El marido de una enferma de cáncer denuncia el abandono que sufre en un hospital de Madrid
"Quieren dejar morir a mi mujer", lamenta.
“Quieren dejar morir a mi mujer”. El marido de María (nombre figurado) no puede más. Ve cómo su esposa, enferma de cáncer, sigue empeorando su ya de por sí extrema situación clínica y denuncia lo que considera un posible caso de negligencia médica.
María tiene 43 años, muchos de ellos luchando contra un cáncer de pecho. Hace tiempo lo superó, pero con el tiempo el tumor reapareció y ha provocado metástasis por todo su cuerpo, como detalla su esposo. Él, Jorge, se queja de lo que llama “maltrato” por parte del doctor encargado de llevar su caso. No puede decir su nombre por miedo a “complicar más las cosas”, pero le acusa de “humillar” a la paciente.
“Al principio todo iba bien con él, era agradable, pero de golpe cambió y comenzaron las humillaciones. Un día nos dice que ha decidido no ponerle nada, porque ya lleva muchos ciclos de quimioterapia”, recuerda. Solo la presión de la familia hizo que el tratamiento con quimio prosiguiera, de acuerdo con lo que señala Jorge. “Creo que él por presión le mandó otro tratamiento de quimioterapia que le ha provocado una hinchazón generalizada exagerada”.
“Le han desahuciado, pero el equipo de medicina experimental ha apuntado que sí podría haber un tratamiento. Es lo que yo quiero, que la traten, que no le dejen morir porque aún es joven y puede luchar”, algo que, según cita, no contempla el oncólogo: “No, dijo que se acabó. Que le traten los de paliativos con morfina para calmar los dolores y ya”.
En todo este tiempo, María ha acudido al Hospital Jiménez Díaz cada semana. A veces, a diario, a veces un par de días... Sus periodos de descanso apenas duraban una quincena, apunta el esposo. Incontables sesiones de quimioterapia y radioterapia, pero ninguno de los dos se rinde.
Jorge denuncia no solo palabras y dejadez, sino lo que él considera una falsificación de la voluntad de la paciente. “Varios responsables me han dicho que mi mujer afirmó no querer recibir más tratamientos, que aceptaba la decisión del médico, y es mentira. Ella solo dijo que le dolía el cuerpo y que estaba cansada, pero que no quería rendirse por nuestros hijos”.
Una segunda opinión
“Yo al conocer este hecho tuve una fuerte discusión con la responsable de paliativos y la psicóloga. ¡Cómo es posible que pongan en el informe algo que no ha dicho mi mujer! Su respuesta me dejó de piedra, algo como que no sabían a qué esperábamos para pedir una segunda opinión”. Algo que, en otras palabras, supone pasar a otro centro.
Esta es la opción que ahora valora el esposo, que se confiesa “perdido” en el procedimiento. “No sé qué hacer, porque no tengo referencias de otros centros ni sé muy bien cómo gestionar esto. Me han dicho desde asuntos sociales que hable con atención al paciente dejando claro que quiero una segunda opinión, tengo que poner un hospital y mandaran allí la documentación por si es factible”.
El caso que reporta no tiene nada que ver con una necesidad imperante de camas y recursos por la emergencia del covid. “No, porque las plantas de paliativos, de pacientes con cáncer, están aparte de las de coronavirus”, remarca. Tampoco la personaliza exclusivamente en su experiencia: “Lo hacen con más gente. A nuestra compañera de habitación, muy mayor, le tuvieron varios días sin comer”.
“No hay ningún procedimiento judicial”, asegura el hospital
Fuentes internas del Hospital Jiménez Díaz descartan que haya “ningún recurso por vía administrativa o judicial” contra algún miembro del equipo de oncología. “Si hay una queja por algo que no le haya gustado al paciente, no lo sé, pero vía legal no hay nada abierto”, explican al ser consultadas sobre este posible expediente.
El caso de Jorge y María no es algo novedoso, apunta Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente. “Sin conocer el caso en detalle, es una situación que no me sorprende”. Explica que durante la pandemia “de cada 10 reclamaciones que estamos recibiendo, ocho llevan aparejados malos tratos del sanitario”.
A su institución tampoco le consta ningún recurso legal contra el sanitario, aunque sí contra el centro. “Pero contra este y muchísimos más; tenemos procedimientos abiertos con un enorme número de hospitales y clínicas”.
Por ello, lo primero que recomienda a la familia del paciente es “solicitar el cambio de hospital, alegando que quieren proseguir con el tratamiento, pero el equipo médico se niega”. “Deben exigir un tratamiento o si no un cambio de centro, que siendo un caso extremo de cáncer tendrá todavía más urgencia”.