El popular médico César Carballo augura una revolución en la lucha contra el virus en dos o tres semanas: costará 8 euros
La clave la tendremos en casa.
El popular médico César Carballo, conocido por sus apariciones en programas como La Sexta Noche, ha asegurado que en dos, tres o cuatro semanas se venderán test de antígenos por saliva en las farmacias, de forma que todo el mundo podrá comprobar en su casa y de forma rápida y sencilla si está infectado por el coronavirus o no.
En una entrevista en El Programa de Ana Rosa, el doctor ha subrayado que no es lo mismo hacerse el test en saliva que como ahora, con el bastoncillo en la nariz, que es “bastante más complicado”.
“La tendencia va hacia el autotest. Dentro de dos, tres, cuatro semanas, podremos hacernos todos un test en casa comprado probablemente en farmacias y esa va a ser una de las claves para vencer al coronavirus”, ha pronosticado.
Según ha explicado, esos test son parecidos a una prueba de embarazo: “Se pone la saliva en un bote, se mezcla con un reactivo y se pone en una tirita para saber por el color si es positivo o negativo. Es muy sencillo de hacer y el resultado lo tenemos en 10 minutos”.
Carballo ha explicado que estos test tendrán un coste de entre cuatro y ocho euros y ha garantizado que “eso va ser el futuro” junto con una red adecuada de ratreadores.
Sus palabras van muy en la línea de las apuntadas recientemente por Michael Mina, profesor de la Universidad de Harvard, que ha publicado un amplio artículo en la revista Time en el que despliega una estrategia que, en su opinión, conseguiría frenar el coronavirus antes de Navidades para que las familias pudieran celebrar esas fiestas juntas.
El experto hace referencia a un tipo de pruebas de antígenos en tiras de papel, que dice que son “económicas, fáciles de fabricar, dan resultados en minutos y se pueden usar dentro de la privacidad de nuestro hogar”.
“Para usar la prueba, la persona se limpia suavemente la parte frontal de la nariz. Colocan el hisopo en un pequeño tubo precargado y colocan una tira de papel en el tubo. En cuestión de minutos, los resultados se conocen en función de si aparece una línea en el papel o no (muy parecido a una prueba de embarazo)”, explica Mina, quien subraya que si solo el 50% de la población se hiciera una prueba de esta manera cada cuatro días, podemos lograr “efectos de manada” similares a los de las vacunas porque da la posibilidad de saber, en tiempo real, que las personas son contagiosas y, por lo tanto, evitar que lo propaguen sin saberlo a otras personas.
Por eso, el experto cree que los Gobiernos deberían enviar este tipo de pruebas a la mayoría de los hogares porque su coste es bajo y el “retorno de la inversión sería enorme, en vidas salvadas, salud preservada y, por supuesto, en dólares”.
Mina admite que los test de antígenos pueden dar falsos positivos, pero asegura que eso se solucionaría fácilmente con una segunda prueba de confirmación. “Con cada paquete de 20 pruebas de tiras de papel que se envían a un hogar, se incluirían tres pruebas de confirmación adicionales. Cuando da positivo, se usa inmediatamente una prueba de confirmación en casa, y si confirma positivo, la persona se queda en su hogar y se aísla. Si la prueba confirmatoria es negativa, vuelve a realizar la prueba al día siguiente para estar seguro”, apunta.