El mal rato de Amaia Salamanca en la alfombra de los Premios GQ al Hombre del Año
El agobio de la actriz fue en aumento.
Tras la boda de Marta Ortega y Carlos Torretta en la que Amaia Salamanca vivió "la experiencia más alucinante de su vida", la actriz ha acudido este jueves a otra fiesta, la de los Premios GQ al Hombre del Año. La madrileña atendió a algunos reporteros tras posar para los fotógrafos y acabó pasando un mal rato.
La intérprete de Velvet contestó a todas las preguntas sobre la boda de la hija de Amancio Ortega, incluso a la insistente "¿sentiste envidia?". Amaia Salamanca dejó claro dos veces que no, no sintió envidia y no pensó en pasar por el altar. Pero la razón del mal rato fue otra.
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La protagonista de Fuga de cerebros es madre de tres hijos, de los que siempre ha evitado hablar para preservar su identidad. Sin embargo, no hubo reparos en preguntarle por ellos. "¿Qué tal están los pequeños? ¿Olivia apunta maneras de actriz, como la madre?". Desde el primer momento la madrileña lo dejó claro sin perder la sonrisa: "Ya sabéis que yo prefiero no contar nada de mis hijos, ni anécdotas ni nada, pero ellos están muy bien y nada, también están contentos".
La siguiente pregunta fue si buscaría el cuarto. "No, ahora estoy trabajando un montón... Bueno, la verdad es que durante los embarazos también he seguido trabajando. Ahora lo importante es seguir educándolos, esa es la parte difícil", aclaró.
La ronda continuó. "¿Los has llevado alguna vez al rodaje?", indagó una de las reporteras. La actriz fue clara de nuevo: "No. Los niños van al colegio y los padres a trabajar". A pesar de ello, el interés por conocer detalles sobre la vida de los tres menores no cesó. "¿Pero ellos saben que tienen una madre actriz?". Esa fue la cuestión que colmó la paciencia de la intérprete, que intentó parar la ronda con un gesto de agobio.
"Ya, yo no voy a hablar más de mis hijos, perdón, ¿eh? Lo siento, perdón, pero es que lo paso mal hablando de ellos". Su intento no dio resultado, porque la reportera insistió una vez más: "¿Pero saben a qué te dedicas?". Salamanca contestó, a pesar del agobio, que son muy pequeños aún para tener conciencia de ello.
"¿Ya? Perdón", pronunció la actriz, con la mano en el pecho y un gesto de alivio al dar por finalizada la entrevista.