El humo de los coches y la quema de rastrojos ‘pintan’ de hollín la Alhambra de Granada
La concentración de hollín es comparable a las de ciudades como Barcelona, Londres o París.
Un equipo de científicos del Grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con el departamento de Mineralogía y Petrología, ha demostrado que las emisiones de gases de los coches que circulan por el centro urbano, la circunvalación de Granada y el acceso al complejo monumental de la Alhambra provocan que se depositen partículas de hollín sobre el monumento y sus alrededores.
Este trabajo, publicado por la prestigiosa revista científica Atmospheric Environment, ha demostrado el impacto que tienen los episodios de contaminación atmosférica sobre este complejo monumental, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El estudio fue realizado por el Grupo de Física de la Atmósfera en el complejo monumental de la Alhambra y sus alrededores, desde octubre de 2015 a febrero de 2016. Dentro de sus conclusiones se demostró que el umbral de 2-3 µ/m3 de hollín sugerido como aceptable para los edificios fue excedido en la Alhambra durante 13 de los días analizados.
Los resultados demuestran también que las emisiones de las quemas de biomasa de las áreas rurales que rodean la ciudad tienen cierto impacto sobre las concentraciones de hollín observadas en el complejo monumental durante el período analizado, aunque inferiores al 10%.
Los científicos observaron que las concentraciones de hollín medidas son comparables a las observadas en áreas urbanas europeas relativamente contaminadas, como Barcelona, Ostrava (República Checa), Londres o París.
Estas situaciones, advierten los investigadores, pueden causar niveles indeseables de suciedad con el tiempo y, en consecuencia, impactos sociales y económicos negativos.
Como explican dos de los autores de este trabajo, los catedráticos del departamento de Física Aplicada de la UGR Francisco José Olmo Reyes y Lucas Alados Arboledas, "Granada es una ciudad de tamaño medio, poco industrializada, pero que —junto con su área metropolitana— soportan un tráfico rodado muy intenso". En invierno, además, a esto se le suma el uso de las calefacciones y también las quemas de biomasa.
"La ciudad y su área metropolitana se encuentran en una cuenca natural rodeada de montañas. Debido a su topografía, y bajo condiciones de estabilidad atmosférica o de estancamiento de las masas de aire, se favorecen las inversiones térmicas que, junto con el predominio de velocidades de viento bajas, hacen que en ocasiones la carga de partículas y los niveles de NO2 y O3 en el aire puedan ser elevados", destacan los investigafores.
Las concentraciones más altas de hollín se observaron en situaciones anticiclónicas, bajo condiciones de estancamiento de las masas de aire asociadas con inversiones térmicas en superficie, "lo que refleja el gran impacto que estas situaciones meteorológicas sinópticas pueden tener sobre el complejo monumental".
Como consecuencia del calentamiento global, se espera que estas situaciones de estancamiento sean más frecuentes y persistentes en el futuro. "De este modo, el cambio climático puede constituir una gran amenaza para la conservación del complejo monumental de la Alhambra, conduciendo a un ennegrecimiento de las superficies que podría llevar a un deterioro irreversible", advierten Olmo y Alados.
En este sentido, según los autores, sería necesario mejorar las medidas existentes de reducción de la contaminación en Granada y su área metropolitana, así como formular nuevas estrategias y medidas destinadas a reducir las concentraciones de hollín dentro y en los alrededores del monumento.