedaría tomada por el narcotráfico".
En el mismo sentido reconoce haber "utilizado" un vacío en la Constitución para reelegirse, para lo cual se ha comparado con el expresidente de Costa Rica Oscar Arias, y el de Colombia Álvaro Uribe.
"Es una vía constitucional... y luego se reformó la Constitución actual,que deja las puertas abiertas, no impide la reelección", ha argumentado, al ser cuestionado sobre el modelo de Gobierno.
Sin embargo, durante una entrevista con la CNN, el mandatario se ha mostrado abierto a consultar al respecto al pueblo nicaragüense.
"Le podríamos preguntar a la gente, claro que sí. Si la gente dice que sí, vamos a elecciones anticipadas. Y si la gente dice que no, van a decir que hicimos fraude. ¿Por qué? Porque todavía las reformas que hay que hacer para fortalecer el sistema electoral necesita también de recursos", ha detallado el presidente.
Abierto a retomar el diálogo con la ONU y la Iglesia de mediadores
Hablando con la CNN, Ortega afirma que está dispuesto a reanudar el diálogo con la mediación de la ONU y la participación de la Iglesia para buscar una salida a las protestas contra su Gobierno.
"Hemos tomado contacto con el secretario general de Naciones Unidas, con diferentes organismos internacionales y lógicamente con el cardenal (nicaragüense Leopoldo) Brenes. Estamos esperando el momento", ha señalado.
El 7 de junio, la Conferencia Episcopal propuso a Ortega que adelantara a marzo de 2019 las elecciones fijadas para 2021 y que renunciara a presentarse a la reelección, pero el presidente lo rechazó y pensó que la propuesta mostraba que los obispos estaban "comprometidos con los golpistas".
Así justifica Ortega haber nombrado vicepresidenta a su mujer
La mayor expresión de nepotismo en el Gobierno de Ortega es haber ubicado a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta. Así lo justifica:
"La única que ha ocupado un cargo importante es la compañera como militante sandinista", ha resaltado, tras recordar que la familia Somoza también incluyó a sus miembros en sus Gobiernos. Sobre sus hijos, afirma que estos "están dedicados a la televisión", sin mencionar que son asesores de instituciones.
A la pregunta de si está al frente de una democracia, Ortega, reclamando que en Europa existe la reelección, ha respondido que la suya es "una democracia, porque a fin de cuentas es el pueblo con su voto el que decide".
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también con Ortega como presidente. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos han responsabilizado al Gobierno por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias".
Las protestas contra Ortega y su esposa comenzaron por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario.