El Madrid gana su 14ª Champions con un inmenso Courtois y un gol de Vinicius
Los de Ancelotti sufren para vencer al Liverpool (0-1) en un partido caótico que empezó con media hora de retraso.
Nadie puede con el Real Madrid en Europa. Ni el que todos dicen que es el mejor equipo del mundo, el Liverpool, ha podido doblegar a un equipo histórico, que ha ganado su 14ª Copa de Europa en una temporada llena de victorias épicas.
Un inmenso Courtois bajo los palos, al que le deberían de dar una copa sólo a él, y un gran gol de Vinicius, han dado la victoria al Madrid ante un Liverpool que peleó pero que no pudo traspasar el muro del portero belga, el mejor de lejos.
Sufrió de lo lindo el Madrid ante un rival que apretó desde el primer minuto, presionando muy arriba e impidiendo a los blancos sacar el balón controlado.
A los de Ancelotti sólo les quedaba buscar balones en largo a Vinicius y Benzema, que se las veían y se las deseaban para superar por alto a los centrales del Liverpool.
El equipo red manejaba el esférico con Thiago, que finalmente jugó de titular, y buscando por las bandas el peligro de Luis Díaz, Mané y Salah.
Los primeros minutos del partido eran clarísimamente del equipo inglés. Y ahí comenzó a tener protagonismo Courtois, que en el minuto 15 hizo un paradón espectacular a un remate muy cercano de Salah.
Las ocasiones se repetían a favor siempre del mismo equipo y tras los 20 primeros minutos parecía que el Liverpool se podía llevar el partido por goleada.
Pero bajo los palos había un belga larguirucho que no iba a permitir que la historia se decantase por los ingleses. Un gran chut de Mané lo sacó el guardameta con una mano increíble, mandando el balón al palo.
Fue él quien sostuvo al Madrid, un equipo absolutamente plano, incapaz de conectar con el ataque salvo a través de balones largos.
Sin embargo la fe es lo que ha movido a este equipo durante todo el campeonato y un momento de locura decantó la final claramente.
Fue rozando el descanso, cuando una jugada embarullada en el área acabó en un rebote que dejó el esférico manso a los pies de Benzema, que la primera que tuvo la metió en la portería.
Pero el árbitro interpretó que el francés estaba en fuera de juego y, tras varios minutos consultando al VAR, anuló el tanto.
El Madrid se fue al descanso pensando que podía ganar un partido que llevaba casi 45 minutos pensando que iba a perder.
Lo mismo le pasó al Liverpool, pero en sentido contrario. Porque el Madrid mejoró tras el descanso, pese a que los ingleses llegaban con muchísimo peligro en ataque.
Pero los de Ancelotti encontraban espacios entre los jugadores del Liverpool que no había hallado en la primera mitad.
Con esos espacios, Valverde cogió el balón en el minuto 57, llegó a la esquina del área, centró a la izquierda y encontró a Vinicius, que puso el 0-1.
Un gol a la postre decisivo. Pero para eso había que sufrir. Como ha hecho el Madrid durante toda esta Champions. Lo hizo contra el PSG, contra el Chelsea y contra el City. Y también esta noche.
Al inmenso Courtois, que siguió parando y parando y parando, se sumaron Carvajal, imperial en defensa, un genial Kroos, un gran Casemiro en la segunda parte. Y Mendy y Militao y Alaba...
El Madrid fue equipo y bloque ante un rival que percutía sin parar y se estrellaba siempre contra un muro.
El Madrid llegó a perdonar el 0-2 en varias contras. La tuvo Ceballos, que entró por Modric, mano a mano ante el portero. Prefirió dársela a Camavinga, quien también accedió al campo en el segundo tiempo por el lesionado Valverde.
El árbitro dio cinco minutos de alargue. De sufrimiento. Pero no hubo más historia. La historia está con el Madrid, que vuelve a ganar una Copa de Europa. La 14. La quinta en los últimos ocho años.
Nadie puede con el Madrid en Europa y a veces, como en esta ocasión, parece difícil de explicar.