El jefe de gabinete de la Casa Blanca admite que las promesas de Trump están "desinformadas"
Y reconoce que EEUU "nunca" construirá un muro físico en todo el tramo de la frontera con México.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, ha admitido ante los demócratas del Caucus Hispano del Congreso (CHC) que algunas de las promesas de campaña de Donald Trump están "desinformadas". Y ha reconocido que EEUU "nunca" construirá un muro físico en todo el tramo de la frontera con México.
Kelly contradice así al presidente de Estados Unidos, quien repetidamente dijo durante su campaña electoral que construiría un muro fronterizo que pagaría México y para el que los contribuyentes estadounidenses no pondrían un dólar.
"Puedo confirmar que el jefe de gabinete Kelly dijo hoy que la campaña del presidente no estaba completamente informada sobre el muro que prometía a los votantes", ha revelado el congresista demócrata Luis Gutiérrez, asistente al encuentro, en un comunicado.
"Kelly continuó diciendo que muchas campañas no están completamente informadas sobre cada política y que la campaña y el Gobierno son dos cosas diferentes y que gobernar es más difícil", ha añadido.
Según el congresista, Kelly "se atribuyó el mérito de enseñar al presidente sobre el muro y explicarle que una barrera de hormigón de costa a costa ya no es la concepción de las barreras de seguridad fronteriza que hoy apoya la Casa Blanca".
TRUMP LE LLEVA LA CONTRARIA A SU JEFE DE GABINETE
Trump, sin embargo, ha contradicho este jueves a su jefe de Gabinete y ha asegurado que el Gobierno de México pagará "directa o indirectamente" el muro que pretende construir en la frontera entre ambos países
"El muro lo pagará, directa o indirectamente o mediante un reembolso a largo plazo, México, que tiene un absurdo superávit comercial de 71.000 millones de dólares con Estados Unidos", ha afirmado el presidente estadounidense, en un mensaje publicado en su cuenta personal de la red social Twitter.
Trump ha asegurado que el pago de 20.000 millones de dólares por el muro es "una miseria" en comparación con lo que consigue México gracias al acuerdo comercial NAFTA. "El muro es el muro, nunca ha cambiado ni ha evolucionado desde el primer día que lo concebí", ha señalado el mandatario en otro mensaje.
Y MÉXICO RESPONDE
México ha reiterado este jueves al presidente estadounidense que "no pagará, de ninguna manera", el muro que se ha empeñado en construir en la frontera común para frenar la inmigración ilegal, el tráfico de armas y el "terrorismo".
"Como ha sostenido siempre el Gobierno de México, nuestro país no pagará, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, un muro o barrera física que se construya en territorio estadounidense a lo largo de la frontera", ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Además, ha aclarado que "esta determinación no es parte de una estrategia negociadora mexicana", en el marco de las conversaciones con Estados Unidos y Canadá para actualizar el NAFTA, "sino un principio de soberanía y dignidad nacional".
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha admitido por su parte que no tiene claro qué quiere Trump que se incluya en el acuerdo migratorio que se negocia con los demócratas para ofrecer una solución al fin de DACA.
McConnell ha indicado, no obstante, que el mandatario "debe estar a bordo" de las negociaciones, a la espera de que el grupo bipartidista de senadores que han estado meses dialogando sobre el asunto presenten una propuesta, que aparentemente ya no convence a Trump.
"Estoy buscando algo que el presidente Trump apoye. Y aún no ha indicado qué medida está dispuesto a firmar", ha confesado el líder republicano ante la prensa, ya que él es el encargado de aceptar someter a votación los proyectos presentados por los legisladores.
"Tan pronto como sepamos qué es lo que apoya, entonces estaré convencido de que no estamos trabajando en vano, pero en realidad se trata de un proyecto de ley que tiene la oportunidad de convertirse en ley y, por lo tanto, resolver el problema", ha añadido.
LOS DEMÓCRATAS QUIEREN INCLUIR EL PROYECTO EN EL PRESUPUESTO FEDERAL
A pesar del rechazo de Trump, los negociadores han impulsado en el pleno del Senado su proyecto de ley migratoria. "Estoy aquí para tratar de encontrar una solución a un problema complejo llamado inmigración", ha indicado el republicano Lindsay Graham. "Y para evitar la deportación de 800.000 jóvenes que no tienen otro país al que llamar hogar", ha agregado.
Para presionar a los conservadores, los demócratas pretenden que se adjunte el texto legislativo al proyecto para el presupuesto federal, que de no ser aprobado antes del viernes, podría provocar un cierre parcial del Gobierno, causando millones de dólares en pérdidas.
Las declaraciones de Kelly aumentan la indecisión sobre la política de inmigración que emana de la Casa Blanca durante los últimos meses, desde que Trump anunció el fin del programa de Acción Diferida (DACA) promovido por su antecesor, Barack Obama, que protegía a los "soñadores" de la deportación.
El grupo negociador, formado por tres senadores demócratas y tres republicanos, alcanzó la semana pasada un principio de acuerdo para una ley que facilite la ciudadanía a más de un millón de jóvenes que ahora son susceptibles a la deportación y que se criaron en EEUU, conocidos como "soñadores".
Sin embargo, las negociaciones con la Casa Blanca saltaron por los aires cuando se filtraron unos desafortunados comentarios de Trump mientras estaba reunido con el grupo negociador, al llamar "agujeros de mierda" a algunos países emisores de inmigrantes.