El número de civiles muertos por ataques aéreos aumentó un 82% en 2017
Los países más afectados por los bombardeos son Siria, Irak y Yemen.
Al menos 15.400 civiles murieron a causa de armas explosivas durante los primeros 11 meses de 2017, un 42% más que el mismo periodo del año anterior, según un informe de la ONG británica Action on Armed Violence (AOAV). 42 fallecidos al día de media. Este incremento se debe en gran parte a los ataques aéreos, que causaron un 82% más de muertes, y coincide con la campaña de bombardeos de la coalición liderada por EE UU para reconquistar los bastiones del Estado Islámico en Siria e Irak.
AOAV califica 2017 como "el peor año" desde que inició su actividad, cuando murieron por explosiones causadas por todo tipo de armas 5.597 no combatientes. Hoy, el porcentaje es un 175% superior. El estudio de AOAV se basa en un registro de las noticias sobre muertes por armas explosivas publicadas por medios de comunicación en lengua inglesa. Según destaca esta organización, es la primera vez desde hace siete años que la mayoría de las muertes se ha debido concretamente a armas explosivas lanzadas desde el aire.
Del total de fallecimientos por armas explosivas registrados en 2017, el 58% fue causado por ataques aéreos (casi 10.000 víctimas mortales), principalmente en Siria, Iraq y Yemen, países asolados guerras intestinas. Esta cantidad de muertes por bombardeos desde el aire supone, a su vez, un auge del 82% comparado con el mismo periodo del año anterior.
Los autores del informe destacan que los ataques aéreos son empleados por los ejércitos regulares y no por los grupos insurgentes o terroristas, de modo que "los estados son responsables de la mayoría de muertes de civiles por causa de armas explosivas". Las bombas de artillería terrestre o los artefactos explosivos improvisados causaron respectivamente el 11% y el 25% de muertes por explosión contabilizadas por esta organización en los primeros 11 meses de 2017.
BOMBAS IMPRECISAS
El director de AOAV, Iain Overton, ha explicado a El HuffPost que resulta muy complicado saber con exactitud qué tipo de armamento y métodos han sido utilizadas en los ataques aéreos. Sin embargo, los datos apuntan a que el auge de muertes está relacionada con la vuelta al uso de bombas convencionales.
"EE UU, Rusia y la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen están empleando bombas pesadas que carecen de precisión, y están usándolas de un modo indiscriminado. Los drones están lejos de ser tan precisos como muchos piensan, pero las bombas convencionales son mucho más imprecisas", señala.
Cuando las armas explosivas se emplean en áreas urbanas o muy pobladas, un 92% de las bajas (muertos y heridos) son civiles, según AOAV. "Estos datos exponen la mentira de que los misiles de precisión guiados que usan las fuerzas aéreas de diversos estados no causan daños masivos a los civiles. Cuando las armas explosivas son empleadas en pueblos y ciudades, los resultados son inevitables: menores, mujeres y hombres inocentes mueren", ha declarado Overton.
"Las muertes de civiles no son solo una tragedia: los efectos de esta violencia agravan la crisis de refugiados, convencen a muchos para vengarse uniéndose a las filas de grupos yihadistas y destruyen familias y comunidades por décadas", ha aseverado.