El periodista José Antonio Martínez Soler denuncia también abusos en La Salle de Almería
"Teníamos que salir corriendo para que no nos pillaran en la huerta", confiesa el histórico de RTVE, quien se animó a contar su historia al escuchar a Palomas.
El periodista José Antonio Martínez Soler, un rostro histórico de TVE e impulsor del diario 20 Minutos, ha desvelado que fue sometido a abusos sexuales por parte de un fraile cuando era menor de edad. Ocurrió en su tierra, en Almería, en un centro de La Salle. Su testimonio ha salido a la luz gracias a la denuncia del escritor Alejandro Palomas, quien fue violado en un colegio similar que la misma congregación tiene en Premiá de Mar (Barcelona).
Fue tras escuchar al novelista cuando Soler publicó un artículo en La Voz de Almería y 20 Minutos, explicando los abusos que él mismo sufrió de niño, a los 10 años, en el colegio La Salle de Almería. El texto ha tenido un enorme impacto por la dureza de su relato, una catarsis. Ayer, Hora 14 de la Cadena SER lo entrevistó y puso en contexto su revelación. “Fui muy cobarde, lo tenía oculto en un lugar oscuro del corazón y no quería sacarlo”, explicó.
“Nunca fui capaz de contarlo, ni siquiera en mis memorias, que saldrán en mayo. Pero mi chica, que es de Boston y también es periodista, me insistía en que tenía que contarlo. Seguimos todo lo que sacó el Boston Globe, vimos la película Spotlight... y escuchar a Alejandro Palomas me llenó de rabia”. Martínez Soler ha detallado que, en su caso, sufrió tocamientos y, cuando un fraile quiso masturbarle, salió corriendo. Pero no fue víctima de una violación.
“Que yo sepa, eran tres frailes de un total de 20. Teníamos que salir corriendo para que no nos pillaran en la huerta, en el teatro... En mi caso fue en el despacho del prefecto, pero cuando me tocó el pito ya salté y me fui corriendo”, ha explicado.
El periodista ha señalado que al año siguiente echaron a ese fraile, pero que él no pudo denunciar porque hace 60 años, con Franco en el Gobierno y un régimen nacional-católico, no se podía. ”¡Tu familia se quedaba sin empleo!”.
“Lo comentábamos con amigos, con una especie de risa nerviosa. Pero te queda un sentimiento de culpabilidad. Yo siempre he mandado a mis hijos a colegios laicos y creo que mis hijos se han librado de los abusos. Ahora creo que he hecho bien en contarlo, espero que sirva para algo. Pero el obispo de Tenerife sigue siendo obispo y dijo que los niños provocan a los curas”, ha añadido.