El PP se deshace de su mochila radical
El cambio de Álvarez de Toledo por Cuca Gamarra y la promoción de Martínez-Almeida consuma el giro al centro de los populares.
La destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria del PP en el Congreso consuma el giro al centro del partido que dirige Pablo Casado. En septiembre, los 89 diputados populares enfrentarán con Cuca Gamarra como nueva portavoz la presión a la que les someterá la moción de censura de Vox contra el Gobierno.
La exalcaldesa de Logroño y hasta ahora vicesecretaria de Política Social del PP tiene un perfil más técnico y no acostumbra a protagonizar polémicas. Gamarra apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias que catapultaron a Casado al frente del partido y suele desvincularse de las palabras gruesas. Toda una antítesis de Álvarez de Toledo, con quien discrepó públicamente por el apoyo del PP a la última manifestación feminista del 8-M que Gamarra suscribió y la ya exportavoz criticó con dureza.
El volantazo de Casado no termina ahí. El presidente del PP ha convocado a la Junta Directiva Nacional el próximo jueves para proponer más cambios. La exministra de Sanidad, Ana Pastor, también con un perfil conciliador y dialogante e íntima amiga del expresidente Mariano Rajoy, sustituirá a Gamarra en Política Social. Y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, será propuesto como nuevo portavoz nacional del partido.
El regidor de la capital de España se ha ganado el aplauso generalizado de dirigentes políticos de todos los colores por su gestión durante la crisis de la covid-19. Es más, alcanzó con todas las formaciones con representación en el Ayuntamiento de Madrid un acuerdo, los llamados Pactos de la Villa, para fijar los ejes principales de la recuperación económica y social de la ciudad. Todo un hito en la política española.
Que Pablo Casado promocione a Gamarra, a Martínez-Almeida y a Pastor envía un mensaje a todos los partidos en el Congreso: el PP vuelve a acercarse al centro tras meses coqueteando con el discurso radical de Vox, formación que ha sido de las primeras en homenajear a Álvarez de Toledo como muestra el tuit de la secretaria general de la ultraderecha en la Carrera de San Jerónimo, Macarena Olona: “Ella”, ha escrito en mayúsculas junto a una imagen de la ya exportavoz popular en el hemiciclo.
La moción de censura que Vox impulsará en septiembre contra el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez dejará al PP en una posición difícil. El éxito del presidente gallego Alberto Núñez Feijóo y el batacazo en Euskadi de la coalición PP+Cs, que encabezó Carlos Iturgaiz —de la línea ‘dura’ que representaba Álvarez de Toledo—, ha hecho replantearse a Casado su estrategia.
La llegada de Álvarez de Toledo a la portavocía parlamentaria del grupo popular en la Cámara Baja fue una apuesta personal del propio Casado tras ganar las primarias contra Soraya Sáenz de Santamaría. Fue él quien la rescató después de que ella abandonara la política en 2015 tras dar un sonoro portazo en forma de carta contra Mariano Rajoy.
En su despedida, en la tarde de este lunes en la plaza de las Cortes, la exportavoz ha lamentado profundamente su destitución, que cree mala para el Partido Popular. Y ha agradecido a los diputados de la formación conservadora su trabajo.
Álvarez de Toledo ha dicho que Casado le ha reprochado sus palabras sobre el nombramiento de José Sánchez Arce, director adjunto del presidente del PP, como coordinador parlamentario en detrimento de su fiel Gabriel Elorriaga y que la exportavoz calificó como una “invasión de competencias” del partido en el grupo parlamentario. Además, ha lanzado una pulla hacia Teodoro García Egea. “El secretario general ha trabajado desde el principio para reducir la autonomía del grupo parlamentario”.
La exportavoz, sin embargo, se ha apresurado a decir que su salida no se puede leer como una victoria de un bando ‘moderado’ frente a uno ‘duro’. “Se interpretará mi salida como una apuesta por la moderación, ¿pero qué etiquetas son esas? España es un insólito país en el que la moderación de una persona la define la extrema izquierda y el nacionalismo”, ha dicho.
La crisis del coronavirus y los resultados del 12-J han cambiado, no obstante, el guión del líder del PP. Solo en ese contexto se entiende la salida de Álvarez de Toledo, con formas e ideología cercanas a las de Santiago Abascal. Cuando el líder ultra se presente ante los españoles como alternativa a Sánchez en la moción, los populares no puede ofrecer las mismas consignas que la ultraderecha. Y eso que Álvarez de Toledo también ha hablado de su cacareada cercanía a Vox: “Pocas personas del PP ha escrito páginas más duras contra Vox que yo. Y lo saben los dirigentes de Vox”.
Una ventana para que el PP no obstaculice los presupuestos
Los cambios en el seno del PP abren nuevas posibilidades en la gobernación de España justo cuando el país encara uno de los mayores retos de su historia reciente: la reconstrucción tras los daños económicos y sociales que está provocando la pandemia.
Álvarez de Toledo ha esgrimido que otro de los motivos por los que Casado la ha fulminado es la apertura de una “nueva etapa política en septiembre” con la próxima negociación presupuestaria y un pacto por la Justicia con el Gobierno que la exportavoz no veía con buenos ojos, lo que inquietaba a Pablo Casado.
Los populares llegaron a acuerdos con el Gobierno en los capítulos de Sanidad y Unión Europea tras la comisión de reconstrucción —de la que Álvarez de Toledo fue apartada—. Ahora, los cambios de Pablo Casado abren una ventana a una abstención o incluso a un hipotético apoyo a los presupuestos generales del Estado que Hacienda ya está articulando y que cuentan con los 140.000 millones del fondo europeo que llegarán a España en los próximos años.
La crisis de la monarquía se encuentra en su máximo apogeo después de que se haya conocido este lunes que Juan Carlos I está en Abu Dabi, supuestamente en un hotel de lujo y ostentación máxima, tras su salida de España. La defensa cerrada que el presidente del Gobierno ha hecho de la corona dificulta que los independentistas de ERC —quienes permitieron la investidura de Sánchez— se sienten a negociar las cuentas.
En ese contexto se entiende también el giro del PP, que además se ha visto presionado por Ciudadanos. Los de Inés Arrimadas se han mostrado más pragmáticos y se han ofrecido a alcanzar acuerdos con el Gobierno por el “interés general” de España.
Los naranjas instaron a los populares a sentarse con ellos y con el Gobierno a negociar unos presupuestos “lo menos bolivarianos posible”, en referencia a Podemos, el socio de Gobierno del PSOE. No obstante, el acercamiento de los naranjas al Gobierno de coalición también se saldó con la salida del sector ‘duro’ de Ciudadanos que encabezaban Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto.
Los de Pablo Iglesias no ven con buenos ojos el flirteo de los socialistas con Ciudadanos, pero los morados andan perdidos en estos momentos en los tribunales. Dos causas que afectan directamente al partido están abiertas en los juzgados: el llamado ‘caso Dina’ y la denuncia de financiación irregular que hace el exabogado de Podemos José Manuel Calvente.
La salida de Cayetana Álvarez de Toledo, es, según ella misma, la “culminación de aquello que se ha venido en llamar verso suelto”, en referencia a su personalidad ajena a la corrección política. La exportavoz ha puesto punto final a su etapa al frente del grupo parlamentario popular comentando el último reproche del líder: “Casado rechaza mi propuesta de la concertación de un gobierno de unidad con PSOE y Ciudadanos”.