El mundo sobre dos ruedas: cinco destinos para hacer turismo pedaleando
De Buenos Aires a Sevilla pasando por Copenhague, Estrasburgo y Londres.
Ya lo decía John F. Kennedy: "No hay nada comparable al placer de montar en bicicleta". No sólo es una forma de hacer ejercicio sino que, además, los lugares se ven de otra manera cuando se va sobre dos ruedas, especialmente cuando viajamos.
Con motivo del Día Mundial del Turismo, que este año se enmarca dentro del Año Internacional del Turismo Sostenible, la agencia de viajes onlineRumbo te invita a que en tu próximo viaje elijas la bicicleta para moverte. Además de reducir las emisiones de CO2, vivirás el destino de una forma diferente, porque hay ciudades que se disfrutan más pedaleando. A continuación te presentamos cinco de ellas.
Quienes hayan visitado alguna vez Londres y se hayan montado en uno de sus famosos black cabs o en sus autobuses de dos pisos habrán vivido en primera persona una de las principales características de la capital británica: los interminables atascos. Esta es una de las razones por las que en los últimos años la bicicleta se ha ido convirtiendo, poco a poco, en el medio de transporte favorito de los londinenses. Y últimamente, también de los turistas.
Existe un servicio público de alquiler de bicicletas, abierto todo el año las 24 horas del día, que dispone de 70 estaciones y 11.000 bicis. Se paga directamente con tarjeta o a través de la app, y la primera media hora es gratis.
Pero además de evitar atascos, la ventaja que más destacan londinenses y visitantes después de haberse movido por Londres en bicicleta es la posibilidad de conocer rincones de la ciudad que de otro modo pasarían desapercibidos. Esas calles, pequeñas plazas y parques que conectan "puntos de interés", que normalmente se recorren en metro y que, por tanto, es poco probable que llegues a ver. Visitar la ciudad en bicicleta significa conocerla de verdad, a tu ritmo, sin seguir rutas fijas y sin cansarte demasiado. Además, es una forma de ahorrar: una bicicleta pública es más barata que el metro, y contribuye a que no te sientas parte de un sándwich en horas punta.
En el centro de Copenhague ya circulan más bicicletas que coches. Razón número uno para recorrerla sobre dos ruedas cuando la visites: si quieres integrarte y vivir la ciudad como un auténtico danés, hazte con una bici nada más aterrizar. Y si eres de los que tienen miedo a subirse a una bicicleta por la ciudad, aquí superarás tu fobia. La ciudad tiene más de 350 kilómetros de carril bici y es la más segura del mundo para moverse sobre dos ruedas.
Existen decenas de sitios donde alquilar una bicicleta en Copenhague. El más popular y barato para moverse por el centro es el sistema público de alquiler de bicis, que cuesta sólo 25 coronas la hora (poco más de 3 euros) y que incorpora incluso un sistema de GPS, para que no te pierdas.
Además, existen lugares en los alrededores de la capital danesa que se recomiendan visitar en bicicleta, ya que hacerlo a pie sería demasiado cansado y, por tanto, la experiencia no sería tan agradable. Por ejemplo, al idílico pueblo marinero de Dragør, formado por calles y casas que datan del siglo XVIII, sólo se puede acceder en autobús o en bicicleta. Y recorrer pedaleando los 13 kilómetros de paisaje que lo separan de Copenhague merece mucho la pena.
Si hay un lugar en Francia recomendado para visitar en bicicleta, ese es Estrasburgo. La ciudad tiene el carril bici más largo de todo el país (500 km) y fomenta el uso de la bicicleta hasta tal punto que sus oficinas de turismo recomiendan moverse sobre dos ruedas antes que en cualquier otro transporte o, incluso, caminando.
Hay rutas para bicicletas que recorren parques y jardines, atraviesan el casco histórico e incluso se zambullen en su zona peatonal. Pero además, existen varias rutas para hacer en bicicleta por los alrededores de la ciudad. Una de las más populares entre los amantes del llamado cicloturismo es la del Rin, que conecta el nacimiento del río con el canal del Marne au Rhin. La ruta, de 86 kilómetros, atraviesa pueblos, campos de cultivo, puentes y praderas, siempre sin abandonar el curso del río. Es obligatorio completar el recorrido reponiendo energías con un menú típico de la Alsacia, compuesto de chucrut, foie, cerveza tradicional y su célebre pain d'épices. Bon appétit!
Ecobici. Así se llama el servicio público de bicicletas de Buenos Aires, que es gratuito y funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. Se puede utilizar hasta una hora seguida sin coste de lunes a viernes, y los fines de semana y festivos, hasta dos horas. Para hacerlo sólo es necesario descargarse una app, y ¡a pedalear!
Así de fácil te lo pone Buenos Aires para que la recorras sobre dos ruedas. La capital argentina tiene una red de canales exclusivos para bicicletas llamados ciclovías, que se empezó a construir hace casi diez años y que ya alcanza los 181 kilómetros, conectando algunos de los puntos más importantes de la ciudad.
Existen pocas ciudades tan llanas como Buenos Aires y, además, una de las razones para recorrerla en bici es que es la forma más rápida y segura de llegar de un punto a otro. Las ciclovías están instaladas estratégicamente en calles secundarias, para sortear las zonas con mucho tráfico y con vehículos pesados. Evitarás tragar humo y conocerás calles menos transitadas, y puntos de sus 48 barrios que de otra forma sería muy difícil visitar. ¿Se te ocurre una forma más económica, completa y alternativa de recorrer la ciudad porteña?
Aunque nos parezca que España está a años luz de otras ciudades europeas, lo cierto es que el fomento de la bicicleta como medio de transporte urbano no se nos da tan mal. Sevilla ocupa el cuarto puesto en el ranking europeo de ciudades bike-friendly, después de Ámsterdam, Copenhague y Utrech. La capital andaluza apenas tiene cuestas y las distancias son cortas, por lo que pedalear por sus calles es agradable incluso cuando aprieta el calor del verano.
Además de instalar un servicio de alquiler de bicicletas (uno de los más baratos del país), el Ayuntamiento ha creado rutas turísticas específicas para conocer la ciudad sobre dos ruedas. Una de las más populares incluye los principales monumentos de la ciudad, como la Torre del Oro, la Catedral, los Jardines del Real Alcázar, la Giralda o la Plaza de España. El camino parte del puente de Isabel II, con impresionantes vistas sobre el Guadalquivir, y termina en la Puerta de Jerez. Se recomienda dedicarle el día entero o incluso dividirlo en varias jornadas, para poder ir visitando los monumentos con calma y pedalear a tu ritmo.
Otra ruta también muy popular es la del Guadalquivir, que atraviesa zonas verdes de su orilla a lo largo de 8 kilómetros. Recorrerla a pie en los meses de verano te llevaría medio día y muchos sudores, mientras que en bicicleta se completa en poco más de una hora... ¡por no hablar de la brisa que te acompaña en el camino! Eso no te lo da un abanico, por muy grande y robusto que sea.