El presidente de Irán afirma que investigará "hasta el final" la muerte de Amini
Raisi habla de "trágico incidente", defiende a los policías, pese a la represión, porque "ponen en riesgo sus vidas", e insiste en atacar a los que generan "disturbios".
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este miércoles que la “triste” muerte de Mahsa Amini será investigada hasta el final y calificó las protestas que han sacudido el país los últimos 12 días como “inaceptables”. “Este trágico incidente ha entristecido a todos”, dijo el ultraconservador mandatario en una entrevista con un periodista de la televisión estatal IRIB, que había sido anunciada como un discurso. “Reitero que la trágica muerte de Mahsa Amini será investigada hasta el final”, aseguró el político.
Tocado con su turbante negro, reservado para los descendientes del profeta Mahoma, Raisí tardó 30 minutos en mencionar a la joven kurda de 22 años que murió bajo custodia policial tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.
Afirmó que nadie debe “abusar” de su fallecimiento para provocar unos disturbios que son “inaceptables”. “Debe definirse la línea entre la protesta y el disturbio, que no son aceptados en ninguna parte del mundo”, aseveró.
Llamó a la detención y entrega a la justicia de los que “dañaron vidas y bienes” de los ciudadanos, “ya tuvieran un papel directo o incitaron” a esos actos. Y defendió a las fuerzas de seguridad, que según la ONU ha usado munición real en las protestas, que de acuerdo con IRIB han causado 41 muertos y oenegés en Oslo suben a 76.
“Los que defienden la seguridad del país, incluidos la Policía, la Guardia Revolucionaria y los basiji ponen en riesgo sus vidas. Son parte del pueblo”, subrayó.
Con una foto de fondo del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y el ayatolá Ruholá Jomeiní, afirmó que los “enemigos” -término que suele hacer referencia a EEUU e Israel- quieren “dividir a Irán”.
En un momento del discurso, afirmó que la crítica y la expresión de puntos de vista diferentes puede ayudar al progreso, pero después subrayó la inmovilidad de los valores del país. “Los enfoques pueden cambiar, pero los valores nunca cambian”, dijo.
Los hechos
Amini fue detenida el martes 13 por la llamada Policía de la moral por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico, y fue trasladada a una comisaría para asistir a “una hora de reeducación”.
Murió el viernes 16 en el hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
Las protestas se han repetido durante 12 noches, aunque en las últimas jornadas han perdido fuerza, en medio de la represión policial, las restricciones en internet y las detenciones de activistas y periodistas.
La Policía, junto con las basijis (milicias paramilitares leales al régimen iraní), ha reprimido las protestas con el uso de porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y, según la ONU, munición real.
Entre los arrestados se encuentra la activista Faezeh Hashemí Rafsanyaní, hija del fallecido expresidente Akbar Hashemí Rafsanyaní, figura clave de la Revolución Islámica de 1979. Hashemí fue detenida anoche por “incitar” las movilizaciones y se sumó a los 1.200 arrestados hasta ahora, según los datos de las autoridades, entre ellos 23 periodistas.