El 'mal rollo' en el Congreso se traslada al acto por la Constitución: gobierno y oposición, a la gresca sobre quién la incumple más
Podemos compara a Feijóo con Trump por el bloqueo del CGPJ y Ayuso advierte de que 2023 puede ser "el último capítulo" de la etapa constitucional si gana Sánchez
El Congreso de los Diputados ha vivido este martes un acto institucional por el día de la Constitución marcado por las ausencias: la de los partidos independentistas - ya algo tradicional -, la de Vox al verlo como una “farsa” y la de dos presidentes socialistas, Javier Lambán y Emiliano García-Page, que en las últimas semanas se han desmarcado con frases críticas hacia Pedro Sánchez.
La jornada, amenazada por la lluvia, ha comenzado con el solemne izado de la bandera nacional, organizado por el Estado Mayor de la Defensa, y que por primera vez ha tenido lugar ante el Congreso de los Diputados.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el presidente del Senado, Ander Gil, han sido recibidos por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, y los tres se dirigieron al podio situado en la Carrera de San Jerónimo para recibir los honores de ordenanza. Ante las escaleras se ha colocado, sobre un atril, un ejemplar de la Constitución de 1978 ante el que han tenido lugar el desfile militar.
En un lugar preeminente también han estado miembros de las Mesas de ambas Cámaras y portavoces de los grupos parlamentarios, así como autoridades militares. Entre otros han acudido los portavoces del PSOE, Patxi López; del PP, Cuca Gamarra; de Vox, Iván Espinosa de los Monteros; el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, y el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte. También estaba en la escalinata de los Leones, el portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Senado César Mogo y el ‘popular’ Antonio Román Jasanada.
En representación de la Mesa del Congreso han presenciado el izado la vicepresidenta segunda, Ana Pastor (PP), y la secretaria segunda, Sofía Hernanz, del PSOE; mientras que del órgano de gobierno de la Cámara Alta han estado presentes el secretario tercero, Rafael Hernando, y la secretaria cuarta, Cristina Ayala, ambos del PP.
Iván Espinosa de los Monteros ha sido el máximo representante de Vox en el único acto del día en el que la formación había confirmado su presencia. Antes de irse, el dirigente ha acusado al Gobierno de coalición de “pisotear” diariamente la Constitución y de “canjear presupuestos” por “sediciosos” y “terroristas”.
Espinosa de los Monteros también ha subrayado que la ausencia de diversos barones socialistas en el acto de conmemoración de la Carta Magna es un “postureo”, un “paripé” y un acto de “conveniencia política” para que no se les asocie con Sánchez, de cara a los comicios de mayo porque es un “lastre”, si bien ha espetado que en el fondo todos son “sanchistas”. Y ha añadido: “No hay barón socialista mediobueno”, recordando que el presidente de Aragón, Javier Lambán, “intentó criticar livianamente” a Sánchez y tuvo que “rectificar” pasadas 24 horas.
Las ausencias de Page y Lambán han generado también recelo en las propias filas socialistas. “Ellos se lo pierden”, ha dicho Guillermo Fernández Vara. “Sería bueno que cuando lo único que tenemos en común, lo que le da sentido a todo, a la patria, es la Constitución española, bien haríamos en intentar celebrarlo juntos”, ha añadido el presidente extremeño, también en alusión a la ausencia de las formaciones independentistas.
Pero unión ha habido poca en el acto de la Constitución. Gobierno y oposición han vuelto a enzarzarse en la pelea por ver quién incumple más la Carta Magna. A su llegada al Congreso, Pedro Sánchez ha dicho que “honrar la Constitución es cumplir todos sus artículos todos los días del año”, en referencia al bloqueo del CGPJ tras cuatro años de negociaciones con los populares. En ese sentido, el presidente del Gobierno ha hecho un llamamiento a los “partidos conservadores” para que “cumplan con la Carta Magna porque mientras no lo hagan”, ha dicho, “no podrán dar ninguna lección de constitucionalismo”.
Mientras, Unidas Podemos ha calificado de “insulto” que los populares celebren el aniversario de la Constitución cuando se niega a renovar el órgano de gobierno de los jueces, impidiendo que el CGPJ refleje la mayoría plurinacional del Congreso en este organismo. Una actitud que, a su juicio, supone “arrojar” al suelo el texto constitucional y “pisotearla”.
De hecho, Podemos ha recalcado que recientemente el expresidente estadounidense Donald Trump apeló recientemente a suspender la Constitución del país para anular el resultado electoral, algo que a Feijóo “no le hace falta decirlo” porque la “incumple y la suspende” con su negativa a renovar el Poder Judicial.
Para Ayuso, 2023 puede ser el fin de la España democrática
El líder del PP, por su parte, se ha mostrado preocupado ante el hecho de que “los partidos que nunca han aceptado la Constitución sean hoy los aliados del Gobierno”. “La amenaza de estos partidos es real y lo vemos en decisiones del Gobierno que bordean la Constitución y llenan de dudas, recelos y preocupación a muchos ciudadanos”, ha asegurado.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, siempre un paso más allá, ha asegurado ante los medios que si no hay un cambio de Gobierno en España y Sánchez sigue siendo presidente tras las próximas generales, el año 2023 se puede convertir en el último de la etapa constitucional. “2023 puede que sea el último capítulo del libro que todos los españoles empezamos a escribir juntos en 1978”, ha dicho.
Desde su punto de vista, tras las elecciones generales pueden suceder dos cosas: que el libro de la Constitución se siga escribiendo “con nuevas páginas” o que “se cierre para dar paso a otro tipo de situaciones territoriales, consultas y tensiones entre regiones”.
Nueva llamada de atención de Batet
El ambiente irrespirable que se vive actualmente en el Congreso, con un alud de insultos y desprecios en estas últimas semanas, también ha sido protagonista de la jornada. La presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, ha aprovechado su discurso para volver a apelar a la responsabilidad de sus señorías a quienes ha pedido que no utilicen la tribuna del hemiciclo para “zaherir” porque al hacerlo “defraudan la confianza” de la ciudadanía.
“El Parlamento es un lugar único y quienes formamos parte de él debemos ser conscientes de ello. Es el lugar en el que todos los ciudadanos están representados y en el que deben sentirse representados. La ciudadanía espera de sus representantes que la palabra se utilice para argumentar, no para herir; para proponer, no para ofender; para construir, no para zaherir”, ha dicho. Pero en esta ‘fiesta de la Constitución’, la cordialidad y el buen ambiente han vuelto a brillar por su ausencia.