El papa Francisco suspende su asistencia a una celebración en Roma por un resfriado
Según el Vaticano, se trata de una "leve indisposición".
El papa Francisco no acudirá a la basílica de San Juan de Letrán en Roma para asistir a la liturgia penitencial con el clero de Roma por una “leve indisposición”, informaron fuentes vaticanas.
Sin embargo, el Pontífice ha mantenido una audiencia con los miembros del Movimiento Católico Global para el Clima y otras dos reuniones privadas.
El papa apareció en la audiencia del miércoles ya algo resfriado y, por la tarde, celebró la misa para la imposición de la ceniza y la tradicional procesión desde la basílica de Santa Sabina a la Iglesia romana de San Anselmo, en la colina romana del Aventino.
Por ello hoy se decidió que permaneciese en su residencia de San Marta en el Vaticano.
Este contratiempo se produce después de que el papa mostrara su cercanía a los enfermos por el coronavirus durante la audiencia general de este miércoles, que se ha celebrado en la Plaza de San Pedro al aire libre y no en el Aula Pablo VI por precaución.
“Expreso mi cercanía a los enfermos a causa del coronavirus, a los operadores de salud que cuidan de los enfermos, a las autoridades civiles y a todos los que se están empeñando para asistir a los pacientes y detener el contagio”, ha dicho el Pontífice.
El Papa también ha mostrado de este modo su apoyo al personal sanitario que está tratando a los pacientes infectados, así como a las autoridades civiles que se esfuerzan por paliar la expansión del virus originado en China.
Entre los fieles congregados en la plaza de San Pedro, apenas se han visto un par de mascarillas, y el Papa se ha parado a saludar con normalidad a los allí presentes, como es habitual.
La decisión de cambiar el lugar de la catequesis semanal del Papa se incluye dentro de las precauciones que ha tomado el Vaticano respecto a la situación de contagio del coronavirus en Italia. Se han limitado la congregaciones de fieles en lugares cerrados y el cierre a los turistas de las catacumbas de Roma, si bien la agenda del Pontífice prosigue con normalidad. Está previsto que Francisco celebre esta tarde la misa del miércoles de Cenizas con la que inaugura el periodo de Cuaresma.
Además, el personal médico del Vaticano está disponible 24 horas al día para detectar posibles casos de coronavirus y se han colocado dispensadores de geles desinfectantes para las manos en las oficinas donde trabaja el personal del Vaticano.
En la mayor parte del norte del país alpino, donde se concentran los contagios, las iglesias están cerradas y las actividades religiosas suspendidas. El coronavirus deja ya 374 personas infectadas en nueve regiones italianas y un balance de 12 muertos, además de 4 niños contagiados, que no están en condiciones graves, en la región de Lombardía.